Hambriento (Parte 1)

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CAP.53

Hambriento (Parte 1)

—¡Soy incapaz de dejarte!— grite, y no, no era por miedo era por enojo.

Estoy furiosa.

¿Cómo puede pensar eso? ¡Cambie mi vida por el y por mi!

Lleve mi mano hacia el cuchillo que estaba en mi cuello, sentí como un pequeño hilo de sangre salía de el. Me había pinchado un poco. Tome el cuchillo y sujetándolo con fuerza, sentí como abría mi carne.

Hice una mueca de dolor.

—No te engañaría porque ya no tengo nada en esta vida mas que tu. Solo tu. Eres como el gran tesoro que encontré pero a la vez la maldicion que trae consigo. ¿Que tengo que hacer para que sepas que jamás huiré de ti?— dije viéndolo directamente a sus ojos, los cuales mostraban confusión.

—No me dejes, no te vayas y no mueras— dijo al momento en que soltaba el cuchillo y caía. Con sigo unas gotas de sangre. Levanta mi mano y lame despacio la sangre que ha salido de la herida. Aun contra la pared, levanta mis brazos y quedo indefensa.

Su mirada se torna oscura. Lo se. Lo conozco.

Me desea.

Me separa las piernas con una rodilla suya, quedando en medio. Lo único que puedo ver es su barbilla. Veo como traga duro. Y después veo que se tensa.

—Escurre sangre por tu cuello — alce mas la vista y vi que sus ojos no se apartaban de mi cuello, con sigo un brillo intenso acompañaba esos colores verde musgo y negro. Me perdía en ellos.

La de mi cabeza dandole acceso a mi cuello y como si de un vampiro se tratara se aventó contra mi inmovilizando me por completo.

Pasaba su lengua por la herida y succionaba. Daba algunos mordiscos.

Era extraño, estaba en una habitación subterránea con un cabron que trato de asesinarnos a todos y un Natsu hambriento de sangre y de sexo.

—Natsu, aquí no, Rogue podría despertar, ¿quieres que me vea desnuda?— enseguida se apartó de mi y gruño.

Me jalo apretándome con fuerza, salimos de la habitación y fuimos a la otra puerta que era desconocida para mi.

—Entra— dijo y yo acepte, el salió un momento escuche que ponía llave a todo, supongo que la puerta para la entrada a las habitaciones subterráneas y a la puerta de Rogue.

Recorrí la habitación, era sencilla, una cama matrimonial con sabanas grises. 

Escuche que entraba rápidamente y sin darme aliento, me empujo con fuerza haciéndome caer violentamente en la cama.

—Necesito follarte duro, no aguanto mas— se saco la playera que traía dejando ver su bien formado torso, cada vez que se movía sus músculos iban de la mano.

Ya mi la boca se me hacia agua.

—Hoy no seré dulce— dijo al momento en que metía su lengua en mi boca y me besaba con desesperación, metió la mano en mi braga y comenzó a masturbarme violentamente, pero mi cuerpo comenzaba a reaccionar.

—¡Natsu!— grite cuando metió dos dedos en mi interior.

Los sacaba y los metía con ferocidad, comenzaba a latir mi sexo y dolía.

Se bajo los pantalones y su verga salió disparada hacia mi, haciendo lo mismo, bajándome las bragas, me levando poniéndome a gatas. Entro en mi con fuerza, sujeto mi cabello y lo enredo en su brazo, me tenía inmóvil y empalada.

—Te follare todo el día, muñequita— dijo al momento en quedntraba en mi.

En ese doloroso y estupendo vaivén, sentía como mis paredes internas se aferraban a el  y comenzaban a succionarlo.

Me soltó y enseguida me tumbo dejándome boca arriba.

Pero cargo is piernas y se las puso en los hombros y entro de nuevo en mi.

—Yte follare tan fuerte que no podrás moverte después — dijo  y yo palidecí.

Mi muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora