La Teoría De August (boyxboy)

La GALA

Narrado por Nicolás

Vale, vale...
Respira y exhala, Nicolás.
Respira y exhala.
A pesar de que se me hace casi imposible con esta corbata apretándome el cogote.

Ya...tranquilízate. Solo es la noche la gala... una importantísima gala. Que definirá el futuro de August.
Una gala en la que me ha elegido a mi como acompañante/pareja/cita, bajo los ojos de una sociedad aristocrática y sofisticada.
Y no tienes la menor idea de cómo irán a reaccionar cuando entres unido al brazo de él.

No hay presión.

Suelto la mano de August y le subo el volumen a la música de la radio para distraerme un poco.

Arrendé un traje azul marino, como me pidió. Mientras que él vino con un terno gris el cual combinaba con su color de ojos.

y no es por alardear o ser egocéntrico ni nada... pero había admitir que nos veíamos bastante atractivos los dos.

– ¿Cómo te sientes?– menciona camino a la gala mientras conduce con las manos puestas en el volante. Las luces de la carretera le iluminan la cara de vez en cuando y logró ver su emoción no disimulada. Está ansioso.

–Nervioso...es nuestro primer evento público, juntos.

–Lo sé, emocionante, ¿no? Todos nos verán con nuestros elegantes trajes de etiqueta y desearán ser nosotros– dijo elevando la barbilla orgulloso.

–Me siento como en una película de James Bond... la última vez que usé un traje así fue para fiesta de graduación de octavo grado, la cual terminó a la hora que empieza esta.

–Pues te ves excelente, hay que admitirlo.

–y tu no te ves nada mal...– dije con un tono sarcástico.
Pues claro que no se veía nada mal, se veía excelente. Parecía modelo de GQ template.

Dobló a un recinto privado, y en el momento que dijo su nombre, lo dejaron pasar.

Dios, no sé como describirlo... era como una especie de mansión antigua. Seguramente fue reservada para esta ocasión, pero aun así la arquitectura era bellísima.

–Parece la Mansión X– dijo con el rostro iluminado.

–A mi me parece más a Hogwarts.

Buscamos donde estacionarnos pero estaba repleto.

–Hay muchos autos, August...

–Nadie se pierde una buena gala...– no sabía como comprobar ese hecho. Nunca había asistido a una, nunca había arrendado un traje. Solo he visto este tipo de cosas en las películas británicas de espías. Supongo que lo único que tengo que hacer es dejar que las personas hablen, mientras yo asiento con una sonrisa. Elevar mi mentón cuadrado, hundir mi abdomen, y evitar tener que bailar alguna pieza lenta.

–Talvez cometiste un error en que me trajeras contigo. Talvez lo encuentren como una falta de respeto o algo así– le dije. No sé de que sirve que lo diga ahora que estamos aquí.

–Dos horas... solo dos horas en las que necesito tu compañía– dijo deteniendo el auto– Mis padres querían asistir pero han estado afuera toda la semana en una convención al norte del país, y aterrizan hoy en la noche a las 4 de la mañana.

–¿Qué hay de tu hermana?

–Bueno... entre ustedes dos, prefiero que tú estés conmigo.

–Ah...

–Por Dios... ¡te has sonrojado!

–Claro que no.

–Pero si estás rojo.