La Novia de Mi Mejor Amigo #Wattys2016

Capítulo XLIII

Narra Maria:

Oh por dios.

El calor de mis mejillas no se quitan, Jess me da una sonrisa cómplice y Adam sonríe como el gato del país de las maravillas.

-¿Que tanto me ven? -pregunté susurrando-

Oh maldición, me sudan las manos y eso es porque estoy nerviosa, ¡No se que decir joder!

-Lo despeinada que estás, el rubor en tus mejillas y los labios hinchados con esa sonrisa, da mucho que pensar Marie -sonrió con inocencia-

-Además que ni siquiera trajiste el jugo ni la comida, ¡Yo no comí por ir a buscarte! -exclamó el idiota con frustración-

Jess miró a Adam con una sonrisa.

Adam le guiño un ojo.

Éste tomó su teléfono y empezó a escribir con una sonrisa.

El teléfono de Jess sonó indicando que tenía un mensaje.

El idiota le sonreía mientras ella leía el mensaje.

Jess lo miró, le devolvió la sonrisa y asintió.

Ambos se pararon.

Me puse en la puerta para encararlos.

Los señalé.

-Us-ustedes tienen algo -pregunté en un susurro, que más como una pregunta era una afirmación-

Jess sonrió y se ruborizó.

¡SE RUBORIZÓ JODER! ¡PRIMERA VEZ QUE SE RUBORIZA! OH DIOS, OH DIOS.

-Quiero ir a comer algo, ¿Por qué no vamos a la pizzería? -preguntó Jess mirando hacia otro lado, no me miraba a los ojos-

UH, ¡MENTIROSA!

Sonreí.

-Yo las llevo, ¿Qué dicen? -el idiota si me veía a los ojos mientras me mentía descaradamente-

-Vayan ustedes, tengo que buscar la información sobre el trabajo -dije y me encogí de hombros-

-Vale -dijo Jess con una gran sonrisa-

-Me traes de nuevo al idiota, que tenemos un trabajo que hacer -mandé-

Asintió y salieron.

Negé con la cabeza mientras sonreía.

Me lancé a la cama y solté una sonora carcajada.

Suspiré como enamorada.

*Flashback*

Después de un baño me dirigí a la cocina por algo de comer, no había comido desde ayer y moría de hambre. Tomé tres vasos y los puse en el mesón de la cocina, abrí la nevera y saque el zumo de naranja, estaba por servirlo, cuando una mano me toma por la cintura y la otra me tapa la boca, entré en pánico y comencé a forcejear con quien sea que me estuviera agarrando, hasta que me hizo girar y quedé frente a él.