20

11.4K 1K 101
                                    

[NARRADOR]

Stiles observó hacia ambos lados, dirigiendo su mirada de Petra a Derek, los cuales aún se gruñían y se dedicaban miradas asesinas con sus ojos brillando en sus respectivos colores. El ojimiel notó cuando ambos lobos iban a acercarse hacia el contrario, por lo cual se levantó y se colocó de espaldas a Petra y frente a Derek.

- ¿Ocurrió algo? - Preguntó para que el lobo dejara de ver por encima de su hombro a la otra loba y centrara su atención en él.

- No - Murmuró Derek regresando en sí - Solo vine a ver cómo estabas.

- Estoy bien - Stiles estaba algo extrañado por la actitud de Derek - ¿Tú estás bien?.

- Yo mejor los dejo solos - Petra se puso de pie.

- Gracias por tu ayuda, Petra.

- Cuídate, chico.

Sin agregar más, la loba salió por la ventana de la casa ¿Por qué por la ventana? Pues porque al parecer todos los lobos tenían un fetiche con la ventana de Stiles o las puertas estaban sobre-valoradas.

- ¿Qué te ocurrió?

El pelinegro se quedó observando las suturas que Stiles tenía en la parte inferior de las costillas, cerca de la cadera.

- A la Nigromante le gusta lo rudo - Derek le miró mal - ¡N-no en ese sentido! Hablo de los entrenamientos.

- Como sea... - Murmuró el mayor.

Stiles no pudo evitar extrañarse aún más por lo que le dijo de su lobo, "su lobo", le gustaba como sonaban esas dos simples palabras en su cabeza. Llamenlo posesivo y lo que quieran, pero a él le encantaba la idea de que Derek fuera suyo y solo suyo, que él fuera la única persona la cual estaba logrando derribar aquellos muros de hielo que el mismo pelinegro había construido al rededor de su corazón.

Se acercó con pasos lentos a Derek y le dio un ligero golpe en el hombro, el mayor se sobó el brazo y Stiles no pudo evitar soltar una carcajada.

- ¿Tu padre viene a casa esta noche? - Le preguntó el mayor.

- No lo sé - El pelinegro le miró con sospecha - No me ha dicho nada.

- Espera un segundo - Derek sonaba enfadado - ¿Nadie más vendrá?

- Claro que no ¿Quién más vendría?

- No lo sé, tu madre o...

El pelinegro se quedó en silencio al ver la expresión con la que le miraba el menor. Por su parte, a Stiles le sorprendió que su acompañante le preguntara por su madre... cuando Derek sabía muy bien que su madre estaba muerta desde hace más de siete años.

Por alguna razón al ojimiel se le dio por mirar el cuello del hombre frente a él, revisando cada facción y cada rincón de piel expuesta que apenas podía ver. Entonces lo vio, en el cuello del mayor, cerca de su hombro, se veía una especie de cicatriz en forma de "X", la cual parecía hecha con un hierro quemado. Derek no tenía esa cicatriz, nunca la había tenido y nunca la tendría; porque los Hombres lobo no tienen cicatrices.

- ¿Quién eres? - Logró pronunciar Stiles.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de aquél sujeto que se veía como el mayor de los Hale, el ojimiel retrocedió sin desviar la vista de la persona frente a él. Este le sonrió, mostrando unos dientes que no eran para nada humanos, ni siquiera eran de lobo, era como si cada uno de sus dientes fueran solo colmillos. Eso era lo que se dejaba ver en su boca.

Stiles miró de reojo la puerta e intentó llegar a ella, pero el sujeto fue más rápido y le cogió por el cuello. Levantándole y ahogando cada grito que el chico intentaba soltar en búsqueda de que alguien le ayudara.

- Es inútil chico - Le dijo el sujeto, el cual aún se veía como Derek de no ser por los dientes y una sonrisa retorcida - ¿De verdad eres el Nogitsune? Me haces reír, solo eres un niño que se metió en donde no debería.

Stiles quiso responder, pero el hombre apretó aún más en su cuello, impidiéndole aún más la entrada de aire y la salida del sonido.

Tanteando con su mano, Stiles comenzó a buscar algo con lo cual conseguir quitarse al hombre de encima, le aterraba el saber que se veía como Derek, pero no, ese no era su Sourwolf. Logró tocar con dos dedos su bate de baseball y se estiró para cogerlo, con un movimiento rápido se aferró a él y golpeó al lobo en la cabeza, quitándoselo de encima.

El sujeto le soltó mientras se quejaba adolorido y Stiles logró mantenerse en pie para luego abrir su puerta y salir corriendo hacia el piso de abajo, justamente se encontró con su padre abriendo la puerta. El hombre le miró extrañado por la forma en la que su hijo se había precipitado hacia él.

Sin dejar que el Sheriff dijera nada, Stiles le arrebató el arma de la funda y la apuntó hacia el pie superior de las escaleras. Su padre se exaltó de repente y comenzó a pedirle que se calmara, pero el ojimiel no demostraba indicios de hacerlo; puesto que continuaba con la mirada perdida hacia el piso superior.

De arriba no venía ningún sonido, hasta que de repente se escucharon pasos que corrían por el suelo del segundo piso para luego abrir una ventana y regresar al silencio sepulcral.

Entonces Jhon comprendió que su hijo no se había asustado por nada, alguien había estado en el piso superior. Logró hacer que Stiles bajara el arma y se la quitó, comenzando a subir las escaleras mientras se aferraba al arma.

El ojimiel cerró sus ojos y se recostó contra la pared, dejándose caer mientras intentaba recuperar una respiración normalizada. Se llevó ambas manos a su aún adolorido cuello, para así poder masajearse un poco, pero el llevarse las manos solo empeoró aún más aquellos dolores y le produjo un escalofrío horrible.

. Ese maldito va a pagar.

Escuchó que murmuraba el Nogitsune con ira, ambos habían estado a punto de morir por culpa de ese sujeto, pero Stiles fue el que más lo había sufrido. Porque él odiaba la sensación de ahogarse, aún  más odiaba que le estrangularan; porque el caso de morir estrangulado era una muerte lenta y agónica, en la cual sentías como el aire lentamente abandonaba tus pulmones y como tu corazón comenzaba a latir cada vez más despacio.

Stiles sacudió su cabeza para quitar esos pensamientos de su menta cuando escuchó que su padre volvía a bajar las escaleras mientras guardaba el arma, el ojimiel volvió a ponerse de pie mientras su padre le hacía mil y un preguntas pidiéndole detalles de qué era lo que había ocurrido. Pero el joven humano no respondía, estaba en shock, un shock del que parecía no iba a salir por el momento.

- Será mejor que llame a Scott - Dijo el Sheriff más para sí mismo que para que su petrificado hijo le escuchara mientras acompañaba a este a la sala.

NOTA DE LA AUTORA:

Pobresito Stiles, alguien que mate a ese hijo de perra que tomó la forma de Derek para atacar a Stiles. Yo solo les voy a spoilear que es uno de los compañeros de la bruja, pero nada más mijos, se aguantan hasta el siguiente capítulo.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

No Vuelvas A Irte ||STEREK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora