–Hahston, ¿por qué tú no... –puse una de mis manos en sus labios delicadamente, justo allí donde estaba su herida para preguntarle por qué no había sanado su herida, pero antes de que pudiera terminar su armoniosa voz interrumpió mi habla.
–No puedo curarme a mí mismo –me respondió como si hubiese leído mi mente.
Hashton tomó mi mano cuando yo la tenía puesta sobre su rostro y de una forma muy coqueta comenzó a besarla, tomó mis dedos uno a uno y los besó por separado. Continuaba sonriendo como si realmente estuviera feliz y mi corazón empezó golpear contra mis costillas, rápido y fuerte, la sangre me subió al rostro de forma extremadamente notable.
–Adoro cuando te sonrojas –era Hashton que ahora más bien estaba acariciando mis enrojecidas mejillas con una de sus manos y con la otra acomodaba mi cabello detrás de mi oreja. Él era tan similar a mi Jorge... digo, Jorge, que cuando se insinuaba de esa forma no podía resistirme, tampoco a él podía negarle nada, pero yo sabía que Jorge volvería a molestase si volvía a suceder algo con Hashton. Me levanté inquieta del sillón esperando poder oponer resistencia y controlar a Hashton que parecía dispuesto a seguir jugando su juego.
–Te llevaré a tu cama –se ofreció el único ángel en la casa. Me llevó a una habitación oscura y luego de abrir la puerta encendió las luces y me percaté de que era aquella misma habitación de aquel día de la primera vez que había visitado esa casa. Hashton se despidió de mí con un sincero "Dulces sueños, princesa" y me besó en la frente. La cama estaba igual de cómoda que la primera vez, el aire fresco y húmedo y yo cerraba los ojos intentando dormir pero como era costumbre no podía hacerlo. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abrirse. No tuve tiempo ni siquiera para abrir los ojos cuando sentí que cayó el cuerpo de Jorge sobre el mío, sí, sabía que era Jorge por la forma de moverse, ya casi estaba aprendiendo a diferenciarlos, a Jorge y Hashton.
La respiración de Jorge chocaba contra mi cuello, su aliento era entrecortado y frío. Cuando abrí los ojos, atónita y sorprendida, lo primero que vi fueron aquellos ojos brillantes centellear en plena oscuridad. Él llevaba su pecho desnudo, unos gruesos jeans que rosaban mis piernas y estaba descalzo, me estaba aplastando con todo su peso y su pecho sobre el mío me dificultaba respirar. Aún tenía las secuelas de aquellas heridas ya que no había querido que Hashton lo sanara pero igual se veía demasiado hermoso y perfecto, dotado de hermosura, agraciado, encantador, deleitable, suculento, maravilloso, inigualable magistral, impecable, magnífico, exquisito, espléndido, fantástico, formidable.
No existen palabras para describir tal absoluta perfección. Su pecho estaba tenuemente cubierto de sudor frió, ese solo detalle paralizó mis sentidos. Por alguna razón yo deseaba saborear cada gota de sudor proveniente de su cuerpo, sé que suena cínico pero sinceramente había algo en mí que estaba cambiando, era cada vez peor, era esa necesidad incontrolable por Jorge, era mucho más que eso, ya no era un simple y común enamoramiento, era mucho más que atracción y amor, había algo sobrenatural, algo maligno en esto que sentía. ¿Cuándo se había convertido Jorge en una obsesión? Eso ni yo misma lo sabía pero en definitiva él era mi única y más dañina obsesión, era algo insano la forma en que lo necesitaba como si sin él pudiera morirme y teniéndolo tan cerca me daba cuenta de lo lejos que podía llegar mi demencia, deseaba morder sus labios y cada parte de su despiadado cuerpo.
Él me provocaba una sensación de placer de la cabeza a los pies, me hacia sudar, me volvía loca y me quitaba la razón, perturbaba mis pensamientos y me desequilibraba por completo.Jorge me apretó contra él, me abrazó fuerte, demasiado fuerte, a tal punto que me lastimaba, me dejó casi sin aire, pero yo estaba tan cegada que me sumergí en un masoquismo sádico, anhelaba que me abrazara todavía más fuerte, casi quería convertirme en papel estando como el queso en un emparedado entre Jorge, sus brazos, y las sabanas de la cama. Casi podía sentir que mis costillas se quebraban por la impresionante fuerza que él estaba utilizando para mantenerme cerca de él, aunque empezaba a ser doloroso eso era lo menos que me importaba, estábamos tan cerca y yo estaba conmocionada de forma tan descabellada que quería mas, había una especie de sed dentro de mí que necesitaba ser saciada, una sed de Jorge, una sed insólita, ansiaba sentir sus brazos gruesos y formados apretándome con todavía más fuerza, era todo tan nuevo, como si quisiera estar dentro de él, como si quisiera hacer de Jorge y de mí un solo cuerpo, esperaba que fuéramos uno solo.
Todo para mí tenía un tono blanco y negro, mi vista se había vuelto borrosa y nublada para cualquier cosa que no fuera él, a penas lograba respirar, pero no me importaba en absoluto. Que importaban unos segundos de aire cuando tenía al hermoso Jorge en mis brazos. Así pasamos minutos fugaces y veloces, minutos devoradores, Jorge tampoco se veía demasiado consiente, él estaba tan frenético como yo, su mirada parecía perdida y tampoco parecía pensar, ambos estábamos a punto de la perdición, no nos estábamos besando ni en una situación tan sensual pero ahora yo enloquecía con el solo contacto con su piel, cada vez era peor mi condición, y creí notar que Jorge estaba en el mismo estado que yo. Perdido, abrazándome como si realmente quisiera matarme o partirme en dos, como si tuviera mucho miedo, como si me necesitara, y eso me daba ilusiones y tontas esperanzas. Nunca había tomado en cuenta la inverosímil fuerza que Jorge poseía, nunca pensé tampoco que me haría daño pero ahí estaba yo sumida en un placentero dolor. No quería quejarme, por supuesto que no, lo único quería era seguir de ese modo para siempre, pero Jorge cada vez parecía ejercer más fuerza y fue tanto el dolor que mi inconsciente hizo que soltara un gemido tormentado de dolor. Él se sobresaltó de inmediato, parecía haber despertado de una pesadilla, se echó a mi lado en la cama y respiraba agitado.
–¿Estás bien? –me dijo volviéndose hacia mí y acariciando mi cabello con sus dedos–. No te hice daño, ¿verdad?
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Enamorada de un Demonio (a d a p t a d a)「 J o r t i n i 」
Fanfiction"El Destino nos volvió a unir" "Eres un demonio pero al mismo tiempo te amo como nunca antes" "¿tu hermano o tu?" "Me haz salvado" (Novela Adaptada) #1 en "martinastoessel" el día 30 de Julio de 2018. #1 en "jorgeblanco" el día 30 de Julio...