Capítulo 23: Quiero saber más de ti.Jane
Elliot pidió un montón de platos con nombres rarísimos y me aseguró que me iban a encantar. La verdad es que uno de ellos estaba buenísimo, aunque no recuerdo cuál era su nombre.
Él me contó todas las cosas que hacía. Tenía entrenamiento de baloncesto todos los martes y jueves, trabajaba en el restaurante familiar en el turno de tarde y a la vez tenía que compaginarlo con los estudios. No sabía como es que tenía tiempo para todo eso.
La cena iba genial hasta que reparé en una cosa, más bien, en dos cosas. Dos chicas no quitaban el ojo a Elliot y, había que decir que las dos eran bastante guapas. Elliot miró hacia donde yo miraba y las chicas le sonrieron con un gesto coqueto.
-No paran de mirarte -murmuré sin dejar de observarlas.
-Da igual, ignóralas -me respondió acariciando mi mano.
Al ver que me sentía incómoda, Elliot me miró alzando una ceja insinuando que algo no iba bien. Con su mirada me preguntaba qué me pasaba. Le iba a responder, pero justo esas dos chicas se acercaron a nuestra mesa. Una de ellas, la morena, puso la mano sobre el hombro de Elliot.
-¿Cómo te llamas? -cuestionó la rubia batiendo las pestañas.
-Soy Elliot, ¿vosotras? -respondió este con más entusiasmo del que yo pensaba.
-Yo soy Abigail y ella es Brianna -contestó la morena acercándose más a él.
Yo solo observaba la escena como una espectadora más, ya que ellas no parecían notar mi presencia. Le preguntaron a qué instituto iba y Elliot respondió amablemente. La rubia se acercó muchas más, ¿es qué no tenía ya suficiente con ponerle la mano encima? Podía apostar todo mi dinero a que si hubiera estado sin nadie a su alrededor, lo hubiera querido desnudar. Solo con la mirada que tenía, sabía que sus intenciones no eran buenas.
La morena, la más lista de las dos, se dio cuenta de que su amiga no lo estaba consiguiendo, por lo que susurró que se marcharan. Bueno, más bien, lo gritó ya que tenía una voz demasiado chillona e irritante. La rubia seguía haciéndole preguntas a Elliot, cada vez más indecentes, y este contestaba con cierta incomodidad. Su amiga tiró de ella para marcharse, pero la otra no se dio por vencida y con habilidad consiguió anotarle su número de teléfono y entregárselo, no sin antes guiñarle un ojo.
Elliot se despidió de ellas con un brusco movimiento de mano y luego revisó el papel que la rubia le había dejado en la mano. Para mi suerte, hizo una bola con él y lo dejó en la mesa. A mí se me ocurría una idea mejor, podíamos quemarlo lentamente en la plancha que teníamos delante. Sí, era una buenísima idea.
-Eso ha sido extraño -comentó Elliot soltando una pequeña carcajada.
-Bastante extraño -contesté aparentando que no me importaba. Claro que no me importaba que una chica ligara con Elliot delante de mis narices. En absoluto que no.
No me di cuenta de que estaba apretando el puño en la mesa hasta que Elliot me lo notificó.
-¿Te encuentras bien? -preguntó mirándome perplejo. Reaccioné y relajé el puño.
-Perfectamente -respondí con efusividad bebiendo agua. Él decidió no seguir preguntando.
Nunca me había considerado una persona celosa, así que no entendía por qué me estaba comportando así. Supongo que serían las hormonas. Seguimos hablando, pero no igual que antes. Notaba que había muchos silencios incómodos entre nosotros, y ni siquiera sabía de qué hablábamos. Yo solo asentía de vez en cuando y decía algunas frases para que pareciera que escuchaba con atención.
![](https://img.wattpad.com/cover/34994503-288-k68282.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Más allá de la música ©
Teen FictionJane Parks lleva desde los 15 años siendo fan de Sweet Downfall, una banda de pop alternativo poco conocida, pero con canciones realmente buenas. Ahora, dos años después, Sweet Downfall ha conseguido más fama y están a punto de sacar su primer disco...