Amy y Ashley seguían en el parque. Ashley no sabía que decirle a su amiga, y sentía que de alguna manera ella la había traicionado.
- Lo... siento... – dije y acto seguido comencé a llorar.
- No llores, yo no tengo nada de que perdonarte porque no me has hecho nada. – ella me abrazó con fuerza era su manera de decirme que iba a estar ahí y que juntas saldríamos adelante.
- Ashley... ¡no sé qué hacer!
- ¿Tú quieres tener al bebé? – pensé la pregunta pero en realidad desde antes de salir de la consulta sabía la respuesta.
- Sí...
- Pues entonces yo te voy a ayudar para que salgas adelante. Juntas podremos.
- Ashley tengo mucho miedo. No quiero que Justin le haga nada a mi bebé como hizo con su anterior... – pero no pude seguir pues comencé a llorar más fuerte.
- Shhhh no pienses en eso. No le diré nada a Justin. Pero no podrás esconderlo para siempre.
- Lo sé... será sólo por algún tiempo mientras pienso que hacer. ¿Puedo preguntarte algo? – me dijo ella muy seria.
- Claro – le contesté.
- ¿Estás enamorada de Justin? Es por eso que aunque sepas quién es no lo quieres denunciar.
- Si... intento odiarlo, pero no puedo aun sabiendo quien es no puedo...Finalmente nos levantamos del banco y fuimos hacia la puerta del hospital donde habíamos quedado con Ryan. Pero al llegar vimos que no estaba. Después de mucho esperar hartas decidimos volver a casa sin él. Pero al llegar al auto vimos que había un papel en el parabrisas. Ashely lo cogió y lo leyó en voz alta.
- 'Chicas voy a confiar en ustedes. Me voy a casa. Tómense el tiempo que quieran, Ryan'. – Ashley se quedó sorprendida y una sonrisa se le dibujó en el rostro.
- ¿Tú también te has enamorado de él, verdad? – le pregunté.
- Si... parece que nos gusta sufrir...Finalmente las dos nos fuimos. Al llegar a casa nos encontramos con Tom y Kameron.
- ¡Hola chicas! Vaya, ¿qué les paso? – preguntó Kameron.
- Si es cierto...tiene toda la cara de negro. – en ese momento las dos comenzamos a reír.
- Eso es el rimel. Es que hoy nos pusimos sentimentales... – les contestó Ashley.
- Oye ¿les apetece salir esta noche? –Ashley me miró alarmada, la única vez que habíamos aceptado una cita con ellos era el día de la apuesta, y esta vez era yo la que se lo proponía. Los chicos me miraron con una mezcla de sorpresa y felicidad.
- ¡Claro! – contestaron al unísono.
- Vale pues nos vemos a las diez. ¿Nos avisan cuando estén listos? – volví a preguntar. Ellos contestaron que sí y se fueron muy contentos.
- ¡Tú estás loca! – exclamó Ashley – ¡Y encima porque me metes en el saco! Yo no quiero salir con ellos.
- Ashley, vamos piensa un poquito y seguro que encuentras la respuesta.
- ¿Qué tramas?
- Te daré una pista Ryan y Justin.- ¿Qué tiene que ver ellos en esto?
- ¡Por Dios Ashley! Piensa.
- ¡Eso intento!
- Pues no lo parece
- ¡Amy!
- Está bien... ellos piensan que nos vamos a pasar el día encerradas en casa lamentándonos. Pues se equivocan esta noche para empezar nos vamos por ahí con los vecinitos...
- Pero Ryan vendrá a vigilarnos...
- ¡Acertaste Ashley! Eso es precisamente lo que quiero.
- Sigo sin entender...
- Si Ryan viene y ve que entre ellos y nosotras hay algo se pondrán furiosos y verán que con nosotras nadie juega.
- ¡Ah no esto sí que no! No pienso fingir salir con Kameron...
- ¡Vamos Ashley! ¡No seas tonta!Al final Ashley aceptó aunque a regañadientes. Al entrar en casa nos encontramos con que Justin y Ryan, estaban sentados en el sofá como siempre.
- Dios... ustedes se pasan la vida ahí... van a hacerle un agujero al sofá... – acto seguido las dos comenzaron a reír.
- Vaya... se volvieron chistosas – dijo Justin muy serio.
- ¡Pues mira si! Me hacía falta aire fresco. – le contesté.
- Por cierto esta noche salimos. – dijo Ashley.
- ¡¿Cómo?! – exclamó Ryan.
- Si ya lo sé... vendrás con nosotras... no hace falta que lo digas. ¿Pero sería posible vigilarnos a distancia? No me gustaría que espantaras a nuestros acompañantes.Las dos chicas muy orgullosas de sus actos y de cómo los habían dejado se fueron a sus habitaciones a cambiarse.
- ¡Definitivamente no hay quien entienda a las mujeres! – exclamó Ryan. – Hace un momento estaban llorando y ahora...
- ¡Arréglate no quiero que las pierdas de vista! Su comportamiento me da que pensar... sé que algo nos esconden...
- Si tú lo dices... –Tanto Ashley como yo estábamos guapísimas. Nuestro objetivo era que al salir de la habitación Justin y Ryan se quedaran boquiabiertos. Nos miramos al espejo y comenzamos a reír.
- Me siento como una quinceañera... – dijo Ashley riendo a carcajada limpia.
- ¡Tienes razón! Esto de querer darle celos ha sido lo mejor que se me ha podido ocurrir.
- ¿Viste sus caras cuando se lo dijimos? esperaban que nos quedáramos en casita lamentándonos.
- ¡Nos han subestimado esos dos! Se van a enterar de que con nosotras no se mete nadie sin salir mal parado. – Ashley se acercó a mí y tocó mi panza.
- ¡Tienes una mami que está loca! Espero que tú no salgas como ella. – ante este comentario yo me puse seria de golpe. – lo siento... no quería recordarte que...
- No es eso... es que no sé si estoy haciendo lo correcto...
- No te entiendo. ¿A qué te refieres?
- Es que verás la salida de hoy no es solo para ponerlos celosos...
- Sabía que tramabas algo más.
- Quiero acostarme con Tom... y hacerle creer que el bebé es suyo y no de Justin.
- ¡¿Qué?! ¡No puedes hacer eso!
- ¡Tom sería el padre perfecto!
- Si seguramente, ¡pero no el verdadero!
- Yo sólo quiero que él tenga lo mejor...
- _Amy tú siempre dices que odias las mentiras. ¡No hagas que tu vida sea una mentira! ¡Amy mírame a los ojos! – yo me giré y la miré directamente a los ojos. – Ese niño tenga padre o no, nunca le va a faltar de nada y no necesitas una mentira para hacerlo más feliz pues tú serás la mejor mamá del mundo.
- ¡Gracias Ashley! – yo me tiré a sus brazos y comencé a llorar. – Estoy aterrada... si Justin se entera temo que haga lo que le hizo a su otra mujer...
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Secuestrada en mi propia casa. ➳ j.b
Ficção AdolescenteEsta historia es diferente a todas las demás pero a la vez tan parecida. Cuando me pongo a pensar todo lo que vivimos, pienso cómo es posible que nuestra historia terminara así. Aún puedo recordar el primer día en que nos vimos por primera vez. Fue...