Mi primera vez

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Elena

El me recostó en la cama para después posarse encima de mi. El bajó lentamente a mi cuello donde comenzó a succionar y dejar cálidos besos que provocaban un gran estremecimiento en mi, después subió lentamente hacia mi boca mientras susurraba lo hermosa que era.
Me miró a los ojos y me quito la blusa, toco mis senos por encima del sostén y yo solo soltaba gemidos ahogados de placer, el se deshizo de mi sostén y se llevó mi pezon a su boca.
Lo lamió y mordió de una forma que no creí posible... No hacía más que retorcerme y tratar de acallar los gemidos. El después se separó y se quitó la camisa lanzándola a algún lado, me sonrojé y el río ante mi reacción.

El se acercó y comenzó a bajar lentamente hacia mi monte de Venus, antes de continuar el me pidió con permiso con la mirada y yo asentí. Me quito el pantalón y me dejo expuesta ante el, yo desvíe la mirada ante la gran vergüenza que sentía.

-Elena mírame, no tienes porque avergonzarte. Eres hermosa.

El tomo mi mano y la situó en el bulto en sus pantalones mientras yo le miraba a los ojos. Con movimientos torpes le desabroche el botón. El se saco los pantalones y quedo en calzoncillos frente a mi, yo baje temblorosa mi mano hacia su bulto y lo libre.

El soltó una risita al ver mi expresión.
-¿Acaso se está riendo de mi señor Brown?

-Como cree que me atrevería a eso, señorita Green.

El busco un condon encima del cajón y me miro divertido, yo reí. Se puso el condon de una vez, aunque los dos seguimos riendo.

Después de que acabáramos de reír el siguió besándome, pero esta vez el había bajado hasta mi vagina y comenzó a lamber. El tocó mi punto G y sentía que no podía continuar, si seguía así me iba a desvanecer-James no puedo más-Dije sin aliento el paro y se posicionó para que su miembro pueda entrar, me miró a los ojos y entro lentamente

-Aaggghhh-
El se detuvo un momento y yo asentí para que continuara moviéndose, las estocadas comenzaron y en cada una olvidaba hasta mi nombre y de donde venía.
-Eres mía-no era una pregunta-

-Soy tuya...-

Los dos nos corrimos gritando nuestros nombres y él se desvaneció a mi lado. Me recosté sobre su pecho y él comenzó a acariciar mi cabello hasta que me quede dormida.

~~

Me desperté de repente y mire a mi lado y al no encontrar a James me asusté un poco, me levante a hacer mis cosas al baño y tomé una de sus camisetas para bajar a la cocina. Lo encontré haciendo el desayuno mientras tarareaba una canción.

-Buenos días amor.

-Buenos días princesa. ¿Como te sientes?

-Me siento de maravilla-

Aunque debía admitir que sentía una pequeña incomodidad entre las piernas pero estaba feliz.

-Quería llevarte el desayuno a la cama pero tú ya te me adelantaste-le guiñe un ojo y me le acerqué-

El me dio un beso en la coronilla y me miró por un momento y me mandó a sentar. Yo me fui pavoneándome para invitarlo y el gruño.

-Si continuas provocándome no responderé ante mis acciones-sentí el calor en mis mejillas y baje la mirada-Aquí tiene mi señora.

Él había preparado huevos, tocino y pan tostado, me lo tendió en la mesa y mi boca se hacía agua con tan solo verlo.

-Espero está cosa no me mate-el Aldo una ceja y me retó con la mirada, yo sonreí y le guiñe un ojo-

El se sentó a mi lado y probé todo, estaba rico. El noto mi expresión y sonrío para después comer, la mañana entera la pasamos entre risas y coqueteos y no podía ser mejor. Cuando terminamos lave los platos y el estaba en el sofá esperándome.

El comenzó a buscar algo hasta que me acurruque a su lado, después de un momento me di cuenta de algo muy importante...

-¡James! ¡¿Qué hora es?!.

-Son las 12:00. ¿Por?

-¡Cómo puedes decirlo tan tranquilo!, ¡tengo clases hoy!

-Elena no te preocupes tu amiga llamo en la mañana a tu teléfono y como te veías tan bonita durmiendo le dije que dijera que estabas enferma.

-Está bien, pero espera. ¿Qué te dijo mi amiga?

-Bueno fue muy gracioso me dijo que te tratara bien y que si te hacía algo me mataría.

-Hay Elizabeth. ¿Qué vamos a hacer hoy?

-¿Que te parece quedarnos en el sofá acurrucados, ver películas y pedir pizza?

-Es la mejor idea que has dicho en toda tu vida-el sonrío y me acerco más a él-

Cuando acabamos nuestro maratón de películas me levanté a ponerme ropa y el me llevo a casa.

-Adios princesa nos vemos mañana-

Me beso y sentí mi piel erizarse, salí del auto y le lancé un beso, el hizo como que lo atrapó y reí entre dientes.

Al llegar a mi casa me sentía de lo más cansada me tire en la cama boca abajo hasta que recibí una llamada de Elizabeth, apuesto que quería saber todos los detalles de lo que había pasado.

-¡Hola Elena!

-Hola Eli...

-Uuhhh alguie se ve cansada al parecer tuvo una noche muy ocupada-me la imaginé levantando las cejas y mordiéndose el labio por las ansias.

-Déjame adivinar, quieres que te cuente todos los detalles de lo que pasó a noche.

-¡Por supuesto! A parte, no puedes negar nada cuando llame hoy el profesor tomo el teléfono eso significa que habías dormido con el así que... ¡suelta la sopa!

-Podemos hablar mañana de verdad que estoy cansada y me duele todo...-dije con voz muy baja-

-Vale... solo acepto porque parece que el profesor te follo bien solo por eso, pero eh que mañana no te me escapas.

-Ok, mañana hablamos pesada.

-¡chao, besos!

Colgué el teléfono y me quede dormida al instante no sabía que después de tener sexo se podía sentir tan cansada y adolorida en las películas siempre lo muestran todo color de rosa. Tal vez era porque era virgen, si creo que eso, la próxima no me dolerá. Que estoy diciendo ya estoy penando en la próxima vez, me estoy convirtiendo en una pervertida como Elizabeth.

Deseos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora