La Teoría De August (boyxboy)

De sueño a pesadilla

N/A: Solo para aclarar, y que no hayan confusiones: Este capítulo está narrado por los dos personajes protagonista, ya que ambas narraciones eran breves para un capítulo :)

Narrado por Nicolás.

Para cuando me despierto ya son las 8:55 de la mañana...
Me estiro entre las sabanas de lino y mis dedos alcanzan a tocar la madera del respaldo de la cama.
August está a mi lado con la boca abierta y con un hillilo de baba mojando la almohada que tiene bajo su boca.
A pesar de eso, siento que podría observar su rostro todo el día. Su espalda radiante por el sol. Sus lunares en su piel. Su pelo castaño iluminado dando un efecto rubio. Su...
ugh, ya me volví cursi y detallista denuevo.

Me remuevo en mi lugar y me doy cuenta de algo.
Me doy cuenta que falta algo.

Estoy completamente desnudo...

Me quedo atónito. Recuerdo haberme sacado la chaqueta, la camisa. Pero no mis pantalones, ni mi ropa interior.
Algo está mal...

Una luz radiante y momentánea perturba mi vista.
No me había percatado de la figura de Victoria, con su celular en la mano de forma horizontal apuntándome hacia mi.

–Buenos días –dice ella bajando el celular mostrando una sonrisa.

–¿Vicky? –dije rascándome los ojos. Está parada frente a la cama en su pijama rosado y su pelo tomado en una cola de caballo. Es extraño verla sin tanto maquillaje en los ojos.

–Vaya sacudida la de anoche...¿no?– arruga la nariz, aún sonriendo.

Giro mi cabeza y veo las señales:
Él y yo en la misma cama. Ropa desparramada en el piso. Torsos y piernas al descubierto. August semidesnudo al igual que yo. El vino vacío en el suelo.

–¿Qué? No, no, no...no hicimos..."eso", estaba consiente de mis actos– dije intentando tranquilizarla. Estaba seguro de ello.

–Sexo, Nico, no le tengas miedo a la palabra...–luego gira la cabeza para mirar a August– míralo, es imposible despertarlo cuando tiene resaca – dice tocando con el pie la botella vacía de vino– y creo que yo lo vi de una manera distinta a la tuya: ... August te invita a una importantísima gala, la pasan de maravilla, y el termina invitándote a su casa donde terminan pasados de copas. Luego te aferras a él como si fuera lo único que siempre hubieras anhelado en todo este periodo de vida adolescente, llegando la noche en la cual decides revelar y expresar físicamente lo que en verdad guardaste todo este tiempo en el closet.

Me quedo unos segundos mirándola a los ojos. La vista cálida y suave que había visto el día que la conocí se había vuelto fría y maliciosa. Su sonrisa ya no era amigable, era juguetona. Y sus ojos grises no eran acogedores como los de August... eran hielo y egoísmo.

–¿Me has...quitado mis pantalones y mis boxers?– dije dándome cuenta de la situación.

–Mira, Nicolás, seré clara y directa, por última vez: Aléjate de mi hermano.

–¿Por qué?

Rodea la cama y se acerca con su celular a mostrarme la foto de la pantalla. Era yo, August, desnudos en una cama. La sábana me cubría la entrepierna y a August el trasero, pero aún así daba la impresión de que estábamos de la manera como llegamos al mundo.

–Eso no demuestra nada. Siempre me quedo dormido al lado de un amigo cuando me quedo a pasar la noche, y en al foto aún puede parecer que llevo ropa interior.