LA MALDICION.

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—¡MALDITA SEA! YA NO AGUANTO MAS…!

Estoy muy, pero muy cansado, ya he tratado de suicidarme varias ocasiones, pero, pero ellos no me lo permiten; si, esos seres que disfrutan con torturar cada una de mis sensaciones, ya sea de día o de noche las torturas no paran. Aunque las noches son mucho peores, con decirte la primera vez fue hace un par de noches.

Mi habitación se sumergió en un frío inexplicable, aunque la calefacción estaba a su máximo, eso no impedía que frío llegará hasta los huesos, la sensación de impotencia era extrema hasta el punto de casi llegar a la hipotermia; ese extraño silencio que me rodeaba, fue destruido por los unos gritos desgarradores que pedían clemencia, pedían piedad, suplicaban...

El último grito fue callado por un fuerte golpe que hizo eco en mi habitación, escuche el golpe seco que silencio esos gritos e incluso escuche como los huesos se destrozaban con ese golpe. Y mi maldita curiosidad por querer saber más, me obligó a salir de la oscuridad de mi cuarto el dolor ocasionado por el frío hizo que mis huesos me consumieran en el dolor sólo con moverme, pero mi curiosidad me hacía avanzar por largos y lóbregos pasillos; pasillos que me mostraban una luz al final del camino, mientras mas avanzaba mas claros se escuchaban las risas, las bromas que no paraban, al llegar al final del camino pude ver cómo hacían parodias de los gritos que al comienzo escuche. Al salir el extenso pasillo pude comprobar que era una gran fiesta, donde muchos de mis amigas y amigos reían sin parar incluso estaban personas que casi ya había olvidado, la felicidad era muy evidente; a pesar de esto la sensación de frío aún era fuerte en mí y me obligaba a sentir dolor a cada paso, recuerdo que uno de ellos se acercó y me ofreció una parrilla caliente la cual acepte gustoso pensando en calentar mi cuerpo con ese calor.

— Y ¿que parte deseas?— dijo, al ver la parrilla el miedo, el pánico, el terror se apoderó de mí en un segundo al ver que, lo que todos comían no era carne de un animal, si no carne humana, carne de mi familiares que estaban colgados totalmente desnudos boca abajo desangrándose como los cerdos en el camal, el pánico hizo que mire a mí alrededor y aun costado, estaba mi novia con el cráneo destrozado por un gran martillo —vamos escoge, que parte deseas—insistió mi amigo sonriente.

Las pesadillas son peores cada día, aunque realmente espero que sean pesadillas, porque desde hace días no sé nada ellos, nadie de mi familia me contesta mis llamadas ni mi novia da rastros de vida. Cada noche las pesadilla son peores, los días son incoherentes,  porque puedo ver personas mutiladas arrastrándose por las calles, personas bañadas de sangre (muertas) por las lesiones o por los miembros de su cuerpo que se ve que fueron arrancadas en algún accidente, muchos de ellos caminan entre las personas normales, sin que estas se den cuenta que los acompañaban, en una cita o incluso cuando fuman un cigarrillo a solas.

—¡MALDITA SEA! ¡MALDITA SEA! ¡MALDITA VIEJA DE M...!

Les diré que tengo serios problemas con eso de mi curiosidad, normalmente cuando algo me llama la atención hago todo lo posible por satisfacer esa sensación. Es por eso que hace dias, antes de que empiece todo, era una de tantas tardes frías caminaba por las calles luego de salir del trabajo, observe a vieja totalmente arrugada, de cabello blanco como el mármol y de ojos oscuros, se acercaba a la gente para cogerles la mano intentando leerles el futuro, pero todos se alejaban, la ignoraban, parecía que era más por miedo que otra cosa ya que seguían su camino con más y más prisa que antes. Y yo como siempre que me quede prendado intrigado por aquella vieja de joyas brillantes así como sus colgantes, que decir de su ropa extravagante, en sí, todos en esa mujer era extrañamente fascinante ya que no era común ver a una vieja gitana en una ciudad como esta, al darme cuenta ella me miró fijamente, trate de disimular hecho y salir rápidamente del lugar.

—¡Cesar!— grito llamándome, el miedo me consumió en un instante, mire mi cuerpo tratando de buscar alguna identificación visible que explicará el motivo por el cual sabía mi nombre — ¡si, tu no me ignores! — vociferó una vez más la abuela mientras se acercaba.
—¿Que desea conmigo señora?— respondí algo asustado.
—No te lo diré, lo veras— dijo mientras se acercó a mí y sin la necesidad de tocarme.

La mire a los ojos y en ese momento pude ver todo mi pasado, mis risas, mis amigos, la tranquilidad de todo lo que viví, también pude ver mis logros y todo lo que conseguí hacer con mucho trabajo, finalmente logré ver como conseguía aquel auto que siempre desee, como pude pasar algunos exámenes sin ni siquiera estudiar ya que el conocimiento y la experiencia ya lo tenía...

—"TODO LO MÍO TUYO SERÁ, TODAS MIS ALEGRÍAS, TODOS MIS TALENTOS, TODA MI SUERTE FUTURA, TUYOS SERÁN..." —murmuraba ella, y  al terminar de recitar esas líneas, ella cayó en un colapso y la gente del alrededor se acercó a ayudar a la anciana desfallecida.

El miedo de lo ocurrido hizo que corriera varias cuadras, hasta llegar a casa, encendí el televisor tratando de olvidar lo ocurrido y observe varios canales hasta quedarme dormido. Desperté alrededor de la dos de la mañana, exaltado por un extraño sueño con la anciana de aquella plaza y para tratar de olvidarlo decidí volver a dormir, así que subí las escalera hasta mi habitación y es en ese momento que mi piel logra erizar por una extraña sensación de frío penetrante; el ambiente frío recorrió todo mi cuerpo, y en ese momento volví a escuchar esa voz.

—"TODO LO TUYO MIO SERA, TODAS TUS ALEGRÍAS, TODOS TUS TALENTOS, TODA TU SUERTE FUTURA, MÍAS SERÁN..."— Logré oír la voz de la vieja gitana, a pesar del miedo logre voltear a ver como una sombra desaparecía en la oscuridad.

—"TODO LO MÍO TUYO SERÁ, TODAS MIS ALEGRÍAS, TODOS MIS TALENTOS, TODA MI SUERTE FUTURA TUYOS SERÁN..." saben, luego de algunos días entendí, que solo necesito que lean o escuchen solo una vez las palabras de aquella vieja me dijo por primera vez,  para que termine mi tormento… Lo siento, aunque espero que disfrutes tus nuevos talentos así como las pesadillas.

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