.... 23 de diciembre ....
Nos habíamos quedado a dormir en la casa de mi madre. Leslie se quedó dormido en uno de los sofás, y yo en una silla. Cuando me desperté, olí el olor a pan quemado, y después oí el grito de mi hermana, diciendo, que se les estaban quemando los panes. Leslie ya estaba despierto, mirando el árbol de navidad de la casa de nuestra mamá.
Camila, llegó a la sala, con una cara de frustración y nos ordenó que pusiéramos la mesa, a lo que Leslie se excusó, diciendo que no podía porque tenía un brazo con yeso. Dejándome a mí, todo el trabajo.
-Gracias por dejarme todo el trabajo -Le dije a Leslie y le saqué la lengua.
-De nada -Se paró del suelo-. Pido el baño primero.
-No se vale -Y los dos salimos corriendo al baño, Leslie llegó de primero y cerró la puerta en mi nariz.
-Parecen niños -Comentó Jenn.
-Cállate -Dije molesta y me dirigí a la cocina-. ¿Puedes recordarme por qué rayos Jenn se queda en nuestra casa?
-Porque nos está ayudando a arreglar la casa para mañana -Respondió Camila-. Pon los platos.
-Si, bueno, eso no justifica que duerma aquí, vive a una cuadra -Dije poniendo los platos y cubiertos en la mesa-. Además, tú y mamá, no han hecho nada, lo único que hacen es ordenarnos cosas que hacer, se supone que es su casa, ustedes son las que deberían hacer todo esto.
-Es navidad, la época en que das, sin esperar recibir nada a cambio.
-Pues, si esto va a ser así, entonces yo no creo en la navidad. Ahora, termina tú de poner la mesa.
-¿Por qué?
-Porque yo me voy a comer a una cafetería -Dije y fui por mi abrigo-. LESLIE, NOS VAMOS.
-YA VOY -Gritó Leslie.
-Lo siento, hermanita, pero yo me tengo que ir, y por cierto los huevos se te estan quemando -Dije y salí. Leslie tardó unos segundos para unirse.
Caminamos hasta la parada de autobús, que quedaba a dos cuadras.
-Que mala te portaste con nuestra hermanita.
-Yo no me quedaré en esa casa, para pasar trabajo, estoy exhausta. Trabajé hasta ayer. No pienso trabajar más.
-Te entiendo.
El autobús llegó y nosotros nos subimos, el bus estaba casi vacío. Nos sentamos.
-¿Qué vas hacer hoy? -Preguntó Leslie.
-¿Qué tal un paseo de hermanos?
-¿A dónde piensas llevarme? ¿A mi dia final? -Leslie entre cerró los ojos.
-Mmmm -Me quedé pensando-. Una sorpresa.
-Sabes que odio las sorpresas.
-Y que yo odio los buses. Pero no todo se puede cumplir -Dije irónica.
-Estaaá bieeeeeen -Hecho su cabeza hacía atrás.
El viaje a la cafetería más cercana fue largo, y nuestros estómagos no paraban de sonar. Nos bajamos del bus. Fuimos directo a la cafetería. Ahí pedimos de todo, un pre-desayuno, el desayuno, post-desayuno y postre.
Tenía pensado llevar a Leslie al parque de atracciones, pero antes tenía que llevarlo a otro lugar, que tal vez no quisiera ver. Realmente, teníamos que ir, por negocios.
Tomamos otro autobús, cruzamos la mitad de la ciudad, para llegar a la urbanización en que vivíamos antes. Leslie, sabía que ese mismo día, podríamos por fin vender esa casa. Hace mucho, que no pasábamos por aquí. A Leslie le traía varios recuerdos. Y, eso lo ponía algo molesto y triste.
-¿Estás bien? -Le cuestioné-. Si quieres, yo puedo concretar la venta, y tu me esperas en la bahía -Leslie asintió y nos bajamos del autobús, tomando caminos distintos.
Nuestra vieja casa, quedaba cerca del mar. Era una de las razones, por las que habíamos comprado allí. Además, mi escuela quedaba cerca, en ese entonces yo todavía estaba en la preparatoria, tenía 17 años y Leslie 25, nuestro padre todavía seguía vivo en ese entonces, y yo todavía hablaba con David.
Amabamos ese lugar.
Pero, dos cosas nos hicieron irnos de allí; la muerte de mi padre, y David.
Cuando terminé de firmar el contrato y un montón de papeles. Me dirigí a la bahía. Leslie tenía la mirada perdida en el mar.
-¿Algo que quieras compartir? -pregunté.
-Nada.
-¿Nos vamos?
-Espera, solo dame unos minutos.
Más tarde, ya nos encontrábamos caminando por el parque de atracciones. Los dos nos volvimos mas callados después de visitar aquel lugar, yo tenía mis razones, y Leslie las suyas, para ponernos distantes.
-¿Quieres ir a la noria? -Leslie preguntó.
-Siempre.
-¿Recuerdas cuando papá nos llevó por primera vez?
-Como olvidarlo, ese día estabas disfrazado de payaso -Comencé a reírme.
-No da risa.
-Si da.
-¿Vamos o no?
-Vamos -Y sonreí para animarlo a lo cual me respondió de la misma manera.
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Un amor de Invierno
RomanceUn invierno, en navidad y dentro de una ciudad. Un accidente, en un centro comercial. Conoce a Bannen, una chica que pasara alrededor de 31 días de diciembre, para conocer al hombre con el cual amara con toda su alma. ¿Así que dices? ¿...