Capitulo 198

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"Amar y querer de verdad."

Aki:

Ahí estaba yo esperando la respuesta de Alejandra mientras ella se quedaba anonadada y pensativa.

-¡No me digas que no!.- Dije algo serio y preocupado por la respuesta que recibiría.

-¿En verdad eso es lo que quieres?.- Dijo con la voz quebradiza.

-Sí y lo quise desde el principio, pero no encontraba la forma de cómo decírtelo, el amor que siento por ti es más fuerte que cualquier cosa y me atrevo decir que puede que sea más fuerte que el amor que Lauri siente por Karin así que no me digas que no, porque me partirías el corazón y ya no tendría motivos ni razones para continuar con mi vida y me perdería para siempre.- Dije al borde de las lágrimas.

-Yo no sé qué decir la verdad, es que esto me ha tomado por sorpresa hace un minuto estaba decidida a regresar a Canadá y ahora sinceramente no sé qué hacer.- Respondió muy confundida.

-Pero creí que era lo que querías escuchar de mí, pedirte que te casarás conmigo formar una familia.- Dije algo apresurado.

-En realidad si pero ahora no se.- Dijo bajando la mirada.

Yo baje la mirada en ese momento y poco a poco me fui desanimando por la reacción de Alejandra seguro su respuesta seria no, pero no entendía por qué si ella juraba y perjuraba que me amaba, cada noche junto a ella era especial, y ahora la iba a perder para siempre.

De pronto sentí su suave mano en mi rostro y la empape con una lagrima que rodo de mis ojos.

-No llores mi pequeño amor, sabes que yo por ti soy capaz de todo y estoy enamorada hasta los huesos, eres el hombre perfecto para mí, no tienes ningún defecto no tengo quejas de ti eres el amor de mi vida sin duda, pero no quiero verte forzado a decir que te casarás conmigo solo por no verme perder, te juro que esperare hasta que tú estés listo, sé que algún día lo estarás, ¡que importa si tengo que esperar 80 años para escuchar esa pregunta!, pero sabré que saldrá de lo más profundo de tu corazón.- Dijo pegando su frente con la mía.

-No lo hago por compromiso, si no porque lo siento he sido un cobarde en muchas ocasiones, he perdido tanto y ganado poco por mi actitud, quizás parezca que soy diferente pero soy de lo más cobarde que te puedes imaginar, la única fuerza de valor que tengo es la que tú me das cuando estás conmigo, sé que puedo salir a cada concierto y presentación porque tú estarás detrás esperándome con un beso que es la mejor recompensa que puedo tener y tus abrazos, que preferiría mil veces morir de hambre y de sed que morir por no tener ni tus besos y tus abrazos que alimentan mi alma, ¡así que te puedo asegurar que esta pregunta es real!, quiero permanecer contigo el resto de mi vida, hasta que este anciano y mis nietos me pregunten: ¿Cómo es que has conocido a la abuela?, quiero que en la vida caminemos juntos y nunca te separes de mí y eso ahora depende de ti.-Dije muy melancólico y lleno de sentimientos que poco a poco salían.

-De todas las preguntas que me has hecho en el tiempo que hemos estado juntos puedo decirte que esta es la mejor.- Dijo abrazándome poco a poco, deslizando sus manos entre mis brazos, cando lo hizo sentí paz y alegría que recorrió mi cuerpo completamente.

-¿Entonces eso es un Si?.- Dije algo nervioso.

-Así es mi querido Aki, quiero ser tu esposa y permanecer el resto de mi vida junto a ti, quiero que estemos juntos y le demostremos al mundo que podremos con todo estando juntos, quiero tener hijos y ser la familia más hermosa de Helsinki y el mundo.- Me respondió ocasionándome el llanto por completo y una sonrisa que no pude evitar.

-¡Quiero que seas la mujer más feliz del mundo Roxev!.- Dije sosteniéndola entre mis bazos muy cariñosamente.

-No sé en qué momento me paso por la cabeza enamorarme de ti, pero ese momento fue la locura más grande que pensé.- Dijo abrazándome cariñosamente haciéndome sentir el hombre más dichoso del mundo.

La aleje un poco de mis brazos, la mire a los ojos y le dije: -¡Te amo, eres la persona que hace mover mi mundo por completo y no quiero verte lejos de mi nuevamente!.- Consecutivamente la tome de la barbilla me incline a ella y la bese con tal pasión que me hizo estremecer y tomarla de la cintura suavemente.

Ella deslizo sus manos por mi espalda hasta mi cuello prensándose de él, pude ver que aunque cerraba sus ojos por el beso, rodaban lágrimas por ellos, sin duda era mi mejor decisión y mejor pecado haberme enamorado de la mujer de otra persona, ya que se convirtió en la persona más importante y de la que ahora no me podía imaginar lejos nunca.

Un Solo CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora