EXTRA.

2.1K 137 0
                                    

Maratón 4/4.

Sonreí con superioridad tomando las llaves del auto que me acaba de ganar viendo la cara de indignación por el niño pijo que perdió contra una mujer. Mire a mi amiga Emily sonriendo y le dije:

-Tía, nos hemos ganado la lotería-ella sonrió asintiendo-

-Me alegra que hayas aceptado el negocio de la familia-sonríe con falsedad-Cuatro putos años esperando este momento. Definitivamente valió la pena.

Yo solté una carcajada y asenti estando de acuerdo con ella, le di las llaves de mi auto.

-Llévate ese, yo me llevo el coche nuevo - le guiñe un ojo, me monté, encendí el motor y arranqué-

La verdad es que nunca mencioné mucho a Emily, ni nada acerca de ella. Sus padres son conocidos empresarios del país, por ende, tienen dinero. Por ello, Emily tiene un piso dónde ella en un intento de ser "independiente" le dijo a sus padres que ella quería pagar la renta y ellos aceptaron. Emily es hija única, por eso la consienten tanto. Sin embargo, no es la típica niña pija rubia sin cerebro, ella es una morena de ojos grises, castaña, más alta que yo y esbelta, con unas curvas de infarto. Tiene una colección de autos que le regalaron sus padres, a los cuales no les molestaría que ella siguiera viviendo con ellos. Ella no trabaja porque su novio se lo da todo, es su chófer personal, su guardaespaldas, alguien quien le da y no precisamente consejos y finalmente su perro faldero. La renta la paga con un dinero que guarda en una cuenta en el banco que sus padres mensualmente les da. Ella conoció a Gustavo en unas carreras Callejeras hace un año y medio donde quiso hacer algo para darle uso a su colección de autos, aumentando este último. El cual sus padres no están de acuerdo, por eso ella le llama "Negocio de la familia" con tal de molestarlos, ella desde que le caí bien decidió enseñarme a manejar igual a su abuelo y a que también fuera parte de las carreras, sólo que yo nunca acepté, no quería hacerlo. Aunque una parte de mí quería, nunca acepté por miedo pero hoy lo perdí cuando corrí, Sentir la adrenalina por todo tú cuerpo es maravilloso.

Aparqué en el estacionamiento exclusivo para los autos de Emily. Baje y me guarde las llaves en mi cazadora de cuero. Salí a esperar a Emily para irnos a casa, necesitaba estudiar porque mañana tendría un examen. Finalmente cuando llega y arranca para ir a casa.

Veinte minutos después llegamos a casa, suspire abriendo la puerta de entrada. Recordando todo.

-Me iré a estudiar, Em-la miro y ella tiene la mirada perdida en algún punto inexistente- ¿Qué pasa?

Ella no me mira y solo se queda de pie sin decir nada. Ahora que lo noto esta pálida y el maquillaje lo tiene corrido.

-Emily ¿Que pasó? - insistí mirándola mientras ella seguía sin decir nada- ¡Emily!

Ella parece volver a la realidad y entonces sus ojos grises se posan en los míos, veo como se le empañan de lágrimas y comienza a temblar.

-¡Cállate maldita sea! -solloza con fuerza- Dos años tirados a la basura.

La miro incrédula y confundida. No sé de qué me habla ni a que se refiere.

-¿De qué hablas? Emily no te entiendo-susurro-

-Lo perdí - susurra lo suficientemente alto para que la escuche- ¡LO PERDÍ, MALDITA SEA! ¡DOS AÑOS TIRADOS A LA BASURA!

Su grito me sobresalta haciendo que de un paso atrás, mirándola con rareza. Ella nunca se ha comportado así.

Es como si fuera otra persona.

-Fue un maldito, Marie - habla en voz baja- Me usó todo este tiempo, solo quería sexo.

Yo me quedé sin palabras cuando caí en la cuenta de que estábamos hablando de Gustavo.

-Ayúdame a matarlo - se acerca a mi y me zarandea- ¡No hay que dejar huellas!

Literalmente mi cuerpo perdió la sangre que poseía y mis piernas comenzaron a flaquear. Me solté de su agarre dando un paso atrás.

-Estás loca, Emily. - susurre- Eso sería un crimen

Ella niega con la Cabeza, se disculpa y se va hacia su habitación. La seguí sintiendo la adrenalina aumentar en mi cuerpo. Entre a su habitación y cerré la puerta detrás de mí.

-Lo siento, Marie. - susurró- No debí decir eso, solo que me siento rota.

Em, em, em. Te entendemos perfectamente.

Yo asenti sentándome a su lado en la cama de su habitación. Sin decir nada, me acerqué a ella y la abracé. Ella inmediatamente comenzó llorar con fuerza, haciendo que yo llore con ella. Se separa de mí y me sonríe débilmente.

-El viernes saldremos con unos amigos, ¿Te apuntas?-pregunta en un susurro-

Yo sonreí. Emily seguía siendo la misma loca fiestera que conocí.

-Sí, me encantaría. - ella me mira con el ceño fruncido-

-Marie, tienes que salir. - suspira con pesadez- Puedes ir a visitar a tus abuelos después. Espera... ¿Qué?

Me miró incrédula, ocasionando que soltara una risilla.

-Acabas de aceptar - susurra aún sin creérselo- ¡Dios! ¡Por fin!

Yo asenti con una sonrisa.

Es hora de lucirte.

La Novia de Mi Mejor Amigo #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora