¿Por qué vienes a una fiesta si estás triste?

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                      Narrado por Nicolás

El viernes a las 12:00 AM me encontré con August cara a cara en la entrada de la sala de Arte. Abrí los ojos como platos y esquivé los suyos con rapidez... no lo veo hace poco, pero pareciera que hubiera pasado un eternidad.
Su pelo está mas largo, e incluso su cuerpo se ve más alto desde la última vez que lo vi... Ahora lleva un chaleco azul con estampado navideño de copos de nieve y se me es difícil reprimir mis ganas de ir a abrazarlo y poner mi cara sobre la lana.

No le he respondio sus textos, ni llamadas.
¿Qué se supone que uno tiene que decir en momentos como éste? ¿Hola?

–Hola– dije.
Parece desconcertado por un segundo. Luego me ofrece una sonrisa chueca.
–Hola...
–Yo...
–Necesitamos hablar– me corta él.
–Sí.
–¿Te sientas conmigo ahora?

No estaba listo para decirle cualquier excusa que se supone que debo decirle. Mi pulso comienza aumentar y mi lengua empieza a enredarse.
–Yo-Yo... lo siento, le eh... he dicho a Tom que me sentaría con él.
–Esto es más importante, yo creo– dice rascándose la cabeza.
En ese segundo suena. el timbre.
Gracias a Dios.
"Salvado por la campana"

–Perdona– digo. Y entro con la cabeza baja pasando a un lado de él. Busco a Tomás con la mirada y me dirigo al asiento vacío al lado suyo. Lo sorpendo haciendo bosquejos de paisajes en su croquera.

–Hola, Tom.
–¡Hola!
–¿Puedo sentarme contigo denuevo?– dije en voz baja para que August no alcanzara a escucharme. Tomás parece darse cuenta, y lo mira rápidamente antes de contestarme con una sonrisa.
–Obvio.
Vicky entró al rato y se sentó junto a August
Me miró con una cara y una sonrisa satisfecha...
Despuesde dos meses, al fin puede sentarse con su hermano. Me quedé mirando sus nucas casi toda la clase para ver si alguno de los dos me dirigía una mirada.

–¿...y?– pregunta Tom mientras estoy distraido. Ya estaba terminando la clase y no tenia casi nada anotado en mis apuntes.
–¿ah?
–Te pregunté si ibas donde la Clau.
–No sé...no me gustan mucho las fiestas.
– ¿Por qué no?
–Bueno...el 40% del tiempo estoy en el baño de la casa.
–Ah...¿Vomitando?
–Escondiéndome.– digo formando una sonrisa incómoda, apretando los labios.– Siempre cuando voy con alguien, esa persona se queda hablando con un amigo y me quedo desorientado sin alguien a quien seguir. Se forman pequeños grupos de desconocidos a los que no se me da la gana de entrar.

–Vale, ya entiendo, no te preocupes, no habrán desconocidos. Es con lista y va casi toda la escuela...Anda, si quieres te prometo no dejarte solo.

Guardo mis lapices y pinceles en mi mochila, y me la cuelgo en el hombro.

–¿Por qué me quieres ahi?
–Hey, yo tampoco conozco a todos, la idea es ir con amigos.

Me dirgí junto a él hacia la puerta y asentí

–Ya.
–¿Sí?
–Iré...
–Ya, la raja, le diré a la Ale que confirme tu nombre.
–Oh...¿podrías agregar a la Sofi?
–¿Qué Sofi?
–Sofía Castillo.
–Hecho.
–y a Mattias– añado.
–¿Va en la escuela?
–Ya no.
–Entonces ya no puede venir, la Clau solo acepta a gente del colegio... lo siento, eso ha dicho.
–Ya, no nay problema.

Se despide con la mano y se aleja por el pasillo mientras yo me quedo apoyado en el marco de la puerta de entrada.

–¿Ahora estas de humor de hablar?– me dice August por la espalda, me doy vuelta lentamente.

–Yo...solo... estoy cansado, August. He tenido examenes y pruebas todos los días de esta semana. Es estrés... hasta mi mamá me ha confiscado mi teléfono.

La Teoría De August (boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora