...... 16 de diciembre ......
A penas eran las 4:34 de la madrugada y ya la familia Butler estaba despierta. Dante ya estaba listo para irnos; y, yo apenas estaba despierta.
-Buenos días, señorita Bannen -Dijo cuando le abrí la puerta.
Mi cara seguro estaba de muertos, y un así Dante sonreía.
-¿Tan temprano? -Pregunté con voz de medio-dormida.
-Sí -Dante se recostó en el marco de la puerta y yo caminé hacia la ventana del cuarto para abrirla-. Así, que si no le molesta, vístase lo más rápido posible.
-Claro -Respondí.
Escocia, sin ninguna duda, es sorprendente; la nieve, los árboles, la naturaleza, las personas, todo tenía vida. Era hermoso.
Dante esta vez, para que pudiera apreciar más el paisaje y la vida cotidiana de los escoceses, me llevó a la estación de trenes; me había dicho que a pesar de la nieve y el frío que hiciera, los trenes siempre estaban en servicio. El tren que tomamos se dirigía a la ciudad de Edimburgo. Iba a poder disfrutar con más detalle la ciudad, la capital de Escocia.
Mientras estabamos abordo del tren, Dante me comentaba sobre los estudios científicos más recientes que se habían hecho en Escocia, y yo por mi parte me maravillaba de estos datos.
Dante tenía mucha cultura, sabía de todo y le encantaba su país. Me agradaban los hombres así, que tuvieran tanta información que compartir, que fuera casi imposible aburrirse al lado de ellos.
-Ya estamos llegando -Anunció Dante, mirando por la ventana-. Mira -Dijo y yo dirigí mi mirada hacía donde él estaba viendo.
Me acerqué un poco más al vidrio.
-No veo nada -Dije.
-Espere, señorita Bannen -Su voz resonó en mi cabeza.
Cuando menos me lo esperaba el tren entró en un túnel, y dentro de este había una fiesta de luces de todos los tamaños y colores, y desde adentro se podía escuchar la melodía de ¨Merry Christmas¨ (Canción de navidad pero en inglés). Pasaban los minutos y dentro de la cabina había un carnaval de luces, miré hacía Dante mientras él estaba distraído mirando el espectáculo de luces, parecía que por dentro de sus ojos azules, hubiera un mar, un mar oscuro, como si fuera de noche, era una obra de arte. Los ojos de la familia Butler eran hermosos, pero Dante era a quien le lucían mejor.
Dante giró la cabeza hacía mí, y sentí mis mejillas calientes, en ese mismo momento, el tren salió del túnel, mostrando la ciudad de Edimburgo.
-¿Señorita Bannen, está usted bien? -Preguntó Dante.
-Eh... -Tarde unos segundos en reaccionar a su pregunta-. Si -Respondí rápidamente.
Dante solo sonrío.
Las calles eran hermosas, además que me recordaban muchísimo a las películas de Harry Potter, aunque no era de extrañar, ya que una gran parte de estas películas fue grabada aquí, en Escocia.
Almorzamos en un restaurant, mientras esperábamos la comida, yo escribía en la laptop como loca, para que no se me perdiera ningún detalle de lo que había visto ese día.
Dante se volvió mudo en el transcurso del paseo.
Caminamos por casi todo Edimburgo, vimos el árbol de navidad gigante y el montón de niño en las calles, todo era espectacular.
ESTÁS LEYENDO
Un amor de Invierno
RomanceUn invierno, en navidad y dentro de una ciudad. Un accidente, en un centro comercial. Conoce a Bannen, una chica que pasara alrededor de 31 días de diciembre, para conocer al hombre con el cual amara con toda su alma. ¿Así que dices? ¿...