- ¡Contesta!
- Lo... lo... prometo.
- Está bien... entonces sólo tienes que mirar el periódico de mañana y sabrás la verdad.
- ¿Cómo? no te entendí.
- Y no lo entenderás... sólo tienes que mirar el periódico de mañana.
- ¿Y como sabré que buscar?
- Te aseguro que lo encontrarás antes de lo previsto.
Yo definitivamente no entendía nada. ¿Qué tenía que ver el con el periódico? Pero algo en su mirada me decía que estaba diciendo la verdad. De pronto escuché pasos y acto seguido las risas inundaron la habitación. Eran Ashley y Ryan, acababan de llegar. Ashley saludó a Justin alegremente y al pasar por mi lado me ignoró. Se dirigió hacia su habitación dejándonos allí solos.
- Está un poco cansada... – La excusó Ryan.
- Ya... y supongo que en parte es por mi culpa, ¿no?
- Pues sí.
- ¿Amy, te importaría dejarnos solos? Necesito hablar con él.
- No pienso irme de aquí. No sé que traman pero no los voy a dejar solos ni un minuto.
- ¡Vamos Amy! Sólo necesito intimidad, ya sabes cosas de hombres. –
Yo fruncí el ceño, no me lo había tragado pero no me apetecía quedarme allí con ellos así que finalmente acepté y me fui hacia la habitación de Ashley. Al entrar vi que se estaba arreglando. La verdad era que desde que ella y Ryan estaban juntos algo había cambiado. Su alegría había aumentado y tenía un brillo en la mirada que la hacía diferente. Ashley al ver que había entrado a la habitación se giró hacia mí y puso cara de enfado.
- ¿Qué quieres?
- Quiero hablar contigo sobre lo que ha pasado antes...
- Pues tengo prisa, aunque no te guste voy a salir con Ryan, así que si quieres algo rapidito.
- No quiero estar peleada contigo...
- Te lo has buscado tu solita.
- Ashley... Entiéndelo sólo quiero lo mejor para ti.
- ¡Ja! ¡Lo mejor para mí! Si de verdad lo quisieras no te opondrías a nuestra relación.
- Tengo mis motivos...
- Ah, ¿sí? ¿Cuáles? – dijo mirándome muy seriamente. Pero yo era incapaz de decirle la verdad sabía que si lo hacía Ashley sufriría mucho y no quería eso para ella.
- No tengo motivos...
- Lo sabía. Pero ya no tienes de que preocuparte, en cuanto pueda me voy de esta casa.
- ¡¿QUÉ?! – me había quedado helada no era posible. Desde muy pequeñas Ashley y yo habíamos sido amigas, nuestro sueño siempre había sido compartir piso y poder vivir juntas hasta que encontráramos al hombre de nuestros sueños y ahora ella se iba...
- No quería llegar hasta este extremo pero no puedo vivir con alguien que sólo piensa en su propia felicidad. – eso era el colmo, '¿qué solo pensaba en mi felicidad?' Si así hubiera sido en ese momento le hubiese explicado toda la verdad pero prefería que ella pensara lo peor de mí a ser yo la que le abriera los ojos.
- No te puedes ir... – fue lo único que atiné a decir. –
Ella me miró por última vez suspiró fuerte y abrió la puerta dispuesta a marcharse.
- ¡Espera! Lo... lo... siento. Si tú eres feliz con él, no me opondré a su relación, pero no voy a permitir que te haga sufrir, ¿me oyes? –
Ella se giró y me propinó una de sus sonrisas. Corrió hacia mí y me abrazó.
- No sabes las ganas que tenia de escucharte decir eso. En el fondo necesitaba tu aprobación.
En otro lado de la casa dos chicos se encontraban charlando acaloradamente.
- ¡Te dije que no quería que te encapricharas con la rubia!
- ¡Y no me he encaprichado!
- ¡Oh, vamos! Amy me ha dicho que están saliendo o acaso, ¿me lo vas a negar?
- No, no te lo voy a negar... Pero Ashley, no es un capricho ¡yo la quiero de verdad!
- ¿Tú y querer en la misma frase?, no seas cínico por favor -dijo riendo.
- Que tú seas un insensible incapaz de superar el pasado no quiere decir que los demás lo seamos – Justin se encogió de hombros, acorraló a Ryan contra la pared, estaba preparado para golpearlo. De pronto escuchó unas voces, se giró y vio como Amy y Ashley los miraban atónitas.
- Esto... esto... – pero Justin no sabía qué decir.
- Es nuestra forma de jugar. Somos unos brutos. – terminó de decir Ryan.
Yo sabía muy bien que eso no era así. Ellos habían discutido de eso estaba segura pero la cuestión era ¿por qué? Decidí no preguntárselo en ese momento ya que Ashley estaba presente. Finalmente acabamos saliendo los tres juntos ya que como siempre, Justin decidió quedarse en casa. No podía entender como con todo el tiempo que llevaba en casa no había salido a la calle ni un solo día.
Al día siguiente al despertarme lo primero que hice fue vestirme lo más rápido posible entonces las palabras de Justin retumbaban una y otra vez en mi mente 'sólo tienes que mirar el periódico de mañana y sabrás la verdad'. Por más que le daba vuelta no lograba entender nada. Así que decidí ir a la universidad y el primer quiosco que encontrara compraría el diario del día. Al salir de la habitación me encontré con que Justin ya estaba despierto.
- Buenos días... – me dijo. Yo cada vez lo entendía menos, últimamente estaba muy simpático conmigo...
- Hola – le contesté.
- Antes de que sepas la verdad quiero que sepas algo. – me hizo una señal para que me sentara a su lado y yo obedecí.
- No sé qué es lo que me pasa contigo pero, consigues sacarme de mis casillas y hacer salir a un Justin que hacía mucho tiempo que mantenía guardado.
- ¿Cómo? – él me hizo callar.
- Eres la única que me hace estremecer y sentirme bien a la vez, cada vez que te veo una calidez se apodera de mí y hace que el Justin frío que soy desde hace mucho, desaparezca.
- Justin... no entiendo por qué me dices todo esto.
- Sé muy bien que en cuanto leas el periódico hablar así contigo será imposible... así que quiero sincerarme ahora.
- Pero... – él me hizo callar de nuevo.
- Déjame terminar Amy lo que pasó la otra noche fue... – pero alguien acababa de golpear la puerta.
- Vaya parece que siempre nos tienen que interrumpir. –
Yo fui abrir la puerta y vi que era Tom, venía a buscarme para ir a la universidad. Yo me despedí de Justin y me fui con él. Al cerrar la puerta, Justin susurró algo.
- La otra noche fue la más maravillosa de mi vida... – eso era lo que iba a decir antes de que nos interrumpieran pero el destino quiso que yo no lo escuchara.
Ese día al acabar la universidad le dije a Ashley y Ryan que no me esperaran y me fui directo al quiosco que encontré al entrar pedí el periódico del día, lo pagué y salí corriendo. Al salir corriendo busqué un sitio donde sentarme y comencé a pasar las hojas. La verdad parecía estúpido como iba a encontrar un artículo que ni siquiera sabía lo que decía. Y entonces sin ni siquiera buscarlo lo encontré allí en medio de la página con un titular bien grande y su foto... fue en ese momento cuando sentí que el mundo se caía sobre mi y recé para que aquello que estaba leyendo no fuera cierto.
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Secuestrada en mi propia casa. ➳ j.b
Teen FictionEsta historia es diferente a todas las demás pero a la vez tan parecida. Cuando me pongo a pensar todo lo que vivimos, pienso cómo es posible que nuestra historia terminara así. Aún puedo recordar el primer día en que nos vimos por primera vez. Fue...