Ours |Jamie y Dakota| III

Prólogo

Los Angeles. Marzo 5, 2017.

23:40 hrs.

El dolor había vuelto, más intenso y apenas me dejaba respirar.

Miré hacia abajo y pude ver la herida bajo mi pecho donde la sangre no paraba de brotar, era una cascada roja que me cubrió de inmediato hasta formar un océano a mis pies, todo comenzaba a volverse rojo y oscuro... pero el dolor no venía de esa parte, venía de más abajo.

-Dakota, cariño, por favor... ¡Abre los ojos!

-Por favor señor Dornan, tiene que dejarnos trabajar.

Una enorme ola roja comenzó a formarse en el horizonte y se acercaba con velocidad, se alzó por encima de mi cabeza amenazando con romper sobre mí, me estremecí cuando finalmente comenzó a descender, cada vez más.

-¡No voy a dejarla sola!

-¡Tiene que quedarse aquí señor!

Rompió contra mi estómago, me doblé por la mitad gritando de dolor y sentí como la sangre seguía deslizándose por mis piernas.

-¡Dakota! -Su voz sonaba extraña, ronca y llena de miedo -Todo va a estar bien...

Se alejó y se alejó mientras el mar subía hasta mi pecho oprimiendo mis pulmones hasta cortarme la respiración, cuando lograba aspirar un poco de aire un horrible olor a desinfectante y látex me llenaba las fosas provocándome nauseas.

-La hemorragia se está deteniendo doctor.

Fue cuando el mar rojo se convirtió en un mar de voces que iban y venían, no distinguía si me llamaban o hablaban entre ellos pero los recuerdos acudieron con fuerza hasta dejarme sin aire una vez más.

Estábamos en la premiación, sentados en primera fila frente al enorme escenario, un grupo de música estaba haciendo su presentación con un montón de pirotecnia y efectos especiales, salían llamas a lo largo del escenario y chispas por todas partes, al principio parecía parte del show pero en un segundo la escenografía comenzó a arder y se derrumbó.

El fuego comenzó a propagarse.

Personas gritando y corriendo hacia las salidas de emergencia, humo por todas partes... sonaban alarmas, gritos y llanto, yo me aferré a él mientras nos conducían a las salidas de emergencia, hacía mucho calor y todo se llenó de humo muy rápido.

Lo perdí de vista y alguien me empujó cuando una escalera estaba delante de mí...

Y no recuerdo más.

-Ya es tarde.

Y después todo se volvió negro.

00: 04 horas.

Él daba vueltas en la sala de espera junto al montón de personas de producción que esperaban allí también, algunas enfermeras insistieron en revisarlo pero se negó, tenía que saber que pasaba con ella o se volvería loco.

El simple recuerdo de la última vez que estuvo en un hospital lo hizo estremecerse; cuando logró calmarse para sentarse en una silla donde alguien le ofreció un paño húmedo para quitarse el hollín, se restregó el rostro y las manos, la sala de espera estaba llena de gente corriendo por todos lados, no sabía que estaba pasando con los demás pero escuchaba de personas heridas y quemadas, le pareció escuchar que alguien había muerto...

Pero solo veía la imagen de ella cayendo, enredada en el vestido rojo que llevaba esa noche.

Y la sangre.

Quitando esa imagen de su mente, escucho que pronunciaban su nombre.

Se levantó de un salto y caminó hasta una doctora lo miró con autentico dolor en sus ojos.

-¿Es su esposo?

-Su prometido, ¿cómo está?

-Lo siento señor, perdió al bebé.

-

Nota de la escritora:

Bienvenidas a la tercer temporada.