7

21.9K 1.6K 337
                                    

P.D.V. DE DEREK:

Nos habíamos dividido en tres grupos para buscar a Stiles. Scott, Kira, Cora y Liam habían ido hacia la casa de Theo cuando la señal se perdió, por si acaso ese bastardo estaba allí; Braeden se había llevado a Malia y a los gemelos para buscarlo en la ciudad, mientras que Erika, Boyd, Isaac, Lydia y yo lo buscábamos en el bosque. Todo era normal y silencioso hasta que mi tío Peter salió de repente de entre unos arbustos, por poco y todos saltamos sobre él para matarlo.

- ¿¡De donde demonios saliste!? - Le pregunté sin importarme si estaba bien o muriéndose.

- Yo también me alegro de verte, sobrino.

Nos explicó todo lo que había pasado, como él se ofreció a entregar a Stiles como un cobarde a cambio de protección, como lo traicionaron y el asunto del Nogitsune. Todos escuchábamos atentos, pero en cuanto se dignó a decirnos donde lo tenían fui el primero en salir corriendo en dirección a aquel edificio abandonado. Fui seguido en menos de lo esperado por mis betas, mi tío desapareció, aunque a ninguno de nosotros nos importaba que hiciera o si le pasaba algo. En ese momento la máxima prioridad era el muchacho hiperactivo que los necesitaba mas que nunca.

Llegamos a la entrada del lugar, a simple vista lucía como un edificio abandonado común y corriente, pero al entrar notamos algo extraño. Entre las ratas, la basura que era capaz de darte nauseas con solo olerla de lejos y los artefactos oxidados y antiguos que decoraban el lúgubre lugar; había una extraña puerta de metal que estaba perfectamente limpia y brillante, era obvio que eso no estaba cuando abandonaron la fabrica. Junto a esta había un pequeño teclado, al parecer, para abrirla se necesitaba un código.

- ¿Cómo entramos? - Preguntó Lydia revisando el artefacto - ¿Alguien sabe adivinar claves?

- Déjenmelo a mí - Erika se hizo paso por entre todos nosotros.

Mi beta observó la pequeña pantalla del teclado, se colocó una mano en barbilla e emitió un pequeño "Mh..." en forma de darnos a entender que estaba pensando. Luego sonrió y volteó a vernos.

- ¡Lo tengo! - Levantó su puño cerrado y con todas sus fuerzas le dio un golpe al tablero.

Del aparato salieron unas chispas y la puerta se abrió, permitiéndonos ver un ascensor. La rubia sonrió y se hizo a un lado.

- Las damas primero - Dijo refiriéndose a Isaac, Lydia y Boyd.

Ambos chicos entraron en el ascensor, luego de ellos entraron Erika junto con Lydia y finalmente yo. Oprimimos el botón que indicaba bajar y la puerta volvió a cerrarse, el ascensor comenzó a bajar a una velocidad muy lenta para nosotros. Las cuatro paredes de metal nos impedían escuchar cualquier cosa que pasara en el exterior del ascensor. La bajada fue tan larga que Erika comenzó a morderse las uñas nerviosa, parecía como si fuera a sufrir un ataque de pánico a causa de la claustrofobia.

Finalmente la puerta del ascensor se abrió, dejándonos ver un escenario que bien podría ser usado en una película de terror. Estábamos en una especie de calabozo, el suelo estaba cubierto de los cadáveres de aquellos hombres enmascarados que se hacían llamar Dread Doctors, ademas de que alrededor de ellos había castillos de balas, las cuales notamos que en su mayoría habían impactado contra las paredes. En estas había palabras escritas con sangre, pude leer "Despierta", "Matar" y "Ayúdenme". Esas palabras hicieron que se me helara la sangre.

- A-ayuda... - Uno de los enmascarados seguía vivo.

Lydia se le acercó y le quitó la mascara que llevaba puesta. Era un hombre de unos treinta y tantos años, tenía rasgos asiáticos y de su boca brotaba una gran cantidad de sangre. Bajamos la mirada a su cuello, tenia un trozo de alambre de puaz clavándonos de forma profunda. El hombre nos miraba con los ojos desorbitados, no podíamos absorber su dolor.

No Vuelvas A Irte ||STEREK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora