Capitulo 212

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"Soledad"

Lauri:

[Semanas después]

La soledad es un vacío que se siente dentro y fuera de uno, es el sentimiento más horrible que uno puede sentir, primero estas tan rodeado por todos y después te encuentras solo, que cosas pasan en la vida para darte cuenta que de verdad te hace falta y necesitas de alguien especial

Suena mi celular.

-¡Bueno!.-

Ho... hola Lauri!, oye sé que prometí que no habría llamadas ni nada pero necesito verte por cuestiones del niño, ¿podríamos?.- Era Karin con un claro nerviosismo.

-¡Hola Karin!, si claro, si quieres puedes venir al departamento, tiene días que no veo a Dexter.- Dijo alegre olvidando mis pensamientos de soledad.

-No, prefiero verte en otro sitio, vamos a tomar un café.- Dijo segura.

-Sí claro, dime en donde te veo, ya quiero abrazar a ese pequeño.- Dije aunque en realidad quería ver a los dos.

-Te veo en la fuente de Helsinki, ¿de acuerdo?.- Dice despidiéndose.

-Si te veo ahí, ¿en cuánto tiempo?.- Dije apresurado.

-En una hora, aun debo de bañarme, acabo de bañar a dexter.- Continuo.

-De acuerdo, también me aseare no me demorare.- Dije muy alegre de a ver recibido aquella llamada.

Me apresure a bañarme y buscar mis mejores ropas, pues después de algunas semanas me reencontraría con mis dos personas especiales.

Cuando termine Salí de inmediato al centro de Helsinki, trate de no correr, pues no serviría de nada el baño, esta vez no había plumas en mi cabeza pero si estaba alborotado mi cabello.

Cuando llegue al lugar, no encontré a nadie y era la hora de que ya estuviera Karin ahí con mi hijo, me pregunto para que me llamaría, con tanta insistencia.

Me moría de ansias de verlos, me sentaba y me ponía de pie, caminaba en círculos, metía las manos en mis bolsillo, me cruzaba de brazos y no aparecían hasta que la vi a lo lejos, lucía un pantalón entallado de mezclilla azul, unas botas cafés y a la pantorrilla, una blusa blanca y encima un abrigo negro que le cubría solo debajo de la cintura, su cabello volaba con el viento, el típico cabello de Karin color cobre, algo enmarañado y con pocos rizos que siempre lucia suelto y hermoso, dirigía la carriola apresurada al lugar de nuestro encuentro, nunca me había fijado que tan hermosa era mi esposa.

-¡Hola discúlpame!, es que... se me hizo tarde lo siento.- Dijo entre suspiros.

Dexter se encontraba en la carriola risueño como siempre solía estar, cuando me vio me sonrió, llevaba un trajecito azul y unos zapatos bordados azules también.

-Me da gusto verlos bien.- Dije pretendiendo besar a Karin.

-¿Qué haces?.- Dijo haciendo su rostro a un lado.

Un Solo CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora