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[NARRADOR]

La Nigromante observaba con una expresión de cansancio como las auras de los adolescentes a su alrededor se teñían con algo de tristeza. Le daba asco, quería matarlos a golpes por maricones; aunque al único que tenía permitido golpear era a Stiles, y hasta ahí. El lobo Hale ya la miraba de mala manera, como si le hubiera leído la mente.

- Por favor, nada de lágrimas -Pidió alzando ambas manos.- Me dan asco.

Aunque la italiana debía admitir que Stiles se lo estaba aguantando bien. Él fue el primero al que ella creyó que iba a ver llorar, pero no, la primera llorona acabó siendo la chica pelirroja. Patético para una Banshee.

- Fue una hermosa historia -Le dijo Kira con una pequeña sonrisa.

- Vaya -Micaela sonaba sorprendisa.- Eres la primera persona que considera "hermoso" algo que tiene que ver conmigo.

- Me imagino a Peter de niño -Rió Stiles.- Seguro que era adorable antes de volverse un completo psicópata.

(...)

Unos cuantos gimoteos después, toda la manada se decidió a irse cada quien a su casa. Los últimos en prepararse para irse fueron Stiles y la Nigromante, los cuales se tomaron su tiempo ya que la italiana se había ofrecido a llevarle con sus poderes.

El ojimiel estaba alto reacio a irse, ya que notaba que el lobo estaba actuando extraño. Más extraño de lo normal, y eso le preocupaba.

- Hey, Sourwolf -Le llamó desde la puerta.- ¿Estás bien?

Derek se puso de pie sin decir nada y se fue hasta las escaleras, las cuales subió antes de desaparecer de la vista de los otros.

- Creo que algo le pasa a tu lobo -Murmuró Micaela.- Ve a verlo, de todas formas yo debo irme.

Stiles asintió y llevó la mirada a las escaleras. Lugar en el que antes había estado el lobo, luego miró hacia atrás y la Nigromante ya no estaba.

- Parece que hoy es el día de dejar solo a Stiles -Murmuró entre dientes.

Luego de pensarlo por unos pocos segundos, el ojimiel se decidió a subir las escaleras. Haciéndolo lentamente e intentando que sus pasos no hicieran rechinar los escalones, ya que le molestaba el ruido que estos hacían.

Llegó hasta el único cuarto del Loft y abrió la puerta, encontrándose al lobo sentado en la cama con todas las luces apagadas.

Al ver la luz que venía de afuera, el ojiverde levantó la mirada. Dejando estupefacto a Stiles ante aquellos ojos verdes cristalizados que le miraban fijamente.

No sabiendo muy bien que hacer, Stiles se acercó hasta el pelinegro. Agachandose frente a Derek y juntando sus frentes, le miró fijo por un par de segundos antes de besarle.

En un principio fue un beso tierno, cargado con todo lo que ambos se llevaban guardando por un tiempo. Aunque rápidamente se volvió un poco más subido de tono cuando Derek afianzó su agarre a las caderas del menor. Haciendo que este se colocara encima de sus piernas.

Las lenguas de ambos comenzaron a entrelazarse entre ellas, provocandole escalofríos a ambos chicos mientras recorrían el cuerpo del contrario con las manos. Queriendo tocar la mayor cantidad de piel que les fuera posible.

Cuando los besos ya no fueron suficientes, Derek tumbó a Stiles en la cama. Continuando el beso una vez que ambos estaban recostados en el colchón.

El lobo le quito la camiseta y los pantalones al contrario con extrema lentitud, era casi una tortura para el pobre humano. El cual ya estaba más duro que una piedra de obsidiana.

- Esto no es justo -Se quejó entre suspiros mientras Derek le besaba el cuello.- Soy una buena persona, no merezco esta clase de castigos.

- Esto no es un castigo -Susurró Derek mientras le mordía ligeramente la oreja.- Los castigos dueles, y créeme, lo que yo te voy a hacer te hará gritar por otras razones.

Ante las palabras, Stiles se sintió aún más caliente ¿Como era posible que Derek fuera tan jodidamente erótico? Seguro era su encanto de Hombre lobo, aunque no, mejor decir que era su encanto patentado de Derek Hale.

El adolescente se apresuró a ayudar al lobo a desvestirse, quedando ambos en boxers y observando idiotizados el cuerpo del otro.

Desesperado por sentir más placer, Stiles comenzó a frotarse contra la pelvis del contrario. El cual comenzó a hacer lo mismo demasiado excitado.

Cuando el juego previo al acto ya no les daba suficiente placer, Derek le bajó los calzoncillos a Stiles y volvió a besarle mientras con sumo cuidado comenzaba a prepararlo.

El ojimiel gimió al sentirse invadido, aunque rapidamente comenzó a moverse y a arquear la espalda en un intento de imitar los movimientos del mayor. Cuando el pelinegro tocó su próstata, se le dilataron tanto las pupilas que bien sus ojos pudieron ser completamente negros, iguales a los de la Nigromante. Pero no quería pensar en ella, solo quería concentrarse en Derek; en Derek y en su enorme polla partiendole a la mitad (La Derekonda busca cueva, y la encontró).

Una vez que el menor estuvo bien preparado, Derek se posicionó entre sus piernas y le besó con intensidad mientras con una mano acomodaba su miembro en la entrada del ojimiel. En in principio, comenzó a entrar lentamente, disfrutando de todas y cada una de las expresiones de su acompañante. El cual jadeaba y boqueaba al sentir lo que se le estaba introduciendo.

- Ya estoy dentro -Jadeó el pelinegro mientras sentía como las paredes de Stiles le aprisionaban.- Dime cuando estés listo y me moveré ¿Okay?

Stiles asintió como pudo, quedándose quieto e intentando acostumbarse lo antes posible a la intromisión del lobo dentro de su zona más vulnerable.

- Ya puedes moverte -Dijo el ojimiel luego de un par de minutos, aferrándose a la espalda del mayor.

Derek comenzó a moverse y, al hacerlo, Stiles clavó sus uñas en los homoplatos del pelinegro.

Derek fue aumentando gradualmente el ritmo hasta que su pelvis comenzó a hacer el típico sonido sexual de dos pieles chocando la una con la otra, sumándole los gemidos y jadeos de ambos. Aunque el peor era Stiles, el adolescente no se callaba nada, gritaba como si de verdad le estuvieran torturando. Con la única diferencia de que sus gritos eran de puro placer, música para los oídos del lobo.

Continuaron besándose y tocándose por alrededor de cuarenta minutos antes de que Derek se corriera, porque Stiles se había corrido dos veces anteriormente.

El problema fue que mientras Derek se corría, su pene comenzó a ensancharse. Haciéndose cada vez más grande hasta que ya no lo podía sacar del interior del menor. Stiles se asustó, sintiendo como el miembro se inchaba y le presionaba, causándole un ligero dolor.

- ¿Qué acaba de pasar? -Preguntó Derek.

- ¡Eso debo preguntarlo yo! -Se quejó Stiles.- Por Dios, ya sé que me hiciste... ¡ME ANUDASTE! Maldito chucho hijo de la... ¡NO TE MUEVAS, ME DUELE!

El pelinegro se encontraba en shock, no entendía por qué no podía salir de Stiles y menos por qué su miembro se había ensanchado. Definitivamente algo andaba mal.

NOTA DE LA AUTORA

No son ni las 12 AM y yo ya estoy escriviendo smut. Lo sé, soy genial. Okno XD no voy a ser tan engreída, es solo que me vino la inspiración.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos.

No Vuelvas A Irte ||STEREK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora