Un Solo Corazón

Capitulo 143

"Ella es mi razón."

Lauri:

Me encontraba tan desesperado y triste que no sabía a donde dirigirme, me encontraba en la que era casa de Henrry pero al parecer ahí no se encontraba, quería encontrar a Karin y tenerla de nuevo conmigo no podía creer que de nuevo se encontraba lejos y en peligro y con la persona que más nos odiaba en el mundo.

Pronto escuche a los oficiales correr detrás de mí.

-¡Joven, joven!, podría decirnos, ¿a quien se refería al decir que se la habían llevado?.- Dijo un oficial agitado.

-¡Perdonen, pero es mi prometida y debo encontrarla a como dé lugar!.- Dije algo alterado aun.

-¡Tranquilízate Lauri!.- Dijo Hanna mientras corría hacia mí para abrazarme.

-¡Estoy cansado hermana, estoy a punto de explotar!, ya no soporto toda esta carga de sentimiento dentro de mi.- Dije a Hanna correspondiendo a su abrazo. -¡Ya no quiero seguir con esto!, sólo me hace daño, ¿por qué no podemos ser felices?.- Continúe con la voz entre cortada al hablar.

-¡Tranquilo!- Decía Hanna mientras me abrazaba como la hacía cuando era un niño. -¡Es mejor que ya lo dejes!, me duele verte sufrir yo más de este modo, ¿crees que te mereces este tipo de trato?, me duele verte a cada momento triste por culpa de terceras personas, ¡hermano valórate es solo una mujer!, ¡no sigas atormentando a tu corazón!.- Continuo mi hermana llorando desconsolada mientras me abrazaba.

Pronto la tristeza me invadió a mi también.

-¡Hanna, no me digas esas cosas!, tú sabes que ella es mi razón de ser y no quiero renunciar sin antes dar una batalla digna.- Respondí.

-¿Pero que acaso no te ves?, cada vez estas más deprimido, la batalla ya la debiste de habrt terminado hace mucho tiempo, cuando ella decidió irse, ¡abre los ojos hermano!.- Dijo tomando mi rostro y dirigiéndome la mirada a ella.

-¡NO!.- Dije muy convencido y serio.

-Bien joven, sabemos que este momento es duro para todos, pero necesitamos que nos proporcione la información del joven que nombro hace un momento.- Intervino el oficial.

-Bien se llama Henrry, hace poco salió de prisión, hace cinco años tuvimos el mismo problema, pero esa vez pudimos detenerlo, trato de matar a la que ahora es mi prometida y si no me doy prisa querrá hacer lo mismo.- Dije ya más relajado limpiando mis ojos.

-Muy bien, buscaremos en el expediente.- Dijo uno de los oficiales.

Después de dar más información se retiraron y yo permanecí en aquel lugar con Hanna.

-¿Por qué vienes tan sucio Lauri?.- Pregunto tomando la camisa en donde estaba la mancha de sangre.

-¡Tuve una pequeña pelea!.- Dije algo serio.

-¿Fue con ese chico verdad?, cuando aprenderás Lauri, ¡ya sufrieron mucho!.- Continuo en forma de sermón.

-Y soportare lo que tenga que soportar, ¡porque Karin es la razón más grande que tengo para salir!.- Dije algo serio y dando la vuelta para retomar mi camino.

Deje a Hanna en aquel lugar sin importarme, quería encontrar a Karin lo antes posible antes de que Henrry le hiciera algo malo, tenía miedo por ella y por mí, no sabía que pasaría después.

Camine como un loco por toda la ciudad y no encontré rastro de Karin por ningún lado, me estaba desesperando aquella situación, si es que en realidad quedaba algo de esperanza en mi, la esta perdiendo por completo, estaba dispuesto a luchar por Karin pero hasta cuando seguirían la pruebas para nosotros.

-Lauri, Lauri.- Dijo una voz muy familiar para mí, era Aki mi amigo el que siempre me apoyaba en todo momento.

-¿Qué estás haciendo aquí, Aki?.- Pregunte desanimado sentándome en la acera.

-Te estamos buscando como locos, ¿en donde te has metido?, ya nos contaron todo lo ocurrido y teníamos miedo a que hicieras una tontería.- Dijo sentándose a un lado mío.

-Sabes Aki, ya me estoy desesperando, no puedo seguir así, debo tomar una decisión ya, esto no es vida, siempre es la misma historia, ¡siempre habra alguien que impida que estemos juntos!.- Dije un poco melancólico.

-Mira Lauri, creo que ahora lo importante es encontrarla, si después de eso decides ya no seguir, te entenderemos y seguro Karin igual y mira tomaran diferentes caminos y entonces encontraran la felicidad, si llegan a encontrarse de nuevo, se darán cuenta del error en el que estaban.- Dijo Aki tratando de animarme.

-Aunque no lo creas me duele separarme de ella, pero si es la única opción para que estemos bien, estoy dispuesto a hacerlo, me estoy hartando y tengo miedo que después de todo nuestro cariño se convierta en rencor y resentimiento!.-

Continúe mientras bajaba el rostro.

-Mira Lauri, ya te dije que siempre te apoyaré en tus decisiones.- Continuo Aki tocando mi hombro para reconfortarme.

Pero debía poner un fin definitivo a estos problemas, aun me preocupaba el bienestar de Karin,.pero en realidad no sabía si quería buscarla o simplemente dejar que la policía se encargara, ya no sabía que hacer.
De pronoto una imagen llego a mi mente.

-¡La guardería!.- Dije repentinamente mientras me ponía de pie.

-¿Qué?, ¿de qué hablas Lauri?.- Pregunto Aki algo extrañado.

-¡No he ido a la vieja Guardería abandonada!.-Dije sonriendo.

-¿Por qué crees que estaría ahí?.- Pregunto Aki poniéndose de pie.

-Porque un día Karin dijo que en aquella guardería dejaríamos a nuestros hijos cuando nos casáramos. ¡y Henrry pudo habrr escuchado algo!.- Dije algo exaltado.

-Lauri, creo que necesitas descansar.- Dijo Aki mientras yo me alejaba corriendo de el.

-¡NO!, ¡primero iré por Karin!.- grite.

Karin:

Llevaba una noche en aquel lugar y ni siquiera Henrry aparecía de nuevo, estaba llena de miedo, lo único que quería era morirme ya.

-¡LAURI!.- Insistía a gritos.

De pronto la puerta se abrió dejando entrar un rayo de luz que de inmediato me cegó.

-¿Qué?, ¡no te callaras nunca!.- Era Henrry quien entraba con un plato de sopa fría.

-¡Toma come!.- Dijo aventando el plato a un lado mío como si fuera un animal. - Digo si tienes hambre encontraras la manera de comer, ¿no?.- Dijo pegando una risa enferma.

-¡Estoy cien por ciento segura de que Lauri no tarda!.- Dije molesta.

-¡Bien pues esperaremos!.- Dijo con la voz seria.

De pronto se pudo escuchar un golpeteo fuerte en la puerta de entrada.

-Henrry, Henrry, ¿¡en donde tienes a Karin!?.- Definitivamente esa voz pertenecia a Lauri.

-¡Vaya, vaya!, ¡si logro llegar!.- Dijo aplaudiendo y dirigiéndose a la puerta.

-¡LAURI!.- Grite con todas mis fuerzas para que me escuchara.

-¡Karin, karin!, ¡pronto te sacaré!.- Grito desde fuera del edificio.

En realidad podríamos salir de esa situación como habíamos salido de muchas otras o este sería el fina.