Capítulo 47

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  Jorge y yo nos vimos un par de veces más, él me seguía ignorando, me pasaba por un lado sin dirigirme ni siquiera una mirada, no me hablaba, era como si de pronto se hubiese olvidado de que yo existía o de que me conocía. No logré concentrarme en ninguna clase, durante todo el día estuve a punto de soltar lágrimas, de forma impresionante necesitaba a Jorge, estaba demasiado mal, demasiado desahuciada sabiendo que Jorge de pronto había dejado de quererme en absoluto. En cuanto tenía la oportunidad comenzaba a espiarlo desde alguna ventana mientras él hacía su trabajo para así recomponerme y no sentirme tan mal.

Había una nota en mi cama cuando fui al dormitorio a descansar esa noche.
"Ven a verme en el jardín".

Sólo esas seis palabras escritas en una hojita de papel arrancada de un cuaderno hicieron que una sonrisa se curvara en la comisura de mis labios, me figuré que vería a Jorge, que luego nos abrazaríamos, nos comeríamos a besos, ya anhelaba verlo, tocarlo, acariciarlo, olfatear su aroma, saborear sus labios, oír su voz. Sentí en mi estomago ese cosquilleo inquietante y una emoción palpitante dentro de mí, me recorrió una sensación de alivio, Jorge al fin quería verme. Me coloqué los zapatos y eché a correr a toda velocidad, Llegué al jardín agitada y sonrojada por haber corrido. Jorge no estaba allí, no había nadie. 

El viento me congelaba la piel y hacía que mi cabello se despeinara todavía más, decidí esperarlo bajo el frio y me recosté al pie de un árbol. Una gota fría y liquida de agua recorrió mi mejilla, utilicé mi mano para quitarla y eche un vistazo hacia lo alto por encima de mi cabeza, desde el cielo y a través de las hojas de los arboles cayeron muchísimas gotas mas dejándome todo el rostro mojado. Así como en un santiamén la lluvia comenzó a caer a cantaros y bajo esta apareció Hashton completamente empapado y caminando a través de los charcos de barro recién formados en el césped. Se acercó hasta donde yo estaba.

– Tinita –lo escuché decir a duras penas ya que el sonido de la lluvia era bastante estridente.

–¿Qué haces aquí Hashton? –le pregunté cuando estuvo más cerca.

–¿Leíste mi nota? –dijo entre dientes y arrimó sus labios a mi oído.

–¿Tu nota? –algo parecido a la decepción me impregnó–. Ahh, si, tu nota.

–Vamos a otro lado, está lloviendo demasiado –escrutó él.

Yo quería a Jorge, estaba tan ilusionada con que Jorge iba a hablarme que al ver a Hashton me sentí bastante desencantada, yo ansiaba al verdadero Jorge, en esos momentos sentí quería morirme, que nada valía la pena si Jorge no iba tomarme en cuenta, escondí las lágrimas para no preocupar a Hashton.

–Quiero estar aquí –susurré–. Quiero estar bajo la lluvia.


Enamorada de un Demonio (a d a p t a d a)「 J o r t i n i 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora