La Teoría De August (boyxboy)

Lunes por la mañana

                 Narrado por Nicolás

¿Culpa? ¿Miedo? ¿Nostalgia? Talvez todo junto, no lo sé.

Solo sé que no podía dejar de sonreír el lunes por la mañana camino a la escuela... ¡Me he levantado como mandan las películas americanas! Los rayos del alba se asomaban por el horizonte, y se colaban por la ventana dirigiéndose directamente hasta mis sabanas e iluminando mi rostro sonriente. Apagué el despertador al segundo que sonó y estiré todas mis extremidades como si fuera El Hombre Vitrubio de Da Vinci, me levanté de la cama de un salto y me dije a mi mismo "Nico... será un buen día. No, mejor aún...Un buen año". Ni siquiera me importó que alguien me escuchara decirlo en voz alta mientras estaba desnudo frente al espejo con las dos manos apoyadas en mis caderas.

¿Han despertado alguna vez así? llenos de vida y emocionados por lo que sigue.
La ducha estaba más caliente que cualquier otro día...no me entró Shampoo a los ojos y mi uniforme no se veía tan feo como lo recordaba. Mi mamá hizo mi desayuno favorito y el café que saboreé estaba cremoso y caliente. Dios, ¡Amanecí tan inspirado...y eso que era un día lunes!

¡¡¡Ya ni me molesta poner tantos signos de exlamación si es que le dan más emoción a mis palabras!!!

!!!!!!!!!!!

Sé que si están leyendo esto...deberán creer que soy un penoso, lo sé. Pero no soy de los que besan muy seguido...menos si es que este ha sido el único beso que he disfrutado de verdad. Además creí que me sentiría fatal al ver besado a un hombre, y que  terminaría odiándome a mí mismo el día domingo... ¡Pues no, nada de eso! Desperté sin dolor de cabeza ni remordimiento. .

Vaya...No estoy muy seguro de cuanto duró nuestro beso, pero de lo que sí estoy seguro es que no fue suficiente. Desearía nunca haberme separado de él esa noche...ahora no sé cuándo será la próxima vez que le vea la cara. Me fui sin pedirle un número o preguntarle si es que estaba en alguna red social. Podría encontrarse en cualquier lado de Santiago en estos momentos.

Llego a la entrada del colegio y hay unos chicos del comité del centro de alumnos regalando lápices con un papel que dice "¡Bienvenido de vuelta al colegio, esperamos que la hayas pasado de fábula en tus vacaciones!". Arranco el papel, y lo tiro al suelo. Odio las mentiras.

Me encuentro con Sofí esperando sentada en una banca al lado del asta de la bandera nacional, mientras mordisquea la goma trasera del lápiz que nos acababan de regalar. Paso al lado de ella en modo de que me siga. Toma su mochila y se levanta de un salto.

–Cuéntamelo todo– me dice en tono entusiasmado–. Me dejaste con las ganas ayer... parece que no quieres que nadie sepa tus detalles morbosos a través de mensajes de texto–dice pegandome un codazo ligero en las costillas– Estás muy sonriente hoy, por cierto.

–Primero que todo ¿Cómo estuviste ayer?– le digo camino al edificio.

–Horrible. No sé cuántos vasos más tomé después de estar contigo, pero mi vomito me dice que fueron varios y de diversas variedades. Por suerte mamá no me escucho cuando estaba con la cabeza en el inodoro ayer en la mañana.

–Me alegro, ¿así que te encuentras mejor? – ella asiente– cambiando de tema... ¿Como te fue con Seba?

–Bueno, como bien sabes, nos besamos en el baño... y eso fue todo. Ayer no me llamó o algo... de todos modos no era de mi tipo– Ahora, es mi turno...¿Es verdad lo que me dijiste en tu mensaje? ¡Se besaron!– dijo en un tono entre pregunta y exclamación– ¡Por fin mi amigo ha salido del nido, y ha comenzado a vivir la vida como se debe!– dijo dirigiéndose al cielo como si sus brazos fueran alas.