Nick.

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Elena

Me había levantado llena de sudor con la respiración entrecortada...todavía seguían pasando las imágenes del beso, de sus palabras. Pero después me alivie cuando vi que realmente era una pesadilla. Al levantarme me encontré a james profundamente dormido a mi lado.

Se veía tan sereno y sin preocupaciones mientras dormirá me volví a recostar en la cama y quede frente a él...le acariciaba su cara con delicadeza para que no se despierte y con cuidado.

-Buenos días princesa-dijo con una sonrisa y los ojos todavía cerrados-

-No quise despertarte-

-No te preocupes-el se levantó y bostezo antes de mirarme-

-Si quieres puedes dormir un rato más...-el me miró tiernamente y negó-

-No te preocupes, no estoy cansado...hasta te haré el desayuno-dijo con una sonrisa sexi, bueno a mí él siempre me parecía sexi-

-¿Qué día es hoy?-estaba muy desorbitada, ni sierra sabía que día era hoy-

-Domingo 18 ¿porque?-¡¡cómo demonios pude haberlo olvidado!!-

-¿Qué pasa?-preguntó James un poco exaltado al verme pararme de repente y caminar de un lado a otro-

-Que mis tíos vienen hoy a visitarme-dije un poco nerviosa-

-¿A qué hora vienen?-preguntó james levantándose y buscando su chandal-

-A las 12:00, les gusta llegar temprano-el asintió y se paró-

-No te preocupes todavía son las 10:30 tienes tiempo, vete a bañar que yo preparo el desayuno-me dio un beso en la frente y fue a la cocina-

Entre a la ducha y abrí la llave...anoche había sido una noche bastante agotadora se podría decir, necesitaba descansar un poco. Pero esperaba que mis tíos no se quedaran mucho, no quiero tener inconvenientes con mi mudanza con james, todavía no podía creérmelo iba a vivir con el...me lo había pedido. Empecé a chillar de la felicidad, casi me resbaló y caigo en la ducha pero aún así seguía muy feliz no me lo podía creer. Sali del baño y me puse unos jeans con una caño será negra, me puse unos converse y me arregle un poco el cabello, a mi parecer estaba lista.

-¿Dónde aprendiste a cocinar?-la verdad que james cocinaba delicioso...-

-Mi madre me enseñó-dijo sirviendo la comida en un plato-

-Pues te enseño muy bien-el me sonrió y dejo los platos encima de la isla de la cocina, era unas tortillas rellenas con queso y bacon se veía más que delicioso-

-Me voy a bañar, y después te llevo a tu apartamento-

-Esta bien-el se levantó y yo me acabe rápidamente el desayuno y fregué los platos, cuando termine james ya estaba bajando por las escaleras y se veía super sexi. Tenía unos jeans y una camiseta pegada a su cuerpo, donde se le podía ver cómo se marcaba su cuerpo, estaba para comérselo-

-¿Amor crees que es bueno salir así a la calle?-le dije pensativa-

-¿Así?-el me miró con el ceño fruncido-

-Si espera...-me acerqué hacia él, le mordí el cuello hasta dejarle una marca-

-Ahora estás perfecto-el me miró con la mirada divertida y me pego hacia el-

Deseos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora