Romeo y Romeo...

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Narrado por Nicolás

Siento un beso rápido en mi mejilla mientras me habia quedado paralizado mirando un pajarillo en la rama de un árbol.

–Hola– me dice August.
Viene sudado y agitado después de su práctica de fútbol. Yo me había quedado esperándolo afuera del gimnasio sentado en mi bici, con una mochila llena de comida que compré en la cafetería.

–Hola, tú.

–¿Estás listo para nuestra reunión ultra confidencial?

–Sí, ya aseguré el perimetro... ¿Que has dicho en tu casa como coartada?

–Que iba a salir con Violeta... ella me está cubriendo ¿tú?

–Lo mismo, pero con Sofi.

–Perfecto.– dijo con una sonrisa complacida.
Toma su bici, y comenzamos a pedalear lentamente hasta salir de la propiedad del colegio. Cuando ya pasamos por los edificios de la ciudad, comenzamos a hacer una carrera corta hasta llegar al lago.
Me siento un poco infantil y nostálgico al pedalear lo más rápido que puedo como si fuera un crío denuevo, sin miedo a chocar contra algo y salir rodando por los aires. Solo sintiendo la adrenalina recorriendo por mi cuerpo.

Como lo habrán notado, nuestra relación tomó un giro más hogareño. Menos lugares públicos y esas cosas.
Hace un par de días ordenamos comida china a mi casa y nos quedamos viendo televisión en la sala de estar, junto a Tammy... y en realidad parecía que la vida se estaba haciendo más simple. A pesar de estar viviendo entre mentiras.

Pero con mi mamá, siento que todo esto no es fuera de lo normal para ella.
Si le digo que viene August a ver una película, ella solo asiente, ya que es como cualquier otro amigo invitado a la casa. Incluso aveces le complace, ya que le ayuda a Max con sus tareas de inglés.

En el último minuto, mi bicicleta sobrepasa a la de August. Pero no logro frenar a tiempo como para no caer de hocico al lago, en una una especie de precipio de 2 metros.
Era como un corte en la tierra que salió de la nada.
August se detiene con brusquedad mientras se sostiene el estómago y ríe al ver como me levanto empapado con la ropa pesada por el agua.

–¿Quien mierda sacó el suelo dd aquí?– digo escupiendo agua, mientras jadeo empujando mi bici hasta la orilla. Luegoanzo mi mochilla sobre la arena dura. –Igual te he ganado– digo sacándome la camisa de colegio, dejando mi torso al desubierto.

August todavía se encuentra en la pequeña cima del lugar donde caí.  Aún riéndose de mi.
Me saco mis calcetines mojados (que por cierto, es la peor sensación del mundo) mis pantalones grises, y voy corriendo hacia donde está él.

–¡Oye, oye! ¡Deja sacarme la camisa prime...!– mientras se desabrocha los botones, pongo mis dos manos sobre su pecho y lo empujo al agua fría para que caiga de espalda y se estrellé al igual que yo lo hice.
Cuando sale a la superficie, tomo impulso y salto de la orilla, haciendo una bola de cañon mientras voy cayendo en el aire, hasta aterrizar a junto a él.

–Solo me has tirado porque no yo no fui tan huevón como para caer por un hoyo como tú– me dice.

–Em, ¿pues sí?...– le digo mientras floto– si yo caigo con ropa puesta, no lo haré solo.

Golpeo la superficie cristalina con los dedos y le lanzo un chorro de agua, antes de irme nadando de espalda. Él toma una diferente dirección y se dedica a recorrer el lago con su cuerpo; moviendo los musculos de los brazos y pataleando como en una clase de nado sincronizado. Raspando y marcando un camino por el lago con su espalda de nadador.

La Teoría De August (boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora