La Teoría De August (boyxboy)

Perdiéndome

Narrado por Nicolás

Vale, talvez me pasé un poco de la raya. TALVEZ.
Nunca he sido fan de los numeritos super dramaticos de las telenovelas, con esas salidas épicas y una gran exclamación de "¡Me voy! ...¡A la mierda ustedes y todo lo que piensen!", pero la presión del momento me llevó a una escena como esa...y al final no resultó ser tan "apoteósico" como esperaba, sino más bien "catastrófico".
Crucé el umbral del restaurante con mi nariz todavía goteando refresco que el camarero me había vertido sin querer. Salí a la calle, y algunos de los peatones se me quedan mirando por mi peculiar aspecto.
Observo pada ambos lados de la vereda, y decido irme por la izquierda.

–¿Que mierda ha sido eso?–me grita Tamara a mis espaldas. Escucho sus patitas cortas corriendo para intentar alcanzarme.

–¿Sabes en que calle estamos?– le pregunté dándome vuelta, ignorando su tono amenazante.

–En Isidora, con Lo barnechea– dijo un poco desconcertada.

–Vale– dije volteándome, retomando mi camino.

–¡Hey! Te estoy hablando.

Corrió rápido con pequeños pasos hasta ponerse delante mío y se plantó para detenerme. Apoyó sus manos sobre mi camisa mojada y me retuvo.
–¿Por qué no me contaste?– dijo ahora en tono apenado.

–Me enteré hoy– le dije. Luego me empezó a dar un ataque de risa que me hizo elevar un poco la barbilla, y sujetarme la cabeza con manos temblorosas– Dios, ¿viste su cara? no tenía precio.

–Por Dios, te está dando una crisis nerviosa...– dijo con cara de susto.

–Déjame pasar– dije en un intento de zafarme.

–Nico...ya ni sé quien eres. Insultas a tu madre, faltas a clases– en ese segundo vio la expresión en mi cara– sí, me enteré que faltas a clases... le avisaron por correo a tu mamá. Al parecer te duele el estómago en el colegio, y al llegar a tu casa se te cura. ¡Te importa una mierda todo y vos no sos asi!

–Talvez ahora lo sea. Talvez así lo disfruto más.

Ella exhala por la nariz como si hubiera encontrado algo chistoso en mis palabras.

–¿Te-te estas escuchando? dime que sí, porque esto está de película.

–Déjame en paz.

–No seas ridículo, porfavor.

–¿Escuchaste a mi mamá, Tami?– dije mirandola a los ojos para que notara la seriedad de mis palabras– ¿escuchaste la vergüenza que salia de ella cuando hablaba de mi?

–Nunca es fácil al principio. Dale tiempo... deja que lo digiera.

–¿Crees que se demorará lo suficiente como para ya estar viviendo al otro lado de la ciudad? Supongo que tengo que agardecerle que no me haya puesto en un colegio de monjas, porque de seguro que no me pondría en un colegio solo para hombres.

–¡Basta, Nico! ¡Sí, está sobreexagerando al límite! Pero ella solo cree que es la forma de ayudarte...sino, no te diría que te ama, y no te prepararía una hermosa cena que acabas de arruinar.

–Me preguntó porqué no era normal... ¿eso suena muy maternal para ti? y además no tenías nada que añadir mientras me discriminaba al frente de todos.

–Estaba en shock. Creo que todos en el restaurante estaban en Shock.

–Solo...– dije respirando mientras aun caían unas ligeras gotas de Coca-Cola desde mi pelo– necesito respirar. Siento que mi pecho está siendo aplastado. Respirar y caminar es lo único que quiero ahora.