Capítulo 10: Eventos y peleas.
Narrador omnisciente
-¿En serio?
-Y la compañía le traicionaba, ¿verdad Jane? -preguntó Am.
-Jane -llamó Carol.
-Jane, te chocas, te chocas -comentó mientras se apresuraba a cogerla del brazo antes de que se chocase con un anciano.
-Eh -murmuró distraída levantando la mirada del móvil.
-¿Qué haces todo el rato? -cuestionó Am fastidiada. Últimamente estaba muy despista y viciada al móvil.
-Nada -respondió esta con rapidez intentando ocultarlo, pero fue demasiado tarde, porque, con un hábil movimiento, Am se lo quitó.
-Vamos a ver que es lo que haces mientras nos ignoras -añadió esquivándola.
-No, devuélvemelo -protestó Jane intentando quitárselo.
-Lo debía haber visto venir -repuso Am rodando los ojos.
Un grupo de alumnos de primero se las quedó observando. La mayoría enfocaban la mirada en Am y Jane.
-¿El qué? Cuéntamelo -dijo Carol curiosa.
-Tiene que ver con nuestro queridísimo Elliot, también conocido cómo el roba amigas -replicó Am acentuando la palabra queridísimo-. Y no sólo son conversaciones diarias por el Whatsapp, sino por Twitter, Skype y hasta Facebook, ¿quién sigue utilizando Facebook?
-No le llames así, también tengo derecho a tener más amigos. Y por cierto, yo sigo utilizando Facebook -comentó Jane molesta. Que pasara tiempo con él no significaba que pasaba de ellas. Había una gran diferencia.
-¿Estás segura de qué es sólo tu amigo? -inquirió Carol que hasta ahora sólo las había mirado cómo si de un partido de tenis se tratase.
-¿Qué estás queriendo decir? -preguntó con una ligera sospecha.
-Creo que lo sabes muy bien -añadió Am respaldando a Carol. Jane se calló dirigiéndose con rapidez a las escaleras, dejándolas atrás. Por desgracia, ella sí sabía a lo que se referían.
Jane
Estábamos en Biología, la única asignatura que teníamos las tres juntas, pero seguían sin hablarme. Les escribí una notita a cada una y se las iba a lanzar. No hacía falta disimular ya que el profesor odiaba el instituto, dar clase, Biología y, sobretodo, a nosotros, así que nos ignoraba completamente. Pero, justo en el momento de lanzamiento, un obstáculo se puso de por medio, también conocido cómo el director.
Lo escondí y fingí que escuchaba lo que decía. No eran los temas de los que hablaba, sino por su voz monótona. Además, se solía extender e irse por las ramas. Cuando se marchó la clase transcurrió tranquila: el profesor siguió explicando, Carol y Am se miraban entre ellas y, de vez en cuando, me miraban de reojo, y algunos compañeros empezaron a lanzarse objetos. Sí, una clase tranquila.
Al sonar el timbre salieron sin esperarme así que, con rapidez, guardé todo y las intenté detener.
-¡Esperadme! -grité a punto de tropezarme por las escaleras. Me acerqué recuperando el aliento-. Lo siento, de verdad, siento que no esté tanto con vosotras y, si queréis, sólo voy los fines de semana con él y el resto lo paso con vosotras. Pero. Por favor, no me ignoréis -pedí. Eran mis mejores amigas y, perder su amistad sería una de las peores cosas que me podían suceder.
No quería que me ocurriera cómo a muchas personas que pierden a su mejor amigo por una tontería o una pequeña pelea y al final se terminan arrepintiendo toda su vida.
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Más allá de la música ©
Novela JuvenilJane Parks lleva desde los 15 años siendo fan de Sweet Downfall, una banda de pop alternativo poco conocida, pero con canciones realmente buenas. Ahora, dos años después, Sweet Downfall ha conseguido más fama y están a punto de sacar su primer disco...