Capitulo 132

54 3 0
                                    

"Las memorias de Lauri."


Karin:

Después de aquel incidente en la calle logre cruzar la calle para ir a la tienfa de enfrente para elegir unas zapatilla cómodas. De pronto antes de entrar escuche gritar mi nombre.

KARIN!.- Era Lauri quien gritaba con desesperación, con una manga corta y la otra larga y con el señor que le arreglaba el traje detrás de él.

Tuve que volver a cruzar la calle para que notara que estaba bien.

-¡Dios, Karin, no me vuelvas a hacer esto!.- Dijo abrazándome fuertemente.

-Joven, disculpe pero, ¡si quiere que el traje quede a su medida y perfecto deberá volver y quedarse quieto!.- Interrumpió el costurero algo molesto.

-¡Disculpe, es que debía encontrarla!.- Dijo con la voz quebrada.

-¡Vamos, Lauri!, sino, no estarás listo para ese día.- Dije algo preocupada por la reacción.

Sin embargo en aquellos ojos hermosos que me encantaban' podía reflejarse una gran tristeza y si no me equivocaba Lauri estaba a punto de derramar lágrimas, ya que los tenia cristalinos.

De nuevo entramos a la tienda para que pronto le arreglaran su traje y decidí no moverme de aquel lugar para evitar problemas. Después de una hora quedo listo y podíamos retirarnos, ya estaba oscureciendo y nosotros salimos tomados de la mano, pero la mirada de Lauri era profunda y pensativa al mismo tiempo que preocupada y triste.

-¿Te sucede algo?, te noto extraño y eso me preocupa, ¡y hasta puedo pensar que ya no quieres comprometerte conmigo!.-

Me miro fijamente y sus labios se entre abrieron pero no salió ninguna palabra de ellos y simplemente bajo la mirada.

Lauri es eso!, ¿ya no quieres llevar a cabo nuestra boda verdad?.- Dije soltando su mano y dando dos pasos atrás.

Él en ningún momento me miro y solo bajo la mirada.

Karin, sabes que el casarme contigo es el sueño de mi vida, no digas tonterías, ahora por favor debo llevarte a casa!.-

No sabia que pasaba, la mirada de Lauri jamás volvió a mi en el resto del camino, se veía perdido en sus pensamientos y eso me hacia sentirme insegura.

Cuando llegamos a mi casa seguía con la misma actitud y no soporte mas.

-¡Dios,.Lauri que te Ocurre!, ¿acaso te estas arrepintiendo de esta decisión?.- Dije sería con los ojos cristalinos.

-¡No digas tonterías!.- Dijo serio y sin mirarme directamente.

En ese momento lo tome de la barbilla y le dirigí la mirada a la mía.

-¿Dime la verdad?, créeme que aunque me duela yo respetare tu decisión y entonces me marchare de aquí, ya que nada me detendrá.- Dije con un nudo en la garganta.

-Karin... ¡no digas esas cosas, yo quiero casarme contigo y estar siempre juntos!, tengo otras preocupaciones y eso me hace irme y divagar en mis pensamientos.- Dijo volteando la mirada.

Sabía que no estaba siendo sincero conmigo lo conocía perfectamente y me estaba ocultando algo y en ese momento pensé lo peor. "Había otra persona en su vida".

-¡Bien, esta bien!, slo quiero sinceridad Lauri, porque ya no quiero mas fallas en mi vida, ¡estoy harta de que todo lo que haga me salga mal y que siempre salgan mal las cosas!, ya no soportaría otra desilusión.- Dije limpiando la pequeña lagrima que deje caer.

Karin, no te oculto nada!, no quiero discutir y ya es tarde es mejor que entres y mañana hablaremos con mas calma.- Dijo tomándome del hombro depresivamente.

Definitivamente había alguien mas, en ese momento mi mundo se fue costa abajo al igual que mis sueños, no existía final feliz. Lo debía saber ya desde hace mucho tiempo, pero me había aferrado a un sueño absurdo de hadas.

-¡Bien como quieras!, pero Lauri... ¡piensa bien las cosas, que descanses!.- Dije sin despedirme y entrando a mi casa apresurándome a subir a mi habitación y soltando el llanto.

No podía creer que después de tanto tiempo estaba esperanzada a que nuestro amor alcanzara a sobrevivir. Estaba totalmente y completamente destruida, no quería saber nada.

Lauri:

Me quede sorprendido por la reacción de Karin, creí que comprendería y creería que mi mente estaba en problemas ajenos a nuestra relación, no sabía si había hecho mal, pero yo quería protegerla y si eso implicaba que de nuevo estuviera lejos de mi, nada mas importaba, aunque el corazón palpitara gracias a ella, seria la mejor solución.

Estaba confundido y mi mente quería explotar por tanto que pensaba ya que mis sentimientos también eran importantes y quizás hasta mas importantes que mi razón, pero si le pasaba algo a ella yo me moría y mas por ser el tonto que no pudo evitarlo.

No pretendía ser héroe de la historia, pero si salvar a lo más preciado que tenia en ese momento. Me quede solitario en la calle frente a su casa, sabia que había explotado en llanto, quizás yo también estaba a punto pero mi ego de hombre no me lo permitía, así que simplemente me retire junto con mi nudo en la garganta y mis ojos llorosos.

¿Qué era lo que tenia que hacer para alejar a Henrry de nosotros?, seguía caminando por la calle lleno de desesperación, hasta que.

-¿Por qué?, ¿por quéahora que la vida me regresa mi razón debo enfrentarme a esta situación?, ¡quítame la vida pero no se la quites a ella!.- Grite en voz alta en medio del parque mirando hacia el cielo obscuro iluminado simplemente por las estrellas, afortunadamente no había nadie cerca que pudiera escuchar mis reclamos, yo no era religioso pero siempre creí que existía alguien poderoso, no sabia si era el Dios del que todos hablaban pero si era así, porque motivo me atormentaba de es modo.

No soporte más la ira y me eche a correr hasta no poder, llegue hasta la vieja fuente del viejo edificio del colegio Suttarilla, veía mi reflejo y al mismo tiempo veía a la persona mas cobarde de la Tierra y más tonto.

Cuando alguien ama de verdad es capaz de todo y yo estaba preparado físicamente, pero mentalmente aunque quisiera hacerme el valiente sólo era una capa que protegía al verdadero Lauri, siempre serio, temeroso y escondiéndose debajo de un Lauri que pretendía ser valiente en ocasiones como en ese momento.

-¿Por qué me haces esto?, ¡VIDA NO SEAS INJUSTA!.- Grite golpeando el agua dentro de la fuente.

Era una persona muy reservada y yo solo sabia mis preocupaciones y angustias, sabía que me podía hacer daño pero toda mi vida fui así, el único que podía entender era mi abuelo, aquel viejo sabio que siempre tenia buenas historias para el niño que vivía en un mundo de fantasías, pero jamás una para el hombre.

La desesperación que sentí dentro quería salir, quería gritar más, llorar y hasta saltar, era absurdo porque habían sido pocas ocasiones en las que me sentía así.

-¿Por qué me mandas a vivir esta historia?, ¿por qué me siento así?, ¿cuando terminara esta pesadilla que invade mi historia feliz?, ¿cuando despertare de la pesadilla?.- Decía para mi mientras estaba al borde del llanto.

Pero debía ser fuerte, jamás había abierto mis sentimiento con nadie con la única había sido con Karin y estaba a nada de perderla de nuevo, mi primer amor y mi primera ilusión eran ella, pero no podía pensar claramente con tantas cosas en mi mente.

¿A caso alguna vez la vida me haría el favor de dejarme ser feliz?.

Un Solo CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora