[STILES]
Los días comenzaron a parecerme eternos, luego del encuentro con la Nigromante y de que Scott no parara de preguntarme que me había pasado, ya que según él huelo a ansiedad, se nos acabó el fin de semana y regresamos a clases. Si la primera vez me había molestado el apodo del "Monstruo Stilinski", ahora lo adoraba, ya que al parecer la fama de chico malo que me había conseguido por golpear al entrenador Finstock me hizo más popular.
- ¡Stiles, ven acá!
Seguramente estoy soñando, los del último curso me llaman para sentarme con ellos, incluso Isaac y Liam se quedaron en shock ante eso. Les miré, pidiéndoles permiso para ir, ya que me daba pena dejarles solos.
- Ve, hermano - Me dijo Liam sonriendo.
- Si, de todas formas yo tengo que ponerme a leer. Ve con ellos.
Una vez que mis amigos me dieron permiso, me acerqué hasta la mesa de los del último curso. Que me dejaran sentarme allí es como el logro más difícil, por no decir imposible, de toda la secundaria; ya que obviamente los de último curso solo se sientan con los de su misma élite, además de con uno que otro afortunado al que llamaban. En este momento yo era uno de esos afortunados.
Una vez que me senté con ellos, me mostraron que el vídeo del puñetazo a Finstock se había vuelto viral entre los estudiantes; que antes lo habían colgado en Internet pero que el director había obligado a quitarlo, pero que en los dos días que estuvo allí llegó a superar las cien mil visitas. Osea que mucha gente más además de los estudiantes había visto el vídeo, el cual por lo que me mostraron solo duraba cuarenta y dos segundos.
En un momento de la charla que dos de los chicos de último curso tenían me distraje, la Nigromante pasó frente a la mesa en la que me encontraba, siendo acompañada por otras dos chicas que iban hablando de una revista de modas; la italiana se me quedó viendo de reojo mientras pasaba a mi lado y yo desvié la mirada ¡Incluso sentí como el Nogitsune se encogió dentro de mí! Esa chica si que consiguió un logro, acojonar a un zorro demoníaco de nueve colas y mil años de edad.
Dejando de prestar atención a lo que esos chicos del ultimo curso decían, me puse de pie y caminé hacia la mesa en la que ella acababa de sentarse.
- ¿Podemos hablar? - Pregunté una vez a su lado - En lo posible a solas.
Micaela me miró por un par de segundos que me parecieron eternos, no recuerdo bien en qué momento cambió la capucha por unos lentes de contacto marrones, pero aún con ellos tenía una mirada penetrante.
- Está bien - Se puso de pie y volteó a ver a las chicas que la acompañaban - Ya regreso.
(...)
[NIGROMANTE]
Mientras nos alejábamos las dos chicas que por alguna razón habían comenzado a hablarme días antes rieron por lo bajo y comenzaron a murmurar acerca de como nosotros dos hacíamos una buena pareja ¿Esa era la idea que tenía de que yo fuera a hablar con Stiles? ¡JA! Pobres niñas ignorantes.
Salimos de la cafetería e instantáneamente Stiles comenzó a rascarse la nuca, casi podía escuchar a sus neuronas trabajando mientras él intentaba encontrar las palabras que decir.
- No tengo todo el día - Le dije con frialdad - Te daré cinco minutos para hablar.
- Está bien, me sirven cinco minutos - Comenzó a hablar - Escucha, lamento lo que pasó el otro día. De verdad lo siento, muchísimo. Es solo que... Perdí el control, no sé si lo entiendes, pero Allison era muy importante para mí.
Me quedé en silencio, prestando especial atención a sus palabras mientras él continuaba hablando. Me provocó gracia que hace dos minutos no supiera que decir y ahora me estuviera dando un monólogo, era como si lo hubiera ensayado, si no supiera que es hiperactivo de verdad creería que se lo escribió todo en el brazo.
- Y bueno... En resumen quiero decir que DE VERDAD lo siento mucho - Cogió aire para respirar - Lo siento muchísimo.
Asentí con la cabeza, entendiendo su punto de vista. Yo también me descontrolé cuando él habló acerca de mi pasado, luego casi golpeo a Petra por haberle dicho, pero recapacité y entendí que mi reacción fue mala, al igual que la de Stiles.
- ¿Cómo están tus golpes?
- ¿Uh? - Stiles seguramente no se esperó que le preguntara eso.
- Tus golpes, genio - Le expliqué - Te estampé contra varios árboles.
- A-ah, no te preocupes - Rió nervioso - Duelen un poco, pero me lo merecía. Así que no hay problema.
Rodé los ojos, nunca en mi larga vida he conocido a alguien que aceptara una paliza solo porque supuestamente "Se lo merecían". Normalmente nadie acepta las cosas que de verdad se merece.
- La comida de esta escuela es horrible - Dijo Stiles - ¿Quieres ir a por un café?
- ¿Me estás invitando a salir? - Alcé una ceja mientras sonreí con burla.
Stiles se ahogó con su propia saliva, comenzando nuevamente a rascarse la nuca mientras desviaba la mirada.
- No te pongas así, ya sé que no soy tu lobo - Le dije riendo - Y sí, vayámonos de una vez.
Stiles asintió y ambos nos escabullimos hasta su Jeep, aunque no contamos con que el estacionamiento de la escuela era completamente visible desde las ventanas de los salones superiores.
- ¡Demonios! - Murmuró Stiles - ¿Ahora qué hacemos?
- Déjamelo a mí, mi joven aprendiz.
Coloqué mi mano en el hombro de Stiles y comencé a arrastrarlo hacia su Jeep, él miraba hacia los salones con miedo de que nos vieran. Pero nadie podía hacerlo.
- ¿Somos invisibles? - Asentí ante su pregunta - Wow... Esto es ASOMBROSO.
- Sh... - Le callé - Alguien podría escucharte.
- Lo siento - Se disculpó.
Llegamos al Jeep y solo cuando nos subimos a este nos volví visibles, no iba a ser bueno que vieran un vehículo conduciéndose solo. Stiles aceleró y salimos del terreno del instituto como almas que se lleva el Diablo.
Una vez en el centro de Beacon Hills, Stiles me arrastró hasta una cafetería y, una vez sentados, comenzó a contarme acerca de sus años escolares. Incluso me contó que de niño era amigo de un tal Jackson Witthenmore , el cual al parecer estuvo metido en la manada y era un idiota.
- En fin... dejamos de ser amigos en primaria, cuando él consiguió a otros amigos mas "cool".
- Por lo que he visto, parece que a los chicos de tu generación les sobran los amigos - Me encogí de hombros - O por lo menos tienes los suficientes como para tirar algunos a la basura.
- Amén hermana - Stiles le dio un sorbo a su café - ¿Y qué hay de ti? No me has dicho mucho de ti pero sabes casi todo de mí, así que...
Dudé un segundo ¿Qué le puedo contar que no supiera ya? Seguro que Petra le dijo más de lo que debería haberle dicho y ya no tengo nada oculto.
- ¿Es verdad que conociste a Talia Hale? - Volvió a hablar Stiles - Me han dicho que era una gran mujer.
- Cuando yo la conocí era solo una torpe niña perdida en el bosque.
Stiles se quedó sorprendido, y no lo culpo, sé que hice un gran trabajo con Talia y que de esa pequeña niña débil no quedó nada.
Iba a continuar hablando cuando la puerta de la cafetería se abrió, yo estaba de espaldas a esta, pero aún así supe quien había entrado porque Stiles le miró con sorpresa y, además, le escuché soltar uno de sus gruñidos de perro. Me volteé a verlo.
- ¿No deberían estar en la escuela?
NOTA DE LA AUTORA:
Jeje... creo que es muy obvio quién es, en el siguiente capítulo no va a haber mucho de Stiles y Derek, pero hablaré del pasado de la Nigromante con Talia y Peter.
Tambien quiero avisar que a partir de ahora esta historia se actualizará todos los jueves. De esa forme tengo una rutina para seguir y no marearme con las historias.
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.