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Diego tenía los ojos cerrados. Hacía rato que había adivinado el destino que iba a correr por eso cuando Justin apretó el gatillo, esperaba que esos fueran a ser sus últimos segundos con vida. Pero entonces algo pasó. Todo fue como en las películas, Susanne se interpuso entre la bala y Diego. Justin soltó la pistola y corrió hacia ella.

- ¡NO! -

La bala le había dado de pleno en el pecho. La herida estaba sangrando mucho. Justin estaba en el suelo, tenía en brazos a Susanne y no paraba de llorar.

- ¡No te mueras! ¡No te mueras! ¡Te perdono pero no te mueras! - Justin no paraba de repetir estas palabras una y otra vez. Susanne no tenía fuerzas ya para nada. Simplemente observaba a Justin y le acariciaba la cara.
- Te quiero... - y tras decir esto su cuerpo dejo de latir. Sus ojos se quedaron abiertos y sin brillo. Había muerto. Esas fueron las últimas palabras que Susanne le había dedicado.

Justin todavía la tenía entre sus brazos se balanceaba de delante hacia atrás y repetía una y otra vez las mismas palabras 'no te mueras'. Y fue en ese estado como lo encontró la policía. Diego la había llamado. El primero en acudir fue Ryan quien al ver la escena se quedo paralizado. Su hermana estaba en el suelo sobre los brazos de Justin, quien tenía todo el cuerpo manchado de sangre. Su corazón le decía que eso no podía estar pasando que tenía que haber un mal entendido pero los hechos le mostraban otra cosa.

- Después de esa noche las cosas nunca volvieron a ser como antes yo perdí a mi mejor amigo y a mi mujer a la misma vez. Desde ese día Ryan me odió, él fue quien se encargo de que no tuviera posibilidad de salir inocente hizo todo lo posible porque me encerraran en un calabazo hasta el final de mis días y lo consiguió. Ni siquiera quiso escuchar mi versión de los hechos pues con la de Diego le bastaba aunque claro su versión no fue del todo cierta. Le dijo a todo el mundo que esa noche yo había entrado a casa y que al ver que Susanne estaba con Diego, me había puesto como loco dijo que ellos tan solo estaban hablando y que yo me había montado mi película... dijo que le disparé a ella... El muy idiota no quiso reconocer que él era su amante y menos delante de Ryan. ¿Y quién me iba a creer a mí? Pero finalmente Ryan lo hizo, habló conmigo. Por lo visto había leído el diario de su hermana. Le costó perdonarme pues al fin y al cabo yo la había matado. Yo cada día estaba peor, no tenía fuerzas para vivir y encima mi vida en la cárcel era un pesadilla corrió el rumor de que había matado a una mujer embarazada y eso no les hizo ni pizca de gracia la mayoría de gente estaba ahí porque había robado o porque no tenía dinero para pagarse un buen abogado. Todos los días recibía palizas y fue entonces cuando Ryan comprendió que si no me sacaba de allí acabarían por matarme. Después de muchos meses conseguí que me perdonara. Entonces trazamos un plan... Él me ayudaría a escapar. Ese día cuando me sirvieron la comida golpee al guardia y salí de allí. Ryan me estaba esperando al final del pasillo. Los dos conocíamos una entrada secreta. Eran muchos los años que había trabajado allí. Y así fue como conseguí escapar de la cárcel. A partir de ese momento Ryan ya no podía hacer nada más. Él me acompañó en mi viaje hasta que empezaron a echarlo en falta y tuvo que volver para que no sospecharan aunque claro siempre estábamos comunicados. Uno de esos días en los que yo estaba muy débil, entré en un bar, bebí tanto como quise pero entonces el dueño del local me reconoció lo pude ver en sus ojos. Salí de allí lo más rápido que pude y me escondí en un callejón... Detrás de aquel conteiner. Y entonces apareciste tú. Al verte pensé que eras un ángel que había venido a por mí. Entonces cuando llamaste a la ambulancia me puse muy nervioso, me iban a encontrar por eso me escape de allí. Pero por una extraña razón, no podía parar de pensar en ti. Necesitaba verte aunque solo fuera una vez más por eso te seguí fui hasta tu universidad. Y entonces se me ocurrió una idea, tú me habías visto y en cualquier momento podrías delatarme... así que me hice creer a mi mismo que iba a secuestrarte así tendría un sitio donde vivir y comer sin que nadie sospechara nada pero la verdad era otra, me había enamorado de ti sin que yo lo supiera. Y bueno el resto creo que ya la sabes... -

Tanto yo como Ashley nos habiamos quedado con la boca abierta. Justin las miraba atentamente como esperando un gesto que demostrara todo el desprecio que sentían hacia él al saber la historia completa pero ninguna de las dos dijo nada.

- Supongo que ahora no querrás nada conmigo... - dijo Justin.

Ryan le hizo una seña a Ashley para que nos dejaran solos. Ese momento solo nos pertenecía a él y a mí.

- ¿No vas a decir nada? - Justin se estaba poniendo muy nervioso pues mi silencio le hacía pensar lo peor.

Justin me había hecho una pregunta pero en ese momento estaba en shock. La historia que me acababa de contar era más fuerte de lo que pensaba... Justin si había matado a su mujer puede que no directamente pero lo había hecho. En ese momento no sé lo que sentía. ¿Rabia? No... ¿Decepción? Tampoco... ¿Dolor? No... era más bien miedo, miedo por no hacer lo correcto, miedo a equivocarme y no poder dar marcha atrás. De pronto recordé todos los momentos que había pasado con Justin, merecía la pena correr riesgo. Arriesgarte por la persona que quieres y confiar en ella y dejar de lado el miedo, si eso es lo que iba a hacer.

- Amy pégame, insúltame pero por favor dime algo. - suplicó Justin.

Secuestrada en mi propia casa. ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora