La fiesta

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                   Narrado por Nicolás

A August le bajó el sentido moral, y terminó invitando a Sebastian y a Sofi junto a nosotros. Bajamos a los estacionamientos del centro comercial y seguimos a August hasta un mercedes negro. Al ver eso, me entra en duda su edad.

–Bonito auto.–dijo Sofí acariciando el capó.

– ¿Puedes...conducir? Creí que eras más joven– le digo mientras me subo al puesto de copiloto

–Tengo 17...18 dentro de poco. Tengo licencia. Me dejan conducir en ocasiones. – decía mientras encendía el auto con la llave donde colgaba un llavero de un Oso vestido de policía canadiense, con su uniforme rojo y todo eso.

El olor a comida inunda el interior del vehículo una vez que Sofi con Sebastian abren la caja de pizza.
El queso derretido, el aroma a frituras y el calor que irradian los alimentos nos obliga a abrir las ventanas.

En un momento August me pide que acerque la bebida a su boca, y comienza a beber el líquido con la pajilla, mientras sus manos siguen en el volante.

Dios, que extraño es esto.

Nos demoramos unos 15 minutos en llegar a un condominio privado en donde nos detienen en el portón. August saca el brazo por la ventana, aprieta el número de la parcela y el citofono hace un tono de espera.

–¿Nombre?– dijo una voz masculina saliendo del aparato.

–August Carter y compañía.– dice apoyando el brazo en la ventanilla.

– ¿August? ¡Por fin llegaste, gringo! Pasa, pasa– le contestó la voz con entusiasmo al mismo tiempo que la reja se abría.

Recorremos la calle hasta llegar a una casa gigante, donde colgaban globos de helio, y habia vasos tirados por todo el piso.
Me llama la atención una pareja en el tejado besándose, tan distraídos, que botan cerveza de los vasos que cuelgan de sus manos.

Salimos del auto y me acerco a Sofí para que no se escape de mi lado, yendo hombro a hombro con ella hasta llegar a la puerta principal.
Las luces están prendidas, lo que le daba un aspecto amarillento y claro al salón principal. Hay gente sentada en los sillones estableciendo conversaciones, hay otros afuera fumando cigarros(o lo que sea estuviera en fumando) y otros tantos sacando comida de la cocina y vaciando el refrigerador.

Veo un par de caras conocidas, pero la mayoría son de otras escuelas de la zona.
Me siento raro ahi.
August se vuelve hacia nosotros con cara de apenado.

–Perdón, pero enseguida vuelvo. Debo ir a saludar al anfitrión– nos dice casi gritando, producto de la música fuerte.

– YO TAMBIÉN– le dice Seba a Sofi.

–YA– le respondo en voz alta mientras me tapo un oído–  ¡NOSOTROS IREMOS A BUSCAR ALGO PARA TOMAR!

–VALE–Responde August encima del sonido electronico.

–¡No puedo creer que hayas aceptado venir a una fiesta ajena!– me dice Sofí cuando él ya se han ido los dos por el pasillo.

– Yo tampoco, no sé qué hago aquí la verdad... ¿Vámonos?– Dije yéndome en dirección a la puerta en forma de broma. Sofí me toma de la muñeca y me devuelve al lugar donde estaba, con brusquedad.

La Teoría De August (boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora