Esa fue la última vez que lo volví a ver. De él poco fue lo que supe. Salvo que al parecer a pesar de todo le estaba yendo bastante bien. A partir de ese día nunca volví a ser la misma. Mi sonrisa desapareció tras una gruesa máscara de hierro y mi felicidad quedo ahogada en lo más profundo de mí ser. No volví a sonreír hasta cinco meses después el día del nacimiento de James. Si al final se llamó James, James como su padre. Como el nombre que había usado en más de una ocasión durante el tiempo que estuvo en casa. Hace bastante lo tenía pensado pero nunca llegue a decírselo pues él nos dejó antes.
De Kameron y Tom poco es lo que sé. Se mudaron de casa supongo que en busca de una vida nueva. Al parecer a Kameron la caída le afectó de tal manera que empezó a hacer obras caritativas. Y yo que creía que las personas no cambiaban. Luego estaban Ashley y Ryan, al final se casaron, eran el uno para el otro. Todavía recuerdo la peculiar forma que Ryan usó para pedirle matrimonio y que hizo que los dos acabaran en el hospital.
Flashback.
Ese día Ryan le había preparado a Ashley una cena romántica en casa. Yo le ayudé y cuando todo estuve listo me encargué de desaparecer para dejarle un poco de intimidad. Toda la noche fue perfecta para los dos hasta que llego el postre. Un pastel de chocolate que decía feliz aniversario. Ryan partió una parte que tenía señalada y se lo dio a Ashley.
- ¿Te gusta? – le preguntó sonriendo ya que ahora esperaba que Ashley dejase escapar un chillido de admiración. Pero para su sorpresa Ashley empezó a toser como una loca.
- Juraría que me he comido algo de metal – dijo.
- Algo de metal... ¿cómo redondo? – dijo Ryan temiéndose la respuesta.
- Si... pero tú ¿cómo sabes qué es?
- ¡Era el anillo de compromiso! ¡Te lo has tragado! ¡Vomítalo!Fin de Flashback.
Así que su casi perfecta declaración acabó en el hospital con los gritos de Ashley maldiciendo a Ryan y él preocupado por la millonada que se había gastado en él. Al final Ashley consiguió recuperar el anillo, mejor no decir cómo y todo acabó bien. Los dos se casaron y viven felices juntos.
Cuando nació James todo fue a mejor. Volvía a tener algo por lo que luchar y de alguna forma verlo a él era como ver a Justin, pues su parecido era asombroso. Había heredado sus preciosos ojos miel y el color de su pelo. Con él, mi vida era más fácil, él lo era todo para mí aunque fueron muchas las veces en que lo echaba de menos y pensaba como sería mi vida con él. Pensaba en ocasiones, como hubiese sido la vida con un marido que este a tu lado el día del nacimiento de tu hijo, el día que aprende a andar, el día en que dice mamá por primera vez como hubiese sido mi vida con él.
Hoy seis años después de que nos encontráramos por primera vez vuelvo a pasar por el mismo callejón solitario en que pase la noche que lo conocí. Una noche muy fría como la de hoy. También camino a paso muy rápido pero con una diferencia esta vez no voy sola, James me acompaña. Él camina a pasos muy cortos por lo que todavía siento como el frío se cala más dentro de mí. Miro hacia aquel contenedor donde lo encontré, donde lo intenté ayudar y donde nuestros destinos se cruzaron. Al pasar por su lado juraría haber oído un ruido pero seguramente estoy tan absorta pensando en aquella noche que hasta creo escuchar los mismos ruidos que entonces. Pero de repente algo me hace parar.
- Mami... ¿qué es ese ruido? – no son imaginaciones mías. Hay alguien detrás del conteiner.
- Cariño, quédate aquí. – le digo arrodillándome junto a él y poniéndome a su altura.
Me acerqué hasta el conteiner no sin antes sacar un spray anti violadores. Nunca se sabe lo que puede pasar.
- ¿Hay alguien ahí? – pregunté lo bastante fuerte como para que me escuchara.Y entonces lo que mis ojos ven hacen que me quede paralizada. De detrás del conteiner sale una figura que me sonríe y me saluda con la mano. Antes de que mis sentidos puedan actuar James sale corriendo hacia él.
- ¡Papá!
Si era él... James había reaccionado antes que yo. Él nunca lo había visto en persona pero yo me había encargado de que supiera que tenía el mejor padre del mundo. Y que allí donde estaba siempre se acordaba de nosotros. Él lo cogió en brazos y lo abrazó. Como si de esa forma pudiera recuperar todo el tiempo que había perdido.Entonces aun con el niño en brazo me miró.
- Veo que las cosas no cambian... la primera vez que te vi también me apuntaste con un spray anti violadores. ¿Tan malo soy?
En ese momento yo me puse a llorar. Era tal la emoción que sentía al verlo de nuevo y junto a James. Verlos juntos era algo mágico. Pero entonces me serené y por primera vez hablé.
- ¿Te... han soltado?
- Si... mi buena conducta hizo que los años de condena se redujeran mucho, además Ryan consiguió que Diego contara toda la verdad. ¿No te alegras?
- Si... ¿Cómo sabias que pasaría por aquí?
- Bueno... digamos que tuve un pálpito además tenía que hacer algo.
- ¿Qué?
- Decirte que te amo -hizo una pausa- Y que si no estás con nadie... Me gustaría formar parte de tu vida, ser una familia... Mi hijo, tú y yo -hizo otra pausa y se rascó la nuca- Por cierto ¿cómo se llama? -Yo reí ante aquel comentario.
- Verdad, lo olvidé mencionar. Se llama James. Como alguna vez te hiciste llamar tú.A Justin se le iluminaron mucho los ojos, sonrió y lo abrazo más fuerte. James estaba tan a gusto junto a su padre que se había quedado dormido en su hombro.
- No me has contestado la otra pregunta.
- ¿Qué pregunta?
- ¿Puedo formar parte de esta familia?
- Creí que aquel día dejaste claro que no querías nada conmigo.
- Entonces era un fugitivo pero ahora...
- Ahora eres un hombre libre. – terminé la frase por él
- Si... soy un hombre libre.En ese momento me acerque a él y lo besé. Era lo que más deseaba saber que todavía me quería esa era la única forma de saberlo. Y así fue en cuanto me beso supe que no me había olvidado y él también. Y que todo el tiempo que habíamos pasado alejados solo había sido una prueba del caprichoso destino que se empeñaba en separarnos una y otra vez pero esta vez no lo conseguiría pues habíamos pasado la última prueba, la definitiva. Nuestros destinos se habían unido en uno solo. Y a partir de ese día en aquel callejón donde nuestra historia había empezado todo cambió. Volví a sentirme llena por dentro, volví a querer, volví a sentir la mirada de esos ojos sobre los míos y lo que es más importante formé una familia. Y los tres juntos, James dormido sobre Justin, yo aferrada a él, y Justin abrazándome con la mano que le quedaba libre salimos de aquel callejón para poner rumbo a la vida. Una vida en la que no nos tendríamos que esconder de nada y de nadie una vida donde simplemente seriamos felices.
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Espero que les haya gustado la novela. Gracias por leer 💕😊.
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Secuestrada en mi propia casa. ➳ j.b
Teen FictionEsta historia es diferente a todas las demás pero a la vez tan parecida. Cuando me pongo a pensar todo lo que vivimos, pienso cómo es posible que nuestra historia terminara así. Aún puedo recordar el primer día en que nos vimos por primera vez. Fue...