Elena
-Elena ¿cuéntanos algo sobre ti por favor?-dijo el señor mientras tomaba otro sorbo de té-
-Provengo de Perú pero la mitad de mi familia es de Gran Bretaña y por eso decidí venir aquí a estudiar por las escuelas que son mejores.-dije tratando de hacer lo más corta posible mi historia-
-¿Vives con tus padres aquí o alguien?-dijo la señora Cambridge-
-No, mis padres están en Perú y vivo sola pero de vez en cuando voy a visitar a mi tío que vive en otra ciudad.
-Debe ser muy triste vivir sola-dijo la señora Cambridge, sintiendo pena. Odiaba que las personas sintieran pena-
-No señora Chambringe no es nada-dije muy firme-
-Jhon ¿Acaso le has enseñado la casa a Elena?-
-No padre-contestó Jhon, que parecía no prestar mucha atención a mi conversación con sus padres-
-Pues ve y enséñala enseguida en lo que la cena está lista-dijo la señora Cambridge-
-Esta bien madre-Jhon se levanto, y yo hice lo mismo, el tomo mi mano y nos fuimos-
Jhon me llevo en un tour por su casa y al final llegamos a un pasillo donde supongo que se encontraba su recámara. Su habitación era de color azul marino, tenía un cama de algunos dos metros y una televisión de plasma, y un baño también.
-¿Qué te parece?-dijo él sentándose en el borde de la cama-
-Es muy bonita tu casa y tu habitación también-dije sentándome al lado suyo-
Jhon me miró y me trato de besar pero yo me hice para atrás, él me miró por un largo rato con en ceño fruncido hasta que su madre nos llamó para que bajáramos.
El se fue molesto y yo me enfadé también por su descaro, la verdad que me sentía muy aliviada por qué no hubiera pasado nada. Los dos bajamos las escaleras y nos sentamos en el comedor, que era muy grande por cierto, era un comedor de 6 sillas con una mesa de cristal y un candelabro arriba.
-¿Qué te pareció la casa Elena?-dijo la señora-
-Es muy bonita señora Cambridge-
-Gracias, espero que te guste el pescado-
Una señora trajo la comida y la dejo en frente de nosotros y la verdad es que olía delicioso, ellos dieron las gracias pero yo solo quería probar el delicioso platillo.
Durante la comida los padres de Jhon contaban anécdotas de su vida y alguna que otra cosa vergonzosa de Jhon, decían que cuando era niño siempre se orinaba en la cama. Yo no podía aguantar la risa, pero trataba. Después de la maravillosa cesa trajeron el postre que era helado de chocolate con sirope de fresa...delicioso.
-Espero te guste el chocolate-dijo el señor Cambridge-
-Me encanta, gracias-
Todos empezamos a comer el helado pero sentí algo por debajo de la mesa, era la mano de Jhon que estaba sobre mi muslo y lo acariciaba. ¿Qué mierda estaba haciendo? Yo traté de alejar su mano pero el la tenía aferrada, tenía que hacer algo.
-Me podrían disculpar un momento tengo que ir al tocador-los padres de Jhon asintieron y Jhon alejo su mano molesto-
Llegue al baño me lave la cara y me puse a maldecir por lo imbecil que era aquel tipo, tan lindo que se había portando conmigo estos últimos meses. Aspire hondo y me decidí por terminar esta horrible experiencia. Después del postre, hablamos un rato y ya me tenía que ir a casa.
-Fue un placer conocerlos-dije dándoles la mano-
-El placer fue nuestro-dijo el señor Cambridge-
-Vuelve a visitarnos-yo asentí-
-Mama, papá, iré a llevar a Elena a su casa-los dos padres asistieron y Jhon y yo nos fuimos-
Durante el camino a mi casa todo estuvo en absoluto silencio, no quería hablar con él estaba enojada como pudo haber hecho eso en la casa de sus padres mientras cenábamos. Llegamos a mi casa y yo abrí la puerta para salir rápidamente del auto sin decir adiós. Jhon ni se inmutó y dio la señal al conductor que rápidamente encendió el motor y se fue. Menudo idiota.
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Deseos prohibidos
Romance-¿Me podría dar un poco de leche?-pregunté acercándome hacia el- -Con gusto, pero para eso tendrías que ponerte de rodillas y buscarla por ti misma-dijo arqueando una ceja-