𝐌𝐎𝐑𝐆𝐀𝐍
❝Hasta que uno decide sacrificarse por el otro.❞
𝐋a violencia era su prioridad. Ella era un fantasma, un vestigio del pasado que provocaba caos - pero después de todo ella era una humana, al menos, no una comple...
LA VIOLENCIA Y LA CAÍDA, capitulo veinte: deja que el cielo caiga!
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—PERMÍTAME PREGUNTARLE ALGO—DIJO ALEXANDER, a uno de los senadores, de piel morena—. Si el ejército de Pakistán fuera a Bombay mañana...—agarró las dos copas—. Y supiera que llevarían a sus hijas a un estadio de fútbol para ser ejecutadas...y pudiera detenerlo con un solo movimiento ¿Qué haría?¡Acaso lo harían todos!
—No, si es su deseo—respondió, soltando el vaso.
Pierce sonrió y uno de los soldados le daba un arma, con las claras intenciones de dispararle. Pero la mujer rubia fue más rápida y lo quitó del camino, pegándole a Pierce y derribando a los soldados. Agarró el arma que estaba en el suelo y le apuntó a Pierce, se tocó la sien, quitándose una máscara, en realidad no era ella.
Natasha Romanoff.
—Lo siento—dijo con ironía—. ¿De alguna manera arruiné tu momento?
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—Falcon, ¿Estado?—preguntó María Hill.
—En acción.
En ese momento, Sam era perseguido por un quinjet, hasta que encontró la parte central del helicarrier y entró por una grieta. Fue hasta la parte central, pulsó un botón y las placas se bajaron hasta que Sam encontró la que tenía que sacar y reemplazar.
—Ya está, Bravo listo.
—Perfecto, Falcon—dijo Hill.
Mientras tanto, Rogers se protegía de la lluvia de balas, producida por HYDRA. Irina utilizaba los cargamentos para hacer caer a sus atacantes. Alzó sus manos y las bajó súbitamente, haciendo un campo de fuerza para protegerse de las balas. Miró a Sam, quien sobrevolaba los helicarriers—¿Necesitas ayuda, Morgan?
—8 minutos, chicos—anunció Erika—. ¿La están pasando bien?
—Estoy en eso—anunció ella—. Es vergonzoso decir esto, Sam, pero...sí.
Steve fue hasta la misma sala central que estaba debajo del helicarrier, buscó la placa indicada y la sacó para poder reemplazar la otra.
—Alfa interceptado—dijo Steve.
—Charlie es el falta—añadió Irina—. Voy hacia allí.
