Mis puños golpeaban el saco de arena como si de mi pasado se tratara. Puño tras puño, patada tras patada, con este ritmo deslumbraria a cualquier luchador de kickboxing por mi edad, para tener 18 años no estaba mal.
Descargaba todo lo que callaba, todo lo que calle durante años en este pequeño atico que mis abuelos me dieron para usarlo como mini gimnasio, ellos son los unicos que ven algo bueno en mi, hasta mis padres no pudieron conmigo.
Era un desastre y lo sabia bien pero ya nada podia cambiar lo que era.
Estaba en una puta nueva ciudad, no conocia a nadie aqui y para el colmo mi escuela era la tipica de los niños ricos a mi parecer, aunque fuese publica. Mi primer dia en este apestoso lugar y lo unico bueno del dia fue encontrarme con unos ojos azules bastante llamativos de una chica que me habia mirado aunque supe de inmediato que era zona de pelea, tenia novio al parecer, un novio que me miro con unos ojos de querer matarme por mirar a su chica.
Lo unico que hice fue mirarlo de pies a cabeza y ver que era uno de esos niños populares y ricos, esos donde todo se lo sirven con bandeja se plata.
Yo no podia quejarme del dinero, en Oregon mi familia era nuy conocida por su estilo de vida, ricachones, fiestas sociales con comida diminuta, la sociedad elite del estado conviviendo en mi casa... Algo que jamas pude ser, cuando vi que ese no era mi mundo, me dedique a ser la pesadilla de mis padres, me auto domine la oveja negra de la familia y mi padre no estaba contento que llegara a casa un fin de semana, borracho y con una chica, pero no hacia mucho para impedirlo hasta que sus nervios explotaron cuando escucho que su hijo no era mas que un delincuente... Y todo empeoro cuando me acoste con la hija de uno de sus amigos, una de las experiencuas mas gratas de mi vida, para fingir ser una santa la chica era buena en la cama, bastante buena.La dulce voz de mi abuela me hizo dejar en paz aquel saco de box— ¡Aaron! ¡Hijo esta lista tu cena!.
—¡Bajo en 1 minuto!—Grité avisando antes de patear una vez mas aquel saco que ya debia cambiar por su estado.
Me quite aquellos guantes que tenia en mis manos y seque el sudor de mi frente. Si hay algo que a mi abuela no le gusta es que me siente a la mesa con el sudor expuesto, es a la unica que respeto junto a mi abuelo y mi padrino.
—¿Como estuvo tu primer dia en la escuela? ¿Ya hiciste amigos?—Pregunto mi abuelo cuando estabamos los tres en la mesa.
—A sido un asco. ¿Porque me pusieron en esa escuela? Es como la otra, todos son unos engreidos.
—Aaron es la mejor escuela por aqui, con Emily quisimos darte lo mejor, haz el esfuerzo por nosotros hijo.
—Mi niño, se que es duro pero ya te acostumbraras, hay mucho que hacer por aqui —Dijo mi abuela con su dulce voz, ellos tenian razón pero ese no era mi mundo.
—Saben lo que pienso de esa clase, no les interesa nada mas que el dinero y la popularidad.
—Que tu padre sea un idiota de esa clase no significa que todos sean asi. Conozco personas que luchan para que sus hijos tengan una buena educacion, concidera eso antes de jusgarlos.
—Como sea—Digo malhumorado, mi abuelo me mira fijamente hasta que me relajo— Le dare una oportunidad a este estupido pueblo.
—No es estupido.
—Jack deja al niño tranquilo, es un gran cambio para el —El solo tiende a poner los ojos blancos causandome una risa.
La cena termino y subi a mi habitación, deje el pantalón de pijama sobre la cama antes de entrar al baño para prepararme para dormir. Me duche sacando de mi cuerpo el sudor que tenia desde la tarde, seque mi corto cabello despues de atar a mi cintura una toalla, me mire al espejo y me gustaba como me veia.
Veia a un chico con un fisico aceptable, me gustaba ejercitarme pero no tanto para tener los musculotes pero podia presumir de mis musculos. Aproveche de afeitarme asi no lo hacia mañana, mire la hora y eran cerca de las 11am, sali del baño, tome de un cajón mis boxers y mi pantalón de pijama colocandomelos. Si algo detestaba era dormir con polera, aunque fuera invierno no podia.
Me recoste en mi cama preparándome para otro puto dia de clases, como odiaba este lugar pero al menos estaba lejos de mis padres y con mis abuelos.
Mi despertador sonó despertandome de golpe, tome una de las toallas que mi abuela me tenia siempre en las mañanas ya que suele madrugar y no se porque. Me duche rapido y sali hacia mi armario buscando que usar hoy, tome unos jeans gastados y una camiseta gris con mangas negras que me arremangue en los brazos junto con unas zapatillas converses negras que eran mis favoritas. Me coloque algo de perfume y tome mi mochila saliendo de mi cuarto para bajar a la cocina, mis ánimos esa mañana eran normales y como no, si olía a desayuno recién echo.
Comí y me despedí de mi abuela antes de salir de casa para caminar a la escuela que me quedaba a tan solo dos calles. Iba con mis auriculares puestos escuchando música hasta que llegue cruce hacia la otra calle donde estaba el edificio y los estudiantes estaban por doquier. Caminé sin prestarle atención a ninguno de esos niñitos ricachones hasta que mis ojos se fijan en aquella chica de ayer, estaba riéndose de algo que dijo una de sus amigas seguramente, hay algo en ella que me llama la atención, es muy bella y no puedo negarlo pero quito mi vista de inmediato al ver a ese rubio acercarse a ella besandola, estaban juntos pero poco me importaba.
El timbre sonó y camine hacia el salón solo, al parecer este seria un año bastante solitario... y lo peor es que era mi ultimo año y pensar que lo pasare asi es lo único que me afecta un poquito. Senti como me miraban cuando entre al salon, me encamine a un puesto y me sente sin decir palabra, no es tan raro para mi no hablar ya que lo hago muy poco, soy un chico de pocas palabras.
Levante mi vista al escuchar una risa que se me hacia levemente conocida, mire y era aquella chica, por lo que escuche de su amiga se llamaba Bianca, un extraño nombre para mi pero le quedaba bonito. Desvíe mi mirada cuando ella noto que la veía, debía dejar de hacer eso, debe tomarme como un estupido.
La clase acabo sin mucho que hacer como el resto del dia, aburrido para mi claramente. Estaba por irme a casa cuando el sub director me encontro, no recordaba haber echo algo malo desde ayer, ¿Que quería de mi?
—Señor Williams, ayer en su ingreso se me olvido darle esto —Dijo extendiéndome un folleto el cual tome.
—¿Y esto? —Pregunte sin muchas ganas.
—Son nuestras actividades deportivas y artisticas. Creí que le seria útil si quiere destacar en algo.
—Bueno pues gracias—Respondí alejandome de a poco de el— Destacar, como si pudiera hacerlo.
Mire el folleto y una lista de deportes aparecio.
-Soccer.
-Futbol Americano.
-Lacrosse
-Atletismo
-Natación. (¿Tenían eso?)
-Animación.
La lista era larga pero ninguno de esos deportes me llamo la atención ya que jamas los e practicado hasta que escuche mi nombre.
—¡Oye idiota! ¡Atrapa esto! —Grito un chico que estaba claro que había repetido uno o dos cursos. Este simio me lanzo un balón de fútbol con la intención de golpearme.
Atrape sin problemas ese balón con una mano, estaba molesto, no seria el hazme reir de este lugar. Vi su expresión de asombro por aquella atajada, la mía era de furia y se noto mas cuando le lance de vuelta dandole en el estomago— ¡Hey imbecil! ¡Aprende a ver con quien te metes simio!—Le Respondí antes de irme de ahí. Fantoche.
Segui mi camino y escuche unos pasos rapidos, seguramente el idiota no había aprendido aun su lección, una mano toco mi hombro y voltee con fuerza para golpearlo cuando mire bien y era una chica, la chica de los ojos azules, su mirada era de susto tras mi acción y me calme de inmediato.
—Lo lamento, creí que eras un chico, no quise asustarte—Le dije con mi voz calmada, ella solo asintió antes de acomodar su cabello que estaba cubriendo su rostro.
—Fue impresionante lo que hiciste hace unos minutos, nadie se habría metido asi con Steve, es un chico rudo.
—Es un imbécil que se cree mejor que todos seguramente.
—Bueno, dejaste a todos con la boca abierta, vi como el entrenador te veía cuando lanzaste ese balón, deberías acercarte a el antes que el lo haga —Su voz era muy suave, me agradaba— Zack es el capitan, el podría enseñarte como jugar si quieres.
—¿Quien?.
—¡Bianca!—Se escucho por el pasillo una voz masculina y vi al chico rubio ese trotar hacia nosotros— Linda, se supone que me esperarías en mi casillero.
—Lo siento Zack, se me había ido de la mente —Beso su mejilla, escena que no me era muy comoda.
—Descuida. Hola, soy Zack Ovard, tu debes ser Aaron —Dijo secamente, el sentimiento era mutuo.
—Y tu el Capitan.
—Vi lo de Steve, tienes un buen brazo Williams. Me gustaría seguir hablando pero con Bianca tenemos cosas que hacer pero puedo recomendarte al entrenador aunque ya lo tienes en la palma de la mano —Dijo mas cómodo que antes, no me agradaba pero había respeto.
—Jamas e jugado.
—Descuida, aprenderás rápido seguramente, nos vemos Aaron.
Tomó a Bianca sin dejar que dijera adios, eso no me agrado pero ella me hizo un gesto con su mano antes de irse con el. Ese chico era bastante... No lo se, se que no le agrado verla conmigo para nada pero se preocupo por mi, no se si era caridad por ser el chico nuevo pero algo me dejo claro, es protector con Bianca, no se me será fácil hablar con ella pero que mas da, esa chica me agradaba bastante.Voten y comenten!❤️ gracias por dejarme escribir 😌
¿Que opinaron de Aaron y su vida?
Este capitulo fue para poder conocer a un personaje crucial en lo que será la historia aun no escrita de Zack y Bianca.
PD: ¡si! Subí un capitulo un día lunes❤️ Sorpresa!
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Zack [SERIE: Zack]
RomanceBianca Rivers era solo una chica sencilla de 17 años con sueños, sueños que anhelaba cumplir. Su vida iba y venia en mudanzas, siempre empezando de 0, siempre despidiéndose, siempre siendo la nueva en todos los lugares. Lo único que deseaba con tod...