- Si...
En ese momento él rompió la poca distancia que quedaba entre nosotros, me empezó a besar con una furia contenida y una pasión que me hizo estremecer. Sus brazos rodeaban mi cintura como si temiera que me fuera a escapar. Poco a poco se fue separando de mí y me sonrió.
- Esto es hacer lo que uno siente.
- ¿Quieres decir que te apetecía besarme? – dije y él comenzó a reír.
- Creo que ha quedado bastante claro. –
Él se volvió a acercar a mí. Por un momento pensé que me volvería a besar en los labios pero para mi desgracia me dio un tierno beso de buenas noches en la mejilla. Y me dejo allí confusa. Él decía que había quedado bastante claro pero no era así. Ahora estaba más confundida que antes. Para mí esa había sido una insinuación clara de que me deseaba... dos besos en una misma noche, eso debía de significar algo.
A la mañana siguiente mientras Ashley y Amy estaban en la universidad, Justin volvió a llamar por teléfono como tantas veces había hecho. Sabía que Amy no se iría de la lengua pero le apetecía charlar con su amigo. Marcó su número de teléfono y espero a que alguien contestara.
- ¿Si? – Se escuchó una voz al otro lado del teléfono.
- Escucha, ¿qué tal todo por ahí?
- ¡Genial! No sabes lo contento que estoy de que me dieras este trabajo.
- ¡Escucha! No quiero que hagas tonterías, ¿de acuerdo?
- Tranquilo yo controlo. Simplemente quiero divertirme.
- ¿Estás seguro que solo es eso?
- ¡Sí! No seas paranoico. ¿Y tú qué? Debes estar aburrido todo el día encerrado en casa.
- La verdad que si... aunque tengo alguna que otra diversión.
- ¿Qué clase de diversión? -preguntó el amigo de Justin
- Pues verás es Amy, la castaña.
- Si, ¿qué pasa con ella?
- Pues que la tengo loca.
- no te creo -dijo y río.
- Te lo digo en serio... y bueno un par de miradas y algún que otro beso y la tengo en mis pies.
- ¿ya la has besado?
- Si unas tres veces o así.
- Tú no pierdes tiempo compadre, eres un as. Y luego me dices a mí.
- Lo mío es diferente, piensa que si consigo que este loquita por mí, si algún día descubre la verdad no se atreverá a entregarme.
- Estás en todo... –
Pero la verdad era otra, él estaba cayendo en su propio juego y pronto no podría salir de él. Por ese entonces, él no quería admitir lo que sentía, tanto él como Amy sabían que los besos que se habían dado les habían hecho sentir cosas que no tenía previstas y todo lo que había pasado la noche anterior lo había sentido de verdad. Cada vez Amy estaba más presente en su mente y eso le producía cierto temor aunque nunca lo admitiría.
- ¡Oye! Esta mañana compré el periódico, mira ves a la pagina 22. – él cogió uno de los periódicos que habían traído y lo abrió por la pagina que le había dicho.
- ¡Dios mío! Cada vez soy más importante.
- Yo que tu andaría con cuidado, va a ser difícil que ninguna de las dos lo vea.
- Por el momento he roto todos los artículos en que salía. Si ves que alguna de las dos lo compra intervén...
- Claro me será muy fácil. Bueno tengo que colgar... adiós.
Justin dejó el teléfono sobre el sofá y comenzó a romper el artículo en muy pequeños pedacitos. Él estaba harto de tener que hacer siempre lo mismo pero era preciso sino quería que ninguna de las dos nos enteráramos.Esa noche Ryan iría a casa a cenar. Ashley lo había invitado. Últimamente se habían hecho muy amigos y Ashley quería enseñarle el departamento. Yo no estaba muy conforme pues no me hacía gracia que viera a Justin, al fin y al cabo él era un psicópata que al mínimo error se encargaría de hacernos desaparecer del mapa. Le había explicado a Justin que alguien vendría y se había enfadado bastante. No entendía su enfado pues, ¿a él que más le daba?
Durante toda la tarde ninguno de los dos mencionó nada de los besos de la noche anterior por lo que deduje que no había sido importante para él. No podía evitar sentirme furiosa pero mis pensamientos fueron interrumpidos alguien había golpeado la puerta. Yo me levanté dispuesta abrir pero Ashley salió corriendo y se me adelantó. Me la quedé mirando, definitivamente esta chica se había vuelto loquita por Ryan. ¿Desde cuando alguien se viste así para cenar en su propia casa? La respuesta estaba al otro lado de la puerta.
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Secuestrada en mi propia casa. ➳ j.b
Teen FictionEsta historia es diferente a todas las demás pero a la vez tan parecida. Cuando me pongo a pensar todo lo que vivimos, pienso cómo es posible que nuestra historia terminara así. Aún puedo recordar el primer día en que nos vimos por primera vez. Fue...