Estudios.

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Cap.59



Natsu.





La vi caer, frente a mis ojos, la vi desangrarse.

Ese hijo de puta me había disparado un paralizante. ¡La va a matar!

Apreté mi mandíbula al grado de rechinar mis dientes. ¡Joder! Estamos solos.

Zeref no debía de atacar ahora, no podía. ¿De donde diablos había sacado a tantos imbeciles?

Bueno, no es que fuera amigo de todos pero mis enemigos eran contados.

Vi que se agacho a recoger a Lucy. Mi Lucy. Me había protegido. Sin embargo yo no hice nada.

—Pobre de tu chica, pero eso no pensaste cuando lo hiciste con la mía. Adiós Natsu.

Se colgó a Lucy en el hombro como si fuera un saco de papas.

Un chorro de sangre escurrió de sus brazos y su pie quemado goteaba.

¿Donde mierda le dispararon? ¿Donde quedo la bala?

—No... No... Te. La. Lleves.

Dije pausadamente, pero el ni se inmutó.

—Tu no tuviste compasión, y yo no me quedare atrás.

Y se fue. Se fue llevándose mi poca cordura. Mi pequeña luz en esta puta oscuridad. Se llevo lo mas preciado para mi, dejándome como una vil cucaracha aplastada pero jamás moribunda.

La visión comenzó a ser borrosa y finalmente caí rendido.



Tuve la sensación de que me cargaban. Comencé a abrir los ojos poco a poco y me encontraba en mi habitación. Levy estaba a mi lado revisándome.

—Vaya, al fin despiertas, si que estaba cargado ese paralizador.

Dijo dándome una sonrisa forzada.

—¿Y los demás?

Pregunte levantándome poco a poco.

—Juvia sigue dormida al parecer la golpearon en la cabeza y le dieron el mismo paralizante. Gray esta con ella esperando a que despierte. Y Gajeel esta recogiendo todas las cosas para irnos.

Asentí, este lugar ya no era seguro. Una lastima.

—Se la llevaron.

Le dije mirando mis manos en puño viendo como mis nudillos se ponían blancos.

—Lo se, pero estábamos mas indefensos de lo que habíamos imaginado. Solo podemos ir por ella. Sea viva o muerta, no se las podemos dejar, ya no. Necesito que descanses mientras voy preparando las cosas.

Me negué. Tenemos que irnos y encontrar a Lucy.

—Nos iremos en la noche, mientras tanto ve a descansar, yo estoy bien. Suficiente he dormido.

Levy asintió y se retiró. Gajeel salió del baño. Con una bolsa entre manos.

—Tengo la sangre de Zeref. La examinare pues no es normal que haya tenido tanta fuerza siendo el.

Asentí mientras me paraba. Fui al armario y saque unos Jeans de mezclilla azul oscuro y una camiseta lisa negra. 

Busque entre mis cosas esas botas que solía ponerme cuando me iba de matón. Cuando era un asesino más frecuente. Ahora, sonara muy pendejo pero me había calmado por Lucy.

Eran negras al estilo militar. Me las puse, busque mas adentro del armario. Abrí ese pequeño compartimento que no se veía con facilidad.

Lo abrí y saque una caja larga. De al menos un metro.

La coloque en la cama. La abrí y sonreí.

—¿Hace cuanto tiempo sin verte preciosa?



Antes de que nos fuéramos saque las cosas de Lucy junto con las mías.

Sacamos la camioneta de Gajeel y subieron todas las maletas.

Juvia había despertado con un tremendo dolor de cabeza y ahora se encontraba recostada en las piernas de Gray.

Levy iba sola viendo los resultados de la sangre de Zeref. Gajeel era mi copiloto, esta vez yo iba manejando.

Salimos del lugar. Entramos en la carretera y comenzamos a andar.

Eran las 2 de la mañana. Llegamos a una de mis tantas casas. Daba directo a un lago. Era grande, era buena la ubicación, podíamos salir por tierra o por agua.

Cada quien se fue a una habitación a descansar. Yo me fui al jardín. Me senté en aquel camastro, veía a la luna llena que me regalaba la noche.

¿Donde esta?

Unos pasos débiles me hicieron girar.

—Perdona Natsu, pero tengo los resultados, Gajeel me dio dos muestras de sangre. El creía que tal vez podía ser el de sus ayudantes. Así que la revise. La primera muestra era de Zeref, en ella tenía una droga parecida al Cristal, como sabes los síntomas son euforia, hiperactividad, un estado del ánimo alto. En incluso un apetito sexual elevado.

Mi piel se erizo. ¿Y si la tocaba?

—Ese hijo de su puta madre... ¿Tan mal esta que debe de inyectarse Cristal?

Levy se movió incomoda. E incluso preocupada.

—¿Qué pasa Levy? ¿No es todo?

Ella aclaro su voz.

—No lo es, la segunda muestra la analice y era sangre de Lucy.

Asentí, ella había sido apuñalada e incluso le había disparado ese cabrón.

—Pero hay algo mas, en el estudio no solo me dijo que era de Lucy.

La vi fijamente. ¿Que tenía Lucy?

—Ella estaba embarazada. 

Mi muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora