- ¡Vaya que guapas están! – dijo Kameron.
- Si ya ¿nos vamos?
- Que directa... – Ashley se le acercó y lo arrinconó contra la pared.
- Quiero que les quede bien clarito a los dos. – dijo mirando a Tom – que esto no quiere decir que vayamos a salir con ustedes más días ni nada por el estilo. Aquí mi amiga tuvo una idea estúpida y como consecuencia tenemos una cita estúpida porque eso es lo que es, ¿de acuerdo?
- Vamos Ashley suéltalo. – le dije – Me parece que ha aprendido la lección.
- Oye y a tu novio Amy, ¿le parece bien? – preguntó Tom.
- ¿Mi novio?
- Si el chico con el que llegaste dijo que era tu novio, ¿no?
- Estaba de broma no es mi novio es un... amigo. –
En ese momento pude ver como una chispa se encendía en los ojos de Tom. Pero lo que yo no sabía es que Justin observaba la escena, por la ventana.
- ¿A dónde vamos? – pregunté.
- Eso es una sorpresa, vamos. Conducimos nosotros.
Durante el trayecto en el auto, tuvimos que aguantar las continuas bromas sobre la forma de conducción de Ashley.
- Es que ya se sabe, mujer al volante, peligro constante.
- ¡Tengamos la fiesta en paz! Si vuelven a hacer otro comentario machista me bajo del auto aunque este en marcha.
- Tranquila Amy, era una broma... tampoco era para ponerse así.
- Basta chicos. Intentemos pasar la noche lo mejor que podamos...
Pero las cosas no pasaron como yo había pensado. Al llegar al sitio vimos que los chicos nos habían llevado a una discoteca. A Ashley y a mí nos encantaban así que nos pusimos como locas, hacia tanto que no salíamos juntas a causa de la universidad. La noche trascurrió bastante bien. Ashley y yo bailábamos muy animadamente reíamos y nos lo estábamos pasando en grande. La verdad es que la noche no fue tan mal como habíamos pensado descubrimos otra faceta de ellos. Eran divertidos y simpáticos. Pero los problemas estaban por llegar. Ashley estaba cansada y fue junto con Kameron a la barra yo me quedé bailando con Tom. En ese momento empezó a sonar una canción lenta. Yo ya no sabía lo que hacía, había bebido un poco más de la cuenta y mis sentidos no respondían. Tom se aprovechó de la situación y me besó. Yo al principio me quedé parada pero luego seguí el beso. Cada vez la cosa se fue calentando los besos cada vez subían mas de tono hasta que el metió las manos por dentro de mi polera lo que provocó que yo aterrizara. Lo aparte de mí.
- Llévame a casa.
- Pero...
- He dicho que me lleves a casa por favor.
- Está bien.Al final nos fuimos todos. Ashley que no había visto nada no paraba de preguntarme con la mirada que había pasado pero yo no tenía ganas de hablar. Ni siquiera sabía porque había besado Tom. Lo único que quería era olvidarme de todo sacarme de la cabeza a Justin que por alguna extraña razón seguía ahí, atormentándome.
Finalmente llegamos a casa nos despedimos de los chicos y entramos en casa. Todas las luces estaban apagadas por lo que dedujimos que Justin estaba durmiendo. Ashley se fue directo a su habitación pero yo me dirigí hacia el balcón. Necesitaba respirar aire fresco. Poner en claro mis ideas. Al salir el viento agito mi pelo una sensación de libertad me invadió, entonces a mi espalda escuché una voz. Me giré, era Justin, estaba mirándome con esos ojos que tanto me mataban. Él se acercó al bacón.
- ¿Te divertiste?
- Más que nunca. – mentí.
- Ya... supongo que los besos de Tom te han animado, ¿no?
- Pero... tú... ¿Cómo... sabes que yo y Tom...?
- Ya te lo he dicho, las tengo vigiladas las 24 horas del día. – dijo y río.
Yo me giré hacia él y lo comencé a golpear con los puños. Estaba harta de sentirme vigilada, no me gustaba en absoluto. Nunca nadie me había controlado y mucho menos ahora era algo que conseguía sacarme de mis casillas. Él me cogió de los brazos. Y me miró a los ojos acto seguido me besó.
Era la segunda vez que me besaba, esta vez noté sus labios más cálidos y acogedores. Por un momento me olvidé de todo simplemente disfruté del beso. Pero la realidad era muy distinta me estaba besando con un chico que no conocía de nada y que encima me tenía secuestrada. Con ese beso había conseguido que me olvidase de toda la rabia que llevaba por dentro, y de la cual él era el causante. Entonces se separó de mí como la otra vez. No quería que ese momento llegara, el momento en que tendría que abrir los ojos y ver ese rostro frío seguramente se habría reído de mí, solo quería confundirme y lo había conseguido.
- ¿Por qué me besaste? – pero su respuesta fue muy diferente a lo que esperaba escuchar.
- ¿Nunca te cansas de buscarle la lógica a todo? Carpe Diem.
- ¿Qué quieres decir con eso?
- Que dejes de preguntarte él porque de todo y simplemente hagas lo que sientes. Aprovecha el momento, eso quiere decir Carpe Diem.
- Ya sé lo que quiere decir, idiota.
- Pues entonces ponlo más en práctica.
- Yo siempre hago lo que siento.
- ¿Segura?
- Si...
- Entonces, ¿si te dan ganas de decirle las verdades a alguien se las dices?
- Si...
- ¿Y si te apetece decirle lo mucho que te gusta se lo dices?
- Si... –
A cada pregunta se iba acercando más a mí hasta dejarme arrinconada en una parte del bacón. Me estaba empezando a intimidar, su cara estaba a escasos centímetros de la mía y lo que era peor sus labios estaban a punto de rozar los míos.
- ¿Y si te apetece saborear los labios de alguien lo besas sin importar lo que pase después?
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Secuestrada en mi propia casa. ➳ j.b
Ficção AdolescenteEsta historia es diferente a todas las demás pero a la vez tan parecida. Cuando me pongo a pensar todo lo que vivimos, pienso cómo es posible que nuestra historia terminara así. Aún puedo recordar el primer día en que nos vimos por primera vez. Fue...