Epílogo

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Cuatro años después...

Gruñí cuando sonó la alarma, levanté mi mano y palpaba para poder llegar a mi celular. Después de lanzar casi todo al piso de mi mesa de noche, logré tomar mi teléfono y apagar la alarma para seguir durmiendo.

Pero mi hermosa compañera de piso toca mi puerta violentamente haciéndome gruñir de nuevo. Me levanté y fui a abrir la puerta.

-Tenemos clases Marie -dijo Emily-

-Lo sé, ya me arreglo -sonreí-

Asintió y salió de mi habitación.

Tenía clases en las mañanas y trabajaba en las tardes hasta las ocho de la noche, la paga no era la mejor de todas, pero por lo menos ayudaba a la abuela y podía pagar la renta del piso. Me faltaba un año y medio para graduarme, compartía el piso con Emily que comenzó a estudiar conmigo apenas llegué a la universidad, paso los fines de semana con mis abuelos, quería vivir con ellos pero necesitaba estar más cerca de la universidad ya que ellos viven muy lejos de esta última. Emily técnicamente era mi mejor amiga, y vivíamos juntas ¿Qué mejor que eso? Trabajaba en una cafetería cerca de aquí. Literalmente todo me quedaba cerca, el centro comercial, la universidad y mi trabajo.

¡En fin!

Después de bañarme, salí y comencé a vestirme con unos leggins negros, un abrigo beige tejido y mis hermosas Vans negras. Me puse un poco de polvo, rímel y brillo labial. Tome mi bolso, metí mi libreta, mi maquillaje, algo de dinero y mi celular. Me puse perfume y salí.

Caminé por el estrecho pasillo hasta llegar a la cocina, Emily ya estaba desayunando, me señaló mi plato de comida, sonreí, puse mi bolso en el suelo y me senté.

-¿Qué harás el fin de semana? -pregunta Emily mirándome con fijeza-

-Uh ¿Estar con los abuelos? - sonreí mientras ella me fulminaba con la mirada- ¿Tú?

-Iré a la playa con Gustavo y unos amigos ¿Quieres ir?

-No.

-Oh vamos, tienes que divertirte -puse los ojos en blanco y ella bufó- Te conozco hace cuatro años y en todo ese tiempo solo te he visto estudiar y pasar los fines de semanas con tus abuelos ¡Tienes que divertirte!

-No. -bufé- Ya lo hablamos Mily, sólo quiero terminar de estudiar y graduarme, después veré lo demás.

-Pareces una vieja Marie -puse los ojos en blanco, otra vez-

-Como tú digas -sonreí falsamente- Ahora vámonos que se nos hace tarde.

-Esta bien, Gus nos espera -sonrió, puso su plato en el lavavajillas y salió de la cocina- ¡Vamos Marie si no te vas a pie!

Bufé, termine de comer mi tostada, puse el plato en el lavavajillas, tomé mi bolso del piso y me dirigí a mi habitación para cepillarme. Luego, limpié mi boca y salí.

-¿Lista?

Asentí y salimos.

Bajamos del ascensor y salimos de la residencia y al frente estaba el auto del idiota.

Emily se montó de copiloto y yo en los asientos traseros.

Gustavo y Emily empezaron a besarse como si no hubiera mañana.

¡Iugh!

-¿Pueden parar? Creo que voy a vomitar -hice como si tuviera arcadas y ellos se separaron riendo-

Tenían dos años de novios y eran realmente insoportables cuando estaban juntos.

-También me alegra verte Marie -el idiota me sonríe a través del retrovisor-

-Dejala, ella está así porque necesita novio -dice la otra idiota-

Suspire con pesadez y ellos rieron.

No me dejaron en paz en todo el camino hasta que llegamos a la universidad.

-Idiotas -dije y me bajé cerrando la puerta tras de mí-

***

Ya habían terminado mis clases y ahora me dirigía hacia mi trabajo.

Cuando llegué, entré con una sonrisa.

-Hola Robert -saludé a mi jefe mientras me dirigía a mi casillero del trabajo-

-Hola Marie -sonrió-

Me puse mi delantal, me hice una cola de caballo, tomé mi libreta, lápiz y comencé a trabajar.

-Buenas tardes, ¿puedo tomar su pedido?

Y así pasé toda la tarde hasta la hora del almuerzo o de receso que era a la tres.

Emily no trabajaba conmigo, es más, ni siquiera trabaja ya que todo se lo da su noviecito.

Así cualquiera deja de trabajar ¿eh?

Me quite mi delantal y fui al baño. Tomé mi bolso y salí a comprar algo para tomar.

Mientras salía de la cafetería, abrí mi bolso y saqué mi celular. Iba tan distraída que una pared se atraviesa en mi camino.

Más bien alguien.

-Lo siento ¿Estas bien?

-Sí, no importa -sonreí a medias- fue mi culpa.

Levanté la vista de mi teléfono y lo miré.

Abrí los ojos como platos y entre abrí mis labios.

NO LO PUEDO CREER.

HUSTON, TENEMOS UN PROBLEMA.

¡UN 3312! ¡TENEMOS UN 3312!

-¿Marie?

-¿Ja-Javier?

La Novia de Mi Mejor Amigo #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora