Un Solo Corazón

Capitulo 196

"Los sentimientos de Aki."

Aki:

Me sentía desgarrado, me sentía solo y perdido justo como Lauri me lo había dicho, el perderla, el verla irse así como así sin darme una explicación me rompió en mil pedazos, ella se había convertido en mi vida entera y sólo quería que ella regresara, pero si no quería estar conmigo no quería obligarla, lo había visto con Lauri y Karin, siempre volvían, pero eso les hacía daño cada vez que rompían y yo no quería hacerle lo mismo, a mi Alejandra habíamos pasado tantos momentos y hermosos pero quizás era momento de dirigirnos a otro lugar y a otro camino, o al menos la vida me había mostrado eso, solo quería su felicidad.

El día que la conocí, una risa coqueta fue la que me enamoro de ella en el evento de Sutarilla *(Capitulo 103) sabía que estaba con Oskari y al parecer a ella no le importo, las llamadas con ella eran de horas, me importaba poco pagar por las llamadas a larga distancia el escuchar su voz cálida y tranquila me enamoraba cada vez mas de ella, cuando me decía que no podía hablar conmigo porque saldría con Oskari o Oskari la esperaba para irse me sentía mal, ella comenzó a darle sentido a mi vida y creer de nuevo en el amor que alguna vez perdí, si cuando creí estar enamorado de Karin, ese día perdí el sentimiento y Alejandra lo recupero para traer felicidad a mi vida sentíamos conocernos desde hace mucho tiempo atrás, sin embargo eso no ayudo mucho y ahora estábamos lejos uno del otro.

El ver su mirada tenue y brillante al despertar, era el motor que me dejaba avanzar, aún recordaba la primera noche que pase con ella, especial y tierna, aquel día solo dormimos juntos y abrazados, jamás imaginaria que después de esa noche la necesidad de tenerla a mi lado noche tras noche se volvería constante, a partir de entonces decidí que ella seria dueña de mis pensamientos, emociones y logros, era el amor de mi vida y a pesar de que siempre evite los compromisos ella me hizo creer en ellos.

Si había dicho que quería casarme con ella era porque así lo quería, y quería que estuviera toda mi vida junto a mí, lo había pensado muchísimo tiempo y me tarde en decirlo, lo peor era que ni siquiera se lo pude decir a ella que quería compartir mi vida con ella siempre y tener muchos Akitas y Alejandritos como ella quería, era su mayor ilusión tener un bebé, pero siempre me negué, quizás un bebé reforzaría lo que sentimos uno por el otro, como con Karin y Lauri sin embargo no podía compararme con ellos ya que ellos llevaban más tiempo luchando por salvar su amor y al parecer lo habían logrado y yo era tan cobarde que ni eso podía hacer, no sabía que rayos me pasaba pero no me sentía con la fuerza suficiente para ir detrás de ella, como hacerle si no podía mantenerla junto a mí por mis tonterías, trataba de darle lo mejor pero quizás no fue suficiente.

-Imbécil deja de estar pensando tanto y ve por ella.- Me dije mientras golpeaba ligeramente el espejo.

No sabía que pasaba conmigo quería morirme, quería correr quería llorar pero nada de esas cosas hacía por cobarde y perdedor, de cualquier forma esa era mi personalidad, siempre dejaba ir lo más importante de mi vida, me paso muchas veces en el colegio y en la adolescencia a veces me ponía a pensar que hubiese pasado si por una vez me hubiese aferrado a algo por ejemplo a Karin, no existiría The Rasmus y no tendría amigos como los tengo ahora, pero seguro estaría aun con ella porque mi amor hacia ella era sincero.

Años atrás, antes de Karin Conocí a una chica muy linda ella me pidió que fuera su pareja de baile pero sabía que a mi amigo le gustaba, así que decidí hacerme a un lado, esa noche ella murió en un accidente de auto junto a mi amigo, si me hubiera aferrado también entonces ella seguiría con vida, ya que a mí también me gustaba, pero siempre he querido que las personas a mi alrededor sean felices a costa de mi propia felicidad y no estaba seguro si dejaría que eso volviera a pasar.

-¡Maldita sea Aki!, ¡Mírate eres un perdedor! ella le da sentido a tu vida, ¡ve por ella!.- Continúe diciendome en el espejo, pero esta vez le di un golpe más fuerte y lo rompí, haciendo que mi mano se lastimara con el vidrio, mi desesperación era tanta que aquella cortada no me dolió, solo apreté fuerte la mano y Salí velozmente a lavarme al baño.

-Aki, ¿Aki estas bien hermano?.- Dijo Lauri mientras llegaba corriendo y preocupado por mí.

-Si, no fue nada, un pequeño accidente.- Dije limpiando cuidadosamente.

-¿Te has hecho daño?, y si sigues de aferrado dañaras también tu corazón.- Dijo ayudándome a limpiar con una toalla.

-Lo sé por eso he decidido que esta vez no me quedare sumiso y perdido por querer el bien de una persona a costa de la mía, si ella no quiere estar conmigo luchare y luchare hasta que quiera estar de nuevo a mi lado, iré a buscarla.- Dije mientras le tomaba la toalla a Lauri.

Salí corriendo en busca de mi amada Alejandra quería recuperarla y ya no dejarla ir nunca más así.