Capítulo 20

6K 418 137
                                    

Su postura rígida y la forma en que lo dicen me deja pasmada, lo veo darse media vuelta y Zeppelin va tras el con la pelota en el hocico esperando a que se la arroje de nuevo, Jamie lo ignora y se pasa las manos por el cabello, yo me cruzo de brazos mientras la información parece finalmente ser procesada por mi cerebro.

Y sé que, de alguna forma, hay algo más en esa confesión.

-¿Y cómo fue? –le pregunto.

No responde, sigue rígido de pie en medio del jardín, camino hasta él y poso mi mano en su hombro, sus músculos se tensan aún más, si es que es posible.

-Dime como fue.

-Dakota, por favor...

-¿Acaso te inclinaste para saludarla y sus labios se juntaros? –Dejo caer mi mano- ¿O la estrechaste entre tus brazos y decidiste que era buen momento para besarla?

-No, pero...

-¿O quizá la empujaste contra la pared porque te dio un ataque de deseo cuando la viste?

Se gira y sus ojos lanzan chispas de enojo.

-¡Ya sé! –Me cruzo de brazos- Seguramente sentiste que todavía la amabas y te le lanzaste encima...

-¡No fue nada de eso! –Explota- ¡Nos estábamos despidiendo y me besó!

A pesar de sus gritos, eso es lo que necesito escuchar y me siento más relajada al escucharlo.

-Vaya, por un momento creí que me ibas a dejar y regresar con ella.

-Por todos los cielos no lo haría por nada de este universo –resopla como un toro enojado y camina de un lado a otro con Zeppelin detrás de él- No creí que algo así fuera a pasar, me tomó por sorpresa y yo me sentí, me sentí tan...

-¿Confundido?

-No –aclara de inmediato y me mira- como sino mereciera tocarte.

-¿Por qué?

Suspira y vuelve a sentarse en la hierba, ve al chucho que sigue esperando con paciencia a que le arroje la pelota, la toma y la arroja con fuerza.

-No volví a tocarla ¿sabes? Al menos nunca intencionalmente desde que...

-¿Desde cuándo? –me siento a su lado.

-Desde que me enamoré de ti –no me mira- nunca tuve intención de serle infiel, pero contigo todo era tan diferente, eras tan... tú, y me abrumabas, me gustabas, me excitabas, lo eras todo Dakota.

-¿Y... ahora? –mis ojos están llenos de lágrimas.

-No puedo describirlo con palabras, va más allá de la cordura lo mucho que te amo y lo que siento por ti.

-Oh Jamie –pongo mi cabeza en su hombro- yo también te amo, muchísimo.

-Pero te falle –es apenas un murmuro- cuando ella puso sus labios sobre mí.

-No lo hiciste amor, hay miles de mujeres en el mundo que harían lo mismo contigo si tuvieran la oportunidad ¿sabes?

-Pero... fue ella.

-Pero ya no significa nada –lo miro- ¿ya no sientes nada por ella, verdad?

-Nada –dice en voz baja.

-Más te vale Dornan –lo golpeo suavemente en la espalda- porque si me rompes el corazón, yo te rompo la mandíbula.

Suelta una risita pero no dice más, nos quedamos allí en silencio lo que pe parece una eternidad hasta que tirito de frío, el sigue sin camisa y puedo sentir lo helado que está, así que me pongo de pie y le tiendo la mano para que se levante, me sigue como un corderillo hasta la casa, subimos de vuelta a la habitación y Zeppelin, que nos ha seguido molesto por no seguir con el juego de la pelota se echa en la alfombra, Jamie y yo nos metemos en la cama, como antes, se coloca a mi espalda para abrazarme, sentirlo así me reconforta y en poco tiempo me quedo dormida.

Ours |Jamie y Dakota| IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora