Elijah caminó pacientemente a mi lado todo el camino a casa, a través de las calles menos transitadas.
Era una noche algo fría, y la leve capa de neblina cercana al pavimento la hacía lucir aterradora. Pero no tenía miedo.
Por el contrario, nunca me había sentido tan a salvo. Deseé con todas mis fuerzas que fuera por mi propio mérito, y no por el Original a mi lado.
A pocas cuadras de mi casa, el silencio simplemente se me hizo insoportable. No podía dar un paso más sin que él dijera algo. Aplicarme la Ley del Hielo debía ser el peor castigo posible.
-Di algo, por favor-le rogué, en un murmuro. Las calles también estaban en silencio, no se oía más que el sonido de nuestros zapatos contra la acera.
-¿Qué quieres que diga?-preguntó. No sonaba enojado, ni triste, ni decepcionado... Sonaba tan neutro como siempre.
Odiaba a Elijah por mantener sus sentimientos tan ocultos todo el tiempo, y me odiaba a mí misma por no ser capaz de imitarlo.
-Lo que sea.
Suspiró, aguardando unos segundos antes de hablar.
-Lo que hiciste esta noche, Annabella... Fue muy estúpido, podrías haber salido herida. Pero también fuiste muy valiente.
Esbocé una pequeña sonrisa, enfocándome en el cumplido.-Gracias.
-Pero no quiero que vuelvas a hacer algo así-se apresuró a agregar. Aguardó unos segundos, midiendo sus palabras, y me aseguró:-Estábamos preocupados por tu bienestar, discúlpame si te hicimos sentir excluida.
"Si, lo hicieron", pensé. Pero me limité a no decir nada al respecto, ya demasiados problemas les había causado. Intenté ser positiva, y concentrarme en todas las cosas que habían salido bien aquella noche.
-¿Pero viste todo lo que hice?-inquirí, animada-¡Fue increíble!
Hice algunos pasos más, sin notar en qué momento Elijah se había detenido. Me giré hacia él, algo extrañada, volviendo a acercarme.
-Annabella... Eres una niña muy inteligente. Creo que, en el fondo, sabes que un humano no puede hacer tales cosas-insinuó, con tanto tacto como le fue posible.
Sus palabras me golpearon con fuerza, quitándome la respiración cual puñetazo en el estómago.
-Solo que aún no estás lista para afrontarlo.
-No sé de qué estás hablando, Elijah.-Pero podía darme una idea. Sin embargo, no estaba lista para que aquellas palabras salgan de su boca.
-¿Cuándo has visto a un humano hacer algo, por diminuto que sea, similar a lo que tú has hecho esta noche?-Me tomó levemente del brazo; debía saber que estaba a poco de echarme a correr.
-No. No, estás equivocado... Soy simplemente yo, Annie. No puedo ser una bruja, y haber pasado toda mi vida sin saberlo.
-Quizás el anillo ha estado absorbiendo todo tu poder desde que eras pequeña.
-¡No, Elijah!-chillé, deseando con todas mis fuerzas que guarde silencio.-¡Es imposible!
-Estoy dispuesto a darte tanto tiempo necesites para que lo asimiles-aseguró-Pero debes oír la verdad, aunque sea una vez.
-Suéltame, Elijah-le ordené, intentando zafarme de su agarre.
-Eres una bruja.
Y allí estaban: las palabras que tanto había estado temiendo.
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Milènium | The Originals [Klaus/Elijah]
Hayran KurguAnnie Ronhood no es más que una adolescente normal y aburrida que se mudó a Nueva Orleans junto a su familia... Hasta que lo hizo, y descubre que es mucho más de lo que ella pensaba, y que su pasado está completamente distorsionado por las constante...