[NARRADOR]
Stiles había conseguido que, en lugar de llevarle a su casa, Derek le llevara al Loft. Una vez allí, el lobo le obligó a ir a recostarse en la cama de arriba, Stiles tampoco se negó, tenía la terrible necesidad de recostarse y descansar. La adrenalina del escape y la pelea había desaparecido, dejándole exhausto y adolorido, además de que apenas tocó el colchón su cuerpo pareció volverse de piedra, pesándole más que nunca.
- ¿Cómo te sientes? -Le había preguntado Derek al verle con la mirada perdida en algún punto del techo.
- Sinceramente: siento como si mi cuerpo estuviera siendo aplastado por una enorme roca.
Al acabar la frase, el humano suspiró cansado y cerró los ojos. Se hubiera quedado dormido de no ser porque ambos escucharon cómo se abría la puerta del Loft.
- ¡Solo vine a traer a alguien! -Escucharon que gritaba Scott.
Luego de que se cerrara la puerta, lo siguiente que se oyó fue el sonido de pequeñas patitas subiendo la escalera de caracol. Derek salió del cuarto por un minuto y regresó con el "invitado" en brazos.
- ¡Sour! -Gritó Stiles al ver al cachorro, el cual al verle comenzó a gimotear y a sacudirse frenéticamente en los brazos del pelinegro.
Derek dejó al cachorro en la cama y este, instantáneamente, se tambaleó hacia Stiles. Llegando a su mano y lamiendola con todo el amor que su joven cuerpo tenía. El ojimiel le acarició y se lo subió encima, dejando que el animal se acostara en su pecho.
El pequeño Sour, el cual a comparación de cuando lo adoptó ya no era tan pequeño, jugueteó un rato con la camiseta de Stiles antes de hacerse una bola y quedarse dormido bajo las caricias del adolescente.
Derek se recostó junto a Stiles, quedándose viéndole hasta que el ojimiel también se quedó dormido.
(...)
Cuando Stiles volvió a abrir los ojos, sentía un peso extra encima de su estómago. Notó al instante que no era Sour, pues por el rabillo del ojo podía ver que el cachorro, ya no tan pequeño como cuando lo adoptó, estaba recostado junto a su cabeza. Haciéndole cosquillas con su fino pelo.
Miró hacia abajo y lo que vio le hizo sentir como si el mundo se detuviese por los segundos que le costó asimilar por qué sentía aquél peso.
Derek estaba plácidamente dormido, utilizando su vientre como almohada y con la oreja pegada a este. Incluso le había levantado la camiseta para poder recostarse directamente sobre su piel. Aquella imagen a Stiles se le hizo la cosa más adorable que jamás hubiera visto.
Pero entonces, su maldita mente hiperactiva le atacó. No se le había pasado por la cabeza la idea de que quizás Derek no quisiera al bebé, lo que estaba viendo ahora lo demostraba. Pero ¿Y si Derek no le quería a él? ¿Y si todo eso era solo algo completamente pasajero?
Hasta donde tenía entendido, él y Derek no eran pareja. Si, se daban besos, si, habían tenido sexo más de una vez, y si, le gustaría que hubiera algo más detrás de todos esos encuentros, cada uno mejor que el anterior, sexuales.
Su corazón debió comenzar a latir muy rápido, puesto que vio como Derek se movía para casi instantáneamente abrie los ojos, mirar el vientre en el que descansaba y luego mirarle a él.
- ¿Estás bien?
- ¿Eh? S-si -Se apresuró a responder el menor.- Solo estaba pensando.
- ¿En qué?
- Cosas... -Cada vez hablaba más bajo.- Nada importante.
- Si no fuera algo importante no estarías oliendo a tristeza -Derek se sentó en la cama, mirando a Stiles.- Puedes contarme ¿Sabes? Puedes confiar en mí.