Capítulo 25: ¿Es muy tarde para pedir perdón?

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Capítulo 25: ¿Es muy tarde para pedir perdón?

Jane

—Mírate, estás irreconocible —comentó Am golpeando con nerviosismo el volante.

—¿Y qué hay de ti? Recuerdo tus palabras: "Nunca en la vida me sacaré el carnet de conducir, ni me compraré esas máquinas de matar que solo sirven para contaminar" —repetí una a una todas las palabras que dijo hace un año.

—Puede que en esos momentos estuviese un poco borracha. Además, este coche es una maravilla —arguyó acelerando cuando el semáforo se puso en verde.

—Oh, tú y yo lo hemos comprobado —respondió Sawyer con una sonrisa sucia.

—¡Sawyer, qué asco! Ahora no voy a poder viajar a gusto en este coche —reclamó Carol que también lo había presenciado. Esta se revolvió incómoda en el asiento, seguro que se lo había imaginado.

—Por favor, es que nosotros no somos tan ñoños como Jane y Elliot —reprochó Am mirándonos a Carol y a mí desde el espejo frontal.

—Hey, nosotros no somos ñoños. Entendemos el concepto de amor de una forma diferente —expliqué.

—¿Ya os atrevéis a admitir que es amor? ¿Sabéis? Sois la pareja más extraña que he visto —dijo Sawyer confundido.

—Elliot y yo estamos bien ahora. No hace falta darle un nombre especial, es decir, no va a cambiar nada —no sabía si Elliot y yo éramos amigos, más que amigos, amigos con derechos o simplemente dos adolescentes confundidos.

—¿Estás segura? ¿Y crees que Elliot está de acuerdo con eso? —insistió Sawyer como buen amigo suyo que era.

—No lo sé, pero creo que los dos queremos esto. Ninguno sufre —contesté. Parecía que habíamos iniciado un debate.

—Jane, no te das cuenta de la magnitud de la situación. A Elliot, le gustas, incluso me arriesgaría a decir que está e...

—¡No lo digas! —interrumpí abriendo mucho los ojos con sorpresa.

—Escuchadme, esto es una tontería. Jane, Elliot está enamorado de ti, y tú estás enamorada de él. Fin —habló Carol que había permanecido, al igual que Am, escuchándonos.

—Opino que no nos deberíamos meter en sus asuntos. Que pase lo que tenga que pasar, yo solo espero que hagan lo correcto —terminó Am con el tema—. Por cierto, me gusta tu atuendo —se giró un segundo para contemplarlo de nuevo.

Bueno, tampoco estaba tan diferente. Por motivo de la final del campeonato me había vestido para la ocasión. Había cogido unos simples vaqueros, la camiseta que me había regalado Elliot, que la usó cuando pasaron a semifinales y todo eso acompañado de una gorra con la visera hacia atrás. Sin olvidar que me había pintado el número del dorsal de Elliot en la cara, el 5. Se podría decir que yo era su fan número uno.

—Como amigo tuyo digo que estás muy sexy, pero no tanto como tú, amor —dijo Sawyer. Después, este puso su mano sobre la rodilla de Am y esta se acercó para besarlo, sin importarle que estuviera llevando a tres personas más hacia la muerte si seguían besándose. Perfecto. Carol carraspeó con fuerza y los dos tortolitos se separaron.

Am encendió la radio, ya que había aprendido a utilizarla, y justo estaba sonando una canción de reggaeton.

—¡Me encanta esta canción! —exclamó Sawyer moviéndose al compás de la música.

—¡A mí también! —gritó Carol uniéndose. Todos se pusieron a cantarla y bailarla de una forma particular, ignorando mis comentarios acerca de lo horrorosa que era la canción.

Más allá de la música © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora