Deseos prohibidos

Que me pasa...

James

No había dormido casi nada a noche después de lo que sucedió con Elena, simplemente no podía dejar de pensar en aquellos labios, eran tan suaves y me hacían sentir un montón de cosas inexplicables, no sabia como describir este sentimiento era como si ella fuera mi alma gemela o algo así, y no pudiera dejar de pensar en ella.

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-Buenos días estudiantes-

-Buenos días profesor Brown-

Hay estaba ella tan hermosa como siempre, simplemente no me explicaba cómo podía llegar a ser tan perfecta cada vez que la miraba sentía como mi mundo se derrumbaba ante ella.

-Adios chicos-

-Adiós profesor-

-Elena te veo en mi despacho... después de clases-

Elena

Hoy no tenía ganas de ir a la escuela no dejaba de pensar en lo que pasó con el profesor es algo que nunca había sentido, cuando bese a Jhon no sentí nada pero al besarlo a él sentí como mi mundo se ponía de cabeza.

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Ahí estaba el profesor impartiendo su clase y en lo único que yo me fijaba era en sus labios ni siquiera me concentraba en lo que él decía, no podía creer que me hubiera besado.

-Elena te veo en mi despacho después de clases-dijo neutro-

-Ok-

Estaba roja como un tomate cuando él me pidió eso, y creo que lo había notado y salí como un jet de la clase y   me tropecé con Eli.

-¿Hey pasa algo Elen te veo muy nerviosa?-preguntó ella tratando de levantarse-

-No, es solo que tengo mucha hambre. ¿Te parece si vamos a almorzar?-dije ayudándola-

-Si claro...-dijo poco convencida-

Elizabeth y yo estábamos sentadas en nuestra mesa hablando de cualquier estupidez que se nos ocurría y planeando qué haríamos en el fin de semana.

-Hey Elen hace tiempo que no veo qué hablas con Jhon ¿Ya terminaron?-

-Lo qué pasa es que he estado muy ocupada, tú sabes con las cosas de las olimpiadas de mates y eso...-

Se me había olvidado por completo pero es que él no me había hablado ni nada... solo pensaba en james.

-Ah está bien ¡Oh mi dios!-

-¿¡Que pasa!?-

-¡Ese chico está buenísimo parece un dios griego!-

Voltee a ver y ahí estaba el chico con el que me había tropezado ayer y si que era guapo, era alto, de cabello negro y de ojos verdes oscuros con un cuerpo como dice mi amiga de dios griego.

-Hola Elena-me saludó con una amplia sonrisa-

-Hola Diego-le devolví de la misma manera-

-¿Ustedes se conocen?-exclamó con la boca abierta-

-Ayer tropecé con él en el pasillo. Diego ella es Elizabeth, Elizabeth él es Diego.-un placer espetaron los dos-

Todo el almuerzo Eli y Diego se la pasaron hablando, al parecer ellos dos se caían muy bien hasta en un momento se llegaron a olvidar de que yo me encontraba ahí sentada.

-Bueno Eli nos vemos, tengo que ir a química si no la profesora me matamos -ya me sentía incómoda ahí-

-Adios Elen-dijo ella sin prestarme mucha atención-

-Adios Elen-espeto Diego-

-Adios Diego-

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Después de química y historia que pasaron más rápido de lo normal me dirigí hacia el despacho del profesor Brown, toque la puerta y espere hasta que me dijeran que pase, entre y ahi estaba el con su perfecta sonrisa que hacía que me derritiera ante el.

-¿Por qué me ha llamado profesor Brown?-

-Llámame James, sabes que no me gusta que me llames profesor Brown.

-Ok... pues...-antes de que terminara lo que iba a decir el me interrumpió-

-Te llamaba para hablar sobre lo que pasó ayer-

-¡Lo siento mucho fue mi error le juro que no pasara otra vez!-

-Pues la verdad yo sí quiero que vuelva a pasar otra vez-me quedé sorprendida... en serio quería que pasara otra vez, casi se me caen las bragas.

El se acercó a mí lentamente mientras que yo seguía inmóvil por lo que él acababa de decir, se acercó y me tomo suavemente por la cintura, para con su otra mano levantar mi cara y así poder ver esos hermosos ojos azul cielo. Se fue acercando lentamente hasta que sus labios chocaron en una demostración de pasión y furor contra los míos, nos estuvimos besando hasta que nos quedamos sin aliento y el se quedó mirándome hasta que volvió a unir nuestros labios en un beso más suave y tierno. Nos quedamos mirándonos por un rato hasta que el se decidió a hablar.

-Elena no sé que me pasa contigo cuando te veo siento que eres la persona más hermosa e importante para mí, que nada tiene comparación contigo y aunque se que esto no está bien quiero tener una relación contigo-

Me quede sin palabras, estuve un momento tratando de articular en mi cabeza todo lo que él me había confesado.

-Yo... no sé qué decir -me había quedado muda-

-Solo dime que no sentiste nada cuando me besaste y olvidaremos esto y haremos como si nada pasó.-

De mi boca no salió ninguna palabra porque había sentido todo un mundo cuando él me besó en un cerrar de ojos.

-Eso responde a mi pregunta-

Me tomo otra vez entre sus brazos y comenzó a besarme, al principio no seguí el beso hasta que después enrede mis dedos entre su sedoso cabello y comenzamos a besarnos como si no hubiera mañana....comenzamos a caminar hacia el sofá que se encontraba en su oficina y él me recostó suavemente mientras seguía besándome.

Seguimos besándonos fogosamente hasta que alguien entró en la oficina dejándonos a los dos petrificados.