Capitulo 211

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"Dexter regresa."

Lauri:

Llegue al súper mercado del centro como me lo había dicho pero cinco minutos antes, me encontraba algo preocupado y la vez nervioso, quería tener a mi hijo en brazos, para poder besarlo.

Pronto dieron las diez y no veía indicios de Henrry era muy desesperante, cuando al distraerme sentí una filosa punta detrás de mi espalda.

-Muy bien, no te muevas hasta que yo te lo diga entendiste.- Dijo misteriosamente.

-Pero... que...-

Cállate!, ahora, camina lentamente a la parte trasera del estacionamiento.- Continuo esperando que toda la gente pasara.

-¡Bien, bien tranquilo!.- Dije al sentir que enterraba más hondo la punta en mi espalda.

Camine tranquilamente hacia el estacionamiento, pero en la parte trasera, ahí solitario había una camioneta, negra con los vidrios polarizados y me dirigió hacia ella.

-Bien, no voltees y abre cuidadosamente la puerta de la cajuela.- Dijo más agresivamente.

Al abrirla ahí se encontraba Dexter, no lo pensé dos veces y lo tome en mis brazos junto con su cobija, se encontraba dormido, con la ropita sucia y en un estado terrible.

-Ahora, ya tienes a tu hijo, tú sabrás que haces con él, pero cuidado si regresas con la chica, ¡por cierto también deja a la modelo!, si no quieres que su avión tome un curso al suelo, ¡entendiste!.- Dijo algo enfermo.

-Que... ¿qué te pasa?.- Dije alterado a lo que el enterró mas la punta en mi espalda.

-Dije que no y es un no, alguien te buscara en unos días y ella será con la que compartirás tú vida, ¡entendiste!.- Dijo insistente.

-Eres un enfermo loco, ¡como te atreves a decidir mi vida por mi!.- Dijo furioso, aguantando mis ganas de golpearlo.

-Soy capaz de esto y más si no obedeces.- Dijo con una risa de idiota. -Me marcharé así que no hagas nada, ya tienes a tu hijo.-

Sentí como despego la punta de mi espalda y sus pasos en el asfalto hasta que escuche la puerta de la camioneta y después el motor, apreté a Dexter e mis brazos, mientras el dormía.

-¡Hijo mío estas vivo!, ¡gracias a la vida por este increíble regalo!.- Dije tiernamente y de inmediato se me vino a la mente Karin Así que tome mi celular y llame a Aki.

-¡Bueno!.- respondió al segundo tono.

-¡Hermano, lo encontré!.- Dije felizmente.

-¿No, de verdad? enseguida llamare a Karin se alegrara.- Dijo gritando a los cuatro vientos.

Él colgó el teléfono en ese momento y me dirigí a casa con mi hijo a medio camino, sonó mi celular y era un número privado.

-¡Bueno!.- Dije algo inseguro.

-¿Lauri, encontraste a mi hijo?.- Era Karin llorando, pero al escuchar su voz sentí un hormigueo en todo mi cuerpo.

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