- Debes de estar loca -Exclamó Christina por el teléfono.Mi hermano ya se había ido, y yo estaba al teléfono, tratando de convencer a Christina de que me llevara al centro comercial en su dia feriado. Lo malo es que ella, ya se encontraba fuera de la ciudad.
- Pero te necesito -Caminaba de un lado a otro.- ¿Dime a qué hora llegas y yo te espero?
Se quedó callada por unos momentos.
- Lo siento, pero no vuelvo hasta mañana. ¿Porque simplemente no vas en taxi? o ¿caminando?
- Dios, no. No podré, es 1 de diciembre, las personas ya comenzaron a estar como locas en las calles.
- Pues, iremos mañana. ¿okay?
- Bueno... -Acepte frustada.
Oí un suspiro del otro lado de la línea telefónica.
- Ahora, descansa.
- Si -Respondí.- Adiós.
- Adiós -Se despidió.- Nos vemos mañana -Y colgó.
Tenía que descansar y envolver todos lo regalos. Mañana resolvería lo del regalo de mi hermano.
...... 2 de diciembre ......
Los rayos del sol pegaban directo a mi cara, interrumpiendo mi sueño, el sonido de las bocinas de los carros se escuchaban más alto que nunca y el teléfono de la casa no paraba de sonar.
Me levanté de la cama, entre tambaleos y tropezones, llegue al teléfono que estaba en la sala, y contesté.
- Hola -Mi voz se escuchaba mas desanimada de lo normal.
- Holis, ¿Ya estas lista? -Escuché la voz chillona de Christina del otro lado de la línea, me pasé una mano por la cara, para tocar las marcas que las arrugas de la almohada terminaron dejando en mi cara.
- ¿Qué? -Pregunté desconcertada de qué estaba pasando, hasta que me gire hacia el reloj para ver la hora, y quedé impactada por la hora que era.
- Ya sabes, tengo que llevarte al centro comercial, para recuperar el regalo de tu hermano... -Yo con mis ojos abiertos de par en par, salí corriendo con el teléfono en la mano, hasta mi habitación, para tomar las primeras prendas que consiguiera.
- Si, lo siento, se me había olvidado, me quedé dormida, ya bajo -Tome unas zapatos de cuero negro y unas medias rojas.- Espérame unos 10 minutos.
- Está bien -Solté el teléfono para ir al baño y cepillarme los dientes, salí del baño para ir a mi armario y ponerme una camiseta, una chaqueta y unos jeans negros, además de una bufanda y un gorro, fui hasta la cama, tomé el teléfono, agarre las medias, los zapatos y mi bolso. Fui hasta la sala, me senté en un sillón y me puse el calzado.
- Ya estoy saliendo -Colgué y dejé el teléfono de la sala en su lugar.
Agarré las llaves del apartamento, salí y tomé el ascensor. Revisé mi bolso, mientras el ascensor bajaba, tenía las llaves, mi teléfono, tarjetas de crédito y dinero en efectivo. Llegue a planta baja, saludé al portero, salí del edificio, viendo a Christina fuera del auto, molesta, hablando por teléfono. Me acerqué lo más rápido que pude.
- ¡TE ODIO! -Y colgó.- Argh -Gruño. Dios, si que parecía molesta.
- Buenos días -Dije para levantarle el ánimo.
- Solo cállate y no preguntes -Dijo entrando al auto.
Decidí que eso era lo mejor que podía hacer, entré al auto y...
- ¡Como se le ocurre!, yo estuve todo el día preocupada, y él me dice que estuvo en una fiesta, no se le ocurrió que lo mejor sería cancelarme y decirme que no podía venir... -Comenzó a hablar molesta y rápidamente. Todo el viaje no paró de hablar sobre Omar y lo idiota que era.
Estábamos aparcando el auto, cuando mi distraída pelirroja casi atropella a un hombre, este se sostiene del capo para no caerse, inmediatamente Christina salió del auto a toda prisa para ayudarlo. Y, yo me quedé inmóvil en el lugar donde estaba, el hombre al que habíamos casi atropellado era lindo.... Espera, ¿qué ? *Me golpeo la cabeza mentalmente* Deja de pensar en estupideces Bannen... No es el momento, rayos...
Salí del auto toda desconcertada por mis pensamientos, viendo como Christina se disculpaba con el pobre hombre. Era alto, de cabello rubio y grasoso, ojos azules y barba. Fue lo único que logré divisar en el poco tiempo que lo observé. Un chica llegó a su lado, era pequeña y algo gordita, miraba a Christina furiosa.
- Realmente lo siento -Christina trató de que la tensión que había en la atmósfera se fuera, disculpándose.- No te vi, estaba muy distraída.
- Idiota despistada -Pensé y luego suspire.
Fui al lado de Christina, mire a los chicos.
- Por favor, discúlpenos, por lo que pasó. Mi amiga estaba distraída.
Unos segundos de tensión pasaron, antes de que el apuesto hombre dijera algo.
- Si, no hay problema -El hombre que atropellamos nos sonrió y pasó una de sus manos por su nuca.- Tenemos que irnos, tranquila -Se giró hacia la pequeña chica, tratando de tranquilizarla.- Si no les importa, nos tenemos que ir, no se preocupen no hay remordimientos, le pasa a cualquiera -Y, volvió a sonreír, como si él fuera el culpable del accidente. Se fue con la chica algo molesta.
Christina suspiró y se giró hacia el auto.
- Por lo menos, no presentó ninguna queja. Estupido, Omar, me hace atropellar personas sexis -Me comienzo a reir sin parar, por culpa del bobo comentario de mi amiga.
Después, de terminar de aparcar el auto. Entramos al centro comercial, le dije a mi amiga que iría por toda la planta de abajo, y ella por la planta de arriba. Y, asi empezo la búsqueda del libro.
Media hora más tarde, apenas llevaba unas pocas tiendas...
- Argh, este día será largo... -Me recordé tristemente.
Mucho más tarde. Pase, por la librería, cuando entré, el encargado me vio sorprendido y se me acercó.
- Disculpa, ¿tu eras la chica de anteayer que traia un monton de bolsas?, ¿creo que venias con una pelirroja? -Me preguntó con un sonrisa leve.
- Eh, si... Yo perdí una de mis bolsas, y... -El empleado me interrumpió.
- Si, lo se, un chico vino a reclamar lo que se le había perdido, vimos las grabaciones, y nos dimos cuenta que ustedes intercambiaron las bolsas -Explicó el empleado.- Él me dijo que si venías a reclamar, que te diera su número, para que se comunicaran.
- Claro -Respondí amable y por fin en todo el día, pude sentir como los nervios se me bajaban de la cabeza.- Gracias, fue muy amable de su parte -Dije cuando me entregó un papelito con el número.
- A la orden.
Salí del lugar y llamé a Christina, avisando que ya nos podíamos ir.
Esa tarde, en mi casa, escribía un artículo de navidad para la revista, cuando por un solo instante, recordé esos ojos azules profundos y esos labios tan perfecto, en ese solo instante quede completamente atontada ante el universo, solo para volver a la realidad, y seguir escribiendo mi artículo.
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Un amor de Invierno
RomanceUn invierno, en navidad y dentro de una ciudad. Un accidente, en un centro comercial. Conoce a Bannen, una chica que pasara alrededor de 31 días de diciembre, para conocer al hombre con el cual amara con toda su alma. ¿Así que dices? ¿...