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- Tienes razón. Ryan ¿dónde esta Justin?

Él me sonrió y Ashley se limitó a asentir con la cabeza tras decirme un ten cuidado. Ryan me dijo que Justin estaba en la parada de trenes esperando uno que lo llevara bien lejos. Yo salí por la puerta dispuesta a decirle la verdad.

Al salir por la puerta Ashley miró atentamente a Ryan.

- ¿Por qué no te fuiste con él?
- Me parece que es bastante obvio...
- No, no lo es. ¿Por qué?
- Yo creía que tú estabas embarazada... y no quería dejarte sola. Estaba dispuesto a formar una familia siempre -hizo una pausa- y que tú quisieras.
- Pero tú no me querías, todo fue un plan para así poder vigilarnos mejor
- Desde el primer día que te vi sentí algo por ti... intenté esconderlo porque me asustaba ese sentimiento que nunca antes había sentido y por eso me engañaba a mi mismo diciéndome que si estaba contigo era para vigilarte pero no era así.
- ¿Y por qué era? - aunque la verdad era que Ashley ya lo sabía, simplemente quería oírlo de su propia boca.
- Porque lamentablemente me enamoré de ti... te quiero Ashley, esa es la verdad.
- Pero me engañaste...
- Si y no sabes cuánto me arrepiento de eso.
- ¿Puedo saber la verdad? Quiero saber toda la historia.
- Lo siento Ashley pero Justin debe estar aquí cuando lo cuente. Esta historia nos incumbe a los dos y sobre todo a él.
- Está bien... pero no quiero más mentiras.
- Te lo prometo. No más mentiras. - en ese momento él se acercó a ella para besarla pero ella lo apartó. - ¿Qué pasa? ¿No te gusto?
- No es eso... es que estoy saliendo con Kameron...
- ¡¿QUE?! Es una broma, ¿verdad?
- No... ayer en la discoteca... - pero no la dejó terminar, se puso a gritar como un loco.
- ¡No lo puedo creer! ¡Y tú dices quererme! Si me quisieras no te liarías con el primero que se te asoma.
- ¡Estaba dolida! ¡Quería demostrarte que conmigo no se juega!
- Ya claro... ¿ahora se le llama así a ser una puta? -

Ryan no media sus palabras las cuales le estaban haciendo mucho daño a Ashley.

- ¡Soy idiota! No tengo porqué darte explicaciones. ¡Porque tú y yo no somos nada! ¡Nada!.-

Mientras yo corría y corría. Temía llegar tarde y que Justin se hubiese ido. Al llegar a la estación fue difícil encontrarlo ya que no sabía el lugar de destino. Pero algo me inducía hacia un lugar yo seguí ese instinto y entonces lo vi estaba a punto de subirse al tren. Su cara estaba oculta bajo la capucha de la chaqueta posiblemente para que nadie lo reconociera pero yo no tenía ninguna duda era él.

Todos los momentos que había vivido junto a él aparecieron ante mí. Las imágenes venían y se iban como si se tratara de un video. Él estaba ya casi arriba del tren pero yo grité con todas mis fuerzas.

- ¡JUSTIN! ¡JUSTIN! ¡JUSTIN! -

Para mi alivio él se giro. Y cuando me vio corrió hacia a mí, yo también corrí en su dirección y nos fundimos en un gran abrazo. Yo comencé a llorar de alegría no se había ido.

- ¿Qué haces aquí? - me preguntó después de unos cuantos besos.
- No podía dejar que te marcharas... tengo que decirte algo.
- Oh Amy, ¡yo también! No sabes lo que he sufrido estos últimos años... pero aquel día cuando te vi fue como si una estrella guiara mi camino. Desde entonces he cambiado he vuelto a ser el de antes. He vuelto a sentirme lleno y he vuelto a querer. No sabes cuánto te quiero. Siento haberte engañado... -

Pero él se calló. Yo comencé a retorcerme, me dolía muchísimo la tripa era como si me clavaran miles de cuchillos.

- Justin... me duele...
- Amy amor... ¿qué te pasa? ¡Amy!
- Vete... si te ven y te reconoc... - el dolor volvía - Vete no... quier... qu... te...
- Shhh, ¡no hables! No te pienso dejar estoy aquí contigo. -

Los gritos cada vez aumentaban más Justin empezó a llorar no sabía qué hacer eso lo superaba entonces de repente Amy perdió el conocimiento.

- ¡Amy! ¡No! ¡Despierta!

Los gritos inundaron pronto la estación. Mucha gente se paraba a mirar pero nadie ayudaba hasta que un hombre llamó a la ambulancia intentaba tranquilizar a Justin, pero él estaba histérico. Él no sabía lo que me pasaba y eso lo estaba volviendo loco.

La ambulancia no tardo en llegar. A Justin no le importó el hecho de que lo podían descubrir pues ahora lo que realmente le preocupaba era el estado de Amy.

Mientras Ashley y Ryan estaban en casa. Cada uno en una punta diferente de la casa. Eran tan orgullosos que ninguno de los dos daría su brazo a torcer. De pronto sonó el teléfono. Ashley lo cogió.

- ¿Si?
- ¡Ashley! Amy está muy mal...
- ¿Justin eres tú? ¿Qué le has hecho maldito cabrón?
- Ashley... tienes que venir al hospital...
- ¿En que hospital estás? ¡Si le has hecho algo, te mataré!

Justin le dijo el sitio donde se encontraba el hospital. Al colgar el teléfono Ryan fue a toda prisa con Ashley.

- ¿Qué ha pasado? - preguntó Ryan, ella simplemente lloraba...
- Amy está... en el hospital...
- ¿Qué le pasó?
- No lo sé... solo sé que está mal.
- Vamos, yo conduzco.

Secuestrada en mi propia casa. ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora