...... 3 de diciembre ......
Ya la temperatura comenzaba a bajar en la ciudad, todo se estaba volviendo más frío, las cafeterías comenzaban a llenarse, y ya era hora de pagar la costosa calefacción.
- BUENOS DÍAS, hermana -Me despertó mi queridísimo y malvadísimo hermano, asustándome.
- Aah! -Grite-. Me asustaste, engendro del mal... -Y me paré de la cama.
- Eso ya lo se, querida -Se acostó boca arriba en mi cama. Vestía con un traje azul.
- ¿Ya te vas al trabajo? -El asintió.
- Si, y ya es hora que me vaya yendo -Me informó- Así que vístete, que se nos hace tarde.
- A tí, a mí no se me hace tarde, yo no soy reportera de noticias -Dije sacando la ropa que me iba a poner- Esta navidad, tengo muchos artículos que escribir -Me volteé hacia él- Te extrañaré la próxima semana que estaré sola, ya verás cuando llegues -Hice una mueca triste- Me consiguirás como un esqueleto tirado en el piso.
Él se sentó en la cama, su mirada estaba en algún punto fijo de la habitación. Me preocupaba que desde su última relación emocional, estuviera todo el tiempo así, dentro de un trance que nunca se pudiera despertar, sentía que las únicas veces que sonreía era conmigo.
- Hermano... Bueno, me tengo que cambiar, así que fuera -Dije mientras me volteaba y entraba al baño.
- Si, estaré en la sala -Y con eso salió del cuarto.
...... Minutos después ......
- ¿Dios, que haría sin ti? -Pregunte aliviada de que no estaba llegando tarde a la junta.
- Probablemente, llegar muy tarde. Ahora, bajate de mi auto, niñita de kinder.
- No te burles de mis colitas, idiota -Le saque la lengua y hice un puchero. Me reí y le sonreí abiertamente a él, que solo se limitaba a mirarme serio- Gracias, en serio. Eh, me tengo que ir, te veo en la noche.
Él se limitó a asentir.
Me bajé del auto, con mi cartera colgada de un hombro y todos mis papeles en mis manos. El frío de la ciudad hacia que me dieran calambres en las piernas, todavía no estaba tan frío, así que opte esa mañana por ponerme un vestido campana marrón que me llegaban hasta las rodillas, un suéter rosa, y mis típicas botas. Mi corto cabello, tenía a cada lado de mi cabeza una colita.
Entre al edificio, de la revista, fui al ascensor y presioné un botón que iba al piso 4.
Camine por varios pasillos, hasta que llegue a una sala, donde había una recepcionista. La chica me vio y me sonrió, se paró de su silla y me hizo una seña para que la siguiera. Me llevó hasta el despacho del jefe de operaciones.
- Buena suerte, Ban.
- Gracias, Dayana -Ella sonrió otra vez y se fue, dejándome en la entrada del despacho, toque dos veces la puerta, y pase cuando escuche un ¨adelante¨.
Cuando entré , vi a mi jefe hablando con un hombre, éste venía vestido de lo más elegante, así que pensé que era uno de los ejecutivos.
- Oh, señorita Martin, este es señor Dante Butler, nuestro nuevo accionista -El hombre se giró, para quedarse perplejo y mirarme asombrando. Y, yo por mi lado, estaba helada, era el hombre que Christina casi había atropellado el día anterior. Su ojos azules me helaban la piel.
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Un amor de Invierno
RomanceUn invierno, en navidad y dentro de una ciudad. Un accidente, en un centro comercial. Conoce a Bannen, una chica que pasara alrededor de 31 días de diciembre, para conocer al hombre con el cual amara con toda su alma. ¿Así que dices? ¿...