Elena
Tenía un apellido muy sexi, ¡Qué diablos estoy diciendo!. De verdad que tengo que controlar mis hormonas, el dejo la tiza encima de la mesa y se apoyó de ella mirando hacia nosotros, se veía sexi en esa posición.
-Buenos días. De ahora en adelante yo seré su profesor de matemáticas-su voz era muy sexi, demonios todo en el era sexi-
-Profesor Brown ¿cuál es su nombre completo?-preguntó un chico moreno de enfrente-
-Bueno, mi nombre completo es James Herard Brown-dijo mientras rodeaba su escritorio-Chicos me gustaría darles a todos un examen-se escucharon los quejidos en el salón-no se preocupen solo es un examen para saber que tan lejos van, eso es todo-
Todos soltaron un suspiro de alivio, el profesor Brown saco unos papeles de su maletín supongo que el examen y se los repartió a todos, lo vi y no estaba tan difícil, termine enseguida y se lo entregue. El me miró sorprendido.
-¿Acabo señorita?-dijo él sorprendido mientras me miraba a los ojos, dios me iba a derretir si me seguía mirando así-
-Si.-dije muy segura de mí misma-
El tomo el examen entre sus manos y yo volví a mi lugar, la campana sonó y todos dejaron el examen encima de su mesa. Yo estaba tan desconectada del mundo que me di cuenta, solo después que el último estudiante salió.
-Señorita Green-dijo el profesor cuando estaba recogiendo mis cosas-
-¿Si profesor Brown?-conteste cuando ya había acabado-
-Me gustaría hablar con usted-yo baje y me acerqué hacia su escritorio-
-¿Qué sucede?-pregunté extrañada-
-Ya corregí su examen y usted lo hizo todo perfecto-yo me quedé sorprendida y entusiasmada no me lo podía creer-
-Me gustaría hablar con usted en mi oficina después de clases-dijo el recogiendo sus cosas-
-Esta bien-dije sin dudar y muy feliz, salí de su despacho y me encontré a Jhon en el pasillo-
-¿Por qué tanta felicidad?-dijo mientras se acercaba hacia mi-
-Es que saque la mejor nota en el examen de matemáticas-dije muy emocionada-
-Esa es mi chica-dijo mientras me tomaba en brazos y daba vueltas conmigo-¿Te parece si te llevo a casa?-
-No, es que hoy tengo que hablar algo con el profesor sobre mi examen y esas cosas-Jhon me miró un poco insatisfecho y asintió, después de hablar un rato me fui a las demás clases que pasaron volando-
Guarde mis libros y me fui de lo más feliz a la oficina del profesor Brown. Al llegar toque la puerta dos veces y espere, el me abrió y mis hormonas se alborotaron por completo porque carajos como podía ser tan guapo. ¿Es que acaso el es un demonio que atrae a chicas calenturientas como yo para después violarlas?
-Pasa.-
Se apartó de la puerta cediéndome el paso, observé su oficina y estaba bastante organizada, tenía una laptop y unos papeles encima de la mesa. Un sofá de tamaño normal y una mesa de vidrio en frente, era una oficina muy funcional y cómoda.
-¿Por qué me ha citado profesor Brown?-dije cuando ya estaba acomodada en una silla que estaba en frente de su escritorio-
-¿Has pensado en participar en las olimpiadas de matemáticas?-
-¿Las olimpiadas?-dije sorprendida-
-Si la verdad que eres muy buena y me gustaría que participarás en ellas, yo te apoyaría y prepararía...¿Qué te parece?
-Pues no se...nunca he pensado en eso-dije un poco desconfiada, el me miró y no pude evitar perderme en su mirada-
-Vamos será divertido-dijo con una voz muy suave, yo tomé aire y acepte-
-Esta bien lo haré...-se dibujó una sonrisa en su rostro y se dejó caer en su silla, parecía muy aliviado-
-Ese es el espíritu-yo me reí y después el continuo-
-Bueno profesor Brown yo me tengo que ir.-
-Gracias por aceptar-
El extendió su mano y yo la agarre, no sé si fue mi imaginación pero sentí una corriente recorrer mi cuerpo. Solté su mano al instante y nos miramos por un rato, pero el ambiente se estaba tornando incómodo.
-Adiós profesor-dije y salí corriendo de ahí-
Llegue a la parada de bus y espere mientras pensaba en lo largo que había sido este día. Espero que el de mañana no sea tan duro.
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Deseos prohibidos
Romance-¿Me podría dar un poco de leche?-pregunté acercándome hacia el- -Con gusto, pero para eso tendrías que ponerte de rodillas y buscarla por ti misma-dijo arqueando una ceja-